La franquicia de la cadena de gimnasios exclusivos para mujeres Curves llegó a Costa Rica en el 2004, en su momento de mayor gloria estuvieron activas más de 19 sedes en el país. ¿Tiene la marca las mismas condiciones que ese entonces? Repasemos lo que ha sucedido hasta el momento.
Curves se convirtió en un fenómeno comercial en Estados Unidos por su sistema de entrenamiento, el cual consiste en ofrecerle a su clientela un espacio relativamente pequeño, si se los compara con los gimnasios tradicionales, con rutinas de 30 minutos diarios en un circuito de máquinas hidráulicas.
El sistema permite trabajar los músculos en poco tiempo, y este es uno de los atractivos para las clientas que disponen de solo un momento para ejercitarse. La promesa de la marca es que 30 minutos en Curves equivalen a 1 hora y 30 minutos de un gimnasio convencional.
Otro gancho de este modelo, es poner a disposición de las mujeres un lugar seguro, cómodo y de confianza para que puedan ejercitarse.
La cadena de gimnasios femenina fue exitosa en su plan de expansión en Costa Rica. En noviembre de 2014 la marca anunció la apertura de siete nuevas sedes, con una inversión aproximada de ¢100 millones por club para “los próximos años”, constatan artículos en medios de comunicación con esas fechas.
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Según información publicada por El Financiero, la empresa que tenía la potestad sobre el derecho de marca se llamaba Cadena de Gimnasios Unidos S.A (CGU), dueña de 15 franquicias de las 19 que operaban en Costa Rica, y las restantes sedes pertenecían a administraciones independientes a esta Corporación.
El cierre de los gimnasios de CGU comenzó en 2019 y ya con la pandemia no lograron sostenerse. Las otras administraciones independientes a esta corporación, también cerraron definitivamente como fueron los puntos de El Carmen, San Joaquín, Santo Domingo y Cariari.
En ese año se comenzó a gestar un ambiente tenso para la marca debido a la entrada del impuesto al valor agregado (IVA) el cual significó un aumento del 13% en las tarifas de los centros de acondicionamiento, así como un incremento exponencial de la competencia de gimnasios que los obligó a incorporar nuevas tecnologías y servicios.
Un año después, llegó la pandemia y causó que más de 100 gimnasios y centros de entrenamiento cerraran sus puertas entre marzo y julio del 2020.
Esta tormenta arrasó con todos, menos con la de San Pablo de Heredia que es dirigida por Lily Montero, dueña del derecho de franquicia Curves Costa Rica.
Montero indicó en una entrevista con EF en el 2022 que, cada club opera de forma independiente, por lo que “desconoce el transfondo del porqué ya no siguieron con la marca”.
Antes del apagón de la economía causado por la pandemia, en Costa Rica operaban unos 500 gimnasios y centros de entrenamiento, pero a julio del 2020, un 30% de esa cifra, es decir unos 150 negocios, se vieron obligados a cerrar sus puertas, al menos 100 de ellos de manera definitiva, según datos de la Asociación de Gimnasios Gym-Fitness de Costa Rica (AsoGym).
¿Hacia dónde se dirige la marca?
Actualmente la estrategia de la marca está en continuar operando focalmente en Heredia y en medio de las dificultades, afirman mantenerse activos, creciendo y sumando cada día más socias.
“A pesar de lo que muchos piensan, la economía no se reactiva con un decreto, por lo que muchas personas no han logrado llegar a alcanzar niveles económicos personales según los índices prepandemia. Sin dejar de mencionar que en la población femenina, nuestro mercado meta, se dan mayores tasas de desempleo. Nuestro crecimiento, aunque constante, se ha ralentizado, sin embargo, y ni por asomo hemos descartado los proyectos de expansión”, explicó Montero.
La dueña del derecho de la franquicia de Curves señaló que sí existe potencial para este nicho de negocio y que es un sistema que sí tiene proyecciones de éxito en Costa Rica.
“Es 100% efectivo el ofrecer un espacio seguro y tranquilo a las mujeres, en donde son atendidas y apoyadas por otras mujeres es muy valorado. Nuestro método de entrenamiento y sistema es personalizado, por lo que cada socia cuenta y es visible, además nuestra prioridad es a nivel integral, ya que trabajamos, no sólo lo físico, sino también psicológico y emocional. Un espacio donde la mujer puede tener su tiempo especialmente para ella”, agregó.
La marca retomará sus planes de expansión y ya cuentan con todos los equipos que son especialmente diseñados para mujeres para abrir tres clubes más. “Solamente resta recibir la autorización por parte de la Casa Matriz, con quienes continuamos en contacto”.
Cada club se abre después de un estudio de mercado en conjunto con la Casa Matriz y se delimita un territorio para cada uno; este análisis también se aplica a las personas que desean adquirir la franquicia.
“Estamos convencidos de que nuestro modelo de negocio no solamente es viable, sino que contribuye a la salud física y mental de la mujer actual”.
— Lily Montero, dueña del derecho de franquicia Curves Costa Rica.
Historia con altibajos
Curves International Inc. fue de las franquicias con más rápido crecimiento en el mundo. La cadena fue fundada en 1992 por Gary Heavin y Diane Heavin, quienes abrieron su primer centro en la ciudad de Harlingen, Texas, Estados Unidos.
En 1995 comenzaron a franquiciarlo y en el primer año Curves abrió 50 centros, en 24 meses 250, después de tres años 750 y en enero del 2000 eran ya más de 1.250 en Estados Unidos.
El modelo fue tan apetecido que rápidamente comenzó a expandirse hasta llegar a estar presente en cinco continentes y con más de 10.000 centros.
El crecimiento tan radical le trajo problemas a la franquicia y en 2011 comenzaron los cierres masivos debido a que muchos franquiciados afirmaron que la gerencia les hizo las cosas más difíciles al negarse a cambiar su modelo comercial para enfrentar los desafíos de los altos precios de las membresías y la limitante en los horarios, publicó el medio estadounidense The Wall Street Journal.
La otra cara de la moneda que es la gerencia y observadores de la industria, señalaron que la ola de cierres se debió a que los franquiciados buscaron dinero fácil y no estaban listos para operar un punto de venta.
“Desafortunadamente, no todos los dueños de negocios independientes están dispuestos a hacer el trabajo duro que requiere ser dueño de un negocio”, dijo el fundador y director ejecutivo de Curves, Gary Heavin al medio de comunicación norteamericano.
“Fuimos una especie de víctima de nuestro propio éxito”, lamentó Heavin. Los primeros franquiciados “comenzaron a ganar mucho dinero y, en cierto modo, demasiado dinero. Como resultado, Curves atrajo a muchas personas equivocadas: inversores que querían ganar dinero o hacerse ricos rápidamente”. Por eso no se sorprendió por la reorganización de las cadenas.
Montero señaló que para las aperturas en Costa Rica no solo se requiere de una inversión monetaria, que incluye el equipo, las plataformas y el entrenamiento en el manejo del club, sino que también requiere el compromiso y la inversión en tiempo de aquellos interesados en adquirir el derecho de explotación de la marca.