Los complejos médicos privados reactivaron sus planes de inversión en los últimos tres años. En ese tiempo dieron a conocer proyectos con costos que van de los $2 millones hasta $40 millones.
Estas inversiones son impulsadas por la apertura del mercado de seguros, la generación de una cultura preventiva, la densidad poblacional en algunas zonas del país y los avances tecnológicos.
Esas son las explicaciones emitidas desde las mismas empresas de salud privadas.
Hospital Universal, Clínica Unibe, Hospital Metropolitano, Hospital Clínica Bíblica y Hospital La Católica son algunas de las compañías médicas que realizaron inversiones recientemente o que planean hacerlo.
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Sin duda la apertura del mercado de seguros en 2008 -que dio por finalizado el monopolio que por 84 años ostentó el Instituto Nacional de Seguros (INS)- abrió una puerta para que los complejos médicos privados aumentaran su clientela.
Por ejemplo, en diciembre del 2015 se registró un pago de primas por seguros de salud por un total de $106,7 millones, rubro que aumentó a $144,6 millones para diciembre 2017 entre las mismas ocho aseguradoras, es decir un incremento del 35% en dos años, de acuerdo con los datos publicados por la Superintendencia General de Seguros de Costa Rica (Sugese).
Sugese registra 13 compañías de seguros activas en territorio costarricense. Entre ellas: Adisa, Assa y Pan American Life, las cuales tienen seguros de salud o gastos médicos.
“En 2017 hubo un aumento de un 15% en la industria de seguros a nivel general, del cual una gran parte debe ser de la parte médica. Nosotros trabajamos con todos los seguros y esto ha significado un impulso para seguir creciendo como empresa médica y tomar decisiones de ampliación”, explicó Mauricio Rojas, gerente general del Hospital Universal.
Otras empresas médicas que reconocen los beneficios de la apertura en el mercado de seguros son el Hospital Metropolitano (que en el transcurso del 2016 y 2017 invirtió $13,2 millones en renovaciones, aperturas y adquisiciones, y que, prevé abrir dos clínicas más en el 2018) y Clínica Unibe (que invertirá $3 millones en la construcción de una torre médica en 2018-2019).
Según datos del Banco Central de Costa Rica, durante el 2017, la actividad de enseñanza y actividades de salud humana tuvo una desaceleración menos pronunciada que el resto de la economía -e incluso se comportó mejor- hasta octubre del 2017.
Un elemento que también ha generado mayor tráfico de clientes en los complejos hospitalarios privados es la generación de una cultura preventiva. Esto a través de campañas de concientización, pero también, al ofrecer planes de medicina prepaga accesibles.
El Hospital Metropolitano, por ejemplo, impulsa la cultura preventiva a través de su plan Medismart, con el que las personas tienen acceso a coberturas de hasta un 80% en diferentes especialidades y servicios médicos al cancelar una cuota mensual de $12.
El impulso de la población y la tecnología
Las personas que viven y trabajan en Santa Ana, Heredia y Cartago cada vez son más, lo que ha impulsado a los hospitales privados a invertir en infraestructura.
El Hospital Universal, en Cartago, recientemente amplió y modernizó sus instalaciones tras una inversión de $2,3 millones. Ese monto incluye la construcción de una edificación de 760 metros cuadrados (m²) para disponer de un área para cuidados intensivos y más consultorios médicos, así como, la remodelación de cinco habitaciones.
“Se ha venido dando un fenómeno en los últimos años donde familias jóvenes se han trasladado a vivir a la zona suroeste de la provincia (Cartago), impulsados por el aumento de opciones de vivienda en condominio. Esto significa una gran oportunidad”, mencionó el gerente general del complejo médico cartaginés.
Por su parte, el Hospital Clínica Bíblica, planea inaugurar tres complejos hospitalarios en Santa Ana, Heredia y Tres Ríos para una inversión total superior a los $40 millones.
El proyecto de Santa Ana será el primero en entrar en operaciones a finales del 2018 tras desembolsarse $25 millones, mientras que, los demás proyectos están en un horizonte de inversión de 24 a 60 meses una vez iniciada la operación en Santa Ana.
Al dar a conocer su plan de expansión, en el 2016, la compañía indicó que en su primer nuevo punto de atención desarrollarían una alternativa de interés para la zona sobre todo en especialidades dirigidas a grupos de salud específicos, como adultos mayores.
También tenía como mercado meta a la población ejecutiva para la prestación de servicios de especialidades como ginecología, cardiología, pediatría y dermatología.
Finalmente, los cambios acelerados en la tecnología hacen que las empresas adquieran nuevos equipos médicos con el objetivo de ofrecer a los clientes lo más reciente en diagnósticos.
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Por ejemplo, Hospital Universal y Hospital Metropolitano, adquirieron un TAC (Tomografía Axial Computarizada) recientemente.
“Los exámenes por TAC son necesarios cuando existen sospechas de alguna lesión maligna en cualquier parte del cuerpo. Este método de diagnóstico viene a sustituir procedimientos que se realizaban anteriormente y eran invasivos”, indicó Francis Durman, presidente del Hospital Metropolitano.
Todas las inversiones ejecutadas por cada uno de los hospitales, para atraer y conservar nuevos clientes, no es vista con recelo por los empresarios ya que consideran que por ahora la competencia es sana y los impulsa a mejorar constantemente sus operaciones.