Alejandro Rubinstein, CEO de Grupo Purdy, anticipa un 2025 con un panorama económico positivo para el consumo, sin embargo, proyecta que habrá menores ventas de vehículos nuevos en comparación con los últimos dos años.
Esta dualidad, dice, se origina en que los elementos que hicieron del 2023 y el 2024 años extraordinarios para la venta de automóviles probablemente no se perpetúen en los próximos 12 meses.
Según datos del Ministerio de Hacienda, a octubre se importaron 66.646 vehículos, un 13% más que en todos los 12 meses del 2023. Este número también es el más alto de los últimos cinco años.
El Financiero conversó con Rubinstein para conocer qué espera en temas como venta de autos, tipo de cambio, tasas de interés y vehículos eléctricos de cara al 2025.
¿Cuáles elementos vieron ustedes que explican el crecimiento tan fuerte en la importación y venta de vehículos?
El primer tema es la pandemia. El negocio automotriz es uno de ciclos: las personas no cambian su vehículo cada seis meses o cada año, nuestros clientes lo cambian aproximadamente cada seis años, pero la pandemia llegó a ser como un reset, porque muchísimas personas pospusieron la compra que hubiesen hecho en 2020 y 2021.
Ya para el 2022, cuando parece que estamos saliendo de esta situación, no había disponibilidad de inventario porque las fábricas detuvieron sus procesos y los problemas logísticos que había para mover las materias primas y los chips. Ya en 2023 hay inventario y en Costa Rica ocurre un fenómeno que es la apreciación del tipo de cambio. Los vehículos se venden en dólares, entonces, cuando uno tiene apreciaciones de más del 20%, eso aumenta el poder adquisitivo de las personas para comprar un vehículo. Creemos que entonces esa combinación de una demanda acumulada y condiciones favorables es lo que generó ese pico.
¿Imaginan un 2025 de récord como este año o la curva se va a aplanar?
Nosotros estamos viendo que ya la curva puede haber alcanzado su punto más alto. Hicimos un ejercicio económetrico con el ciclo de vida del vehículo nuevo en un cliente y estimamos que van a decrecer las unidades nuevas en un 23%.
Vemos un panorama económico bastante positivo en general, cuando uno conversa con economistas se ve un PIB muy saludable, de 3,5% a 4%, se ve una inflación estable, un tipo de cambio con poca volatilidad, las tasas de interés posiblemente van a bajar, entonces hay condiciones favorables para el consumo y para la venta de vehículos, pero nosotros estamos estimando que no se va a mantener la compra de vehículos nuevos por ese ciclo de uso.
¿Cuáles riesgos ven ustedes que podrían afectar el comercio en 2025?
El cambio de gobierno en Estados Unidos. Lo que ha declarado Donald Trump podría traer barreras para las exportaciones a Estados Unidos o generar alguna migración de ciertas empresas en Costa Rica que regresen a Estados Unidos. Eso posiblemente va a tomar algún tiempo en que ocurra, pero es algo que creo que hay que estar monitoreando, creo que no estamos tan claros en cuál podría ser la severidad de ese tema.
Preocupa un poco la seguridad en el país. La tasa de homicidios se ha duplicado en los últimos diez años y naturalmente una empresa no puede ser próspera en una sociedad que no es próspera. Si se está deteriorando este tema, pues no deja de generar riesgos para cualquier negocio.
¿Sienten que la caída del tipo de cambio de los últimos dos años los ha beneficiado en el neto o más bien los ha perjudicado?
Es una combinación porque la industria automotriz en este país normalmente vende en dólares y como también importamos en dólares, pues digamos que estamos defendiendo el margen bruto: no nos beneficia ni nos perjudica.
Es difícil balancear el neto. Cuando hay más apreciación los clientes tienen más poder adquisitivo y podrían comprar un vehículo que quizás con otro tipo de cambio no comprarían, pero por otro lado nuestra estructura de gastos está principalmente en colones, entonces cuando ocurre esa apreciación sí hay un deterioro en la utilidad operativa.
¿Qué expectativa tienen sobre el tipo de cambio de cara al 2025?
Hemos hablado con varios economistas y nos han hablado de tipos de cambio entre ₡510 y ₡530 para el año, creo que es algo muy complejo de anticipar para cualquier experto. Nosotros hacemos nuestro presupuesto con esos números, pero preparamos escenarios para entender qué inversiones acelerar o posponer de acuerdo con como eso vaya cambiando.
Los últimos dos años de crecimiento en ventas de vehículos se dieron a pesar de estar en un contexto de altas tasas de interés. ¿Siente que las tasas son un elemento importante cuando una persona decide comprar un carro o no pesa tanto?
Definitivamente es importante. Para ciertos segmentos puede hacer la diferencia. Creo que en los últimos dos años la apreciación fue tanta que neutralizó de alguna forma las tasas de interés. El efecto combinado hizo que las personas se encontraran una cuota más baja por el tipo de cambio, a pesar de que las tasas de interés estuvieran más altas.
Si el próximo año bajan las tasas de interés y se mantiene el tipo de cambio para un segmento de la población podría volverse más accesible comprar vehículos. En el caso nuestro no anticipamos que eso incremente la demanda porque puede ser que muchas personas ya compraron su vehículo recientemente.
Las marcas chinas vienen creciendo en el país en los últimos años. Ustedes mismos traen varias. ¿Proyectan que continúe la tendencia y que el costarricense adopte más el carro chino?
Creemos que vamos a ver más vehículos chinos en nuestro país porque China tiene una sobreproducción; quiere exportarlos y los mercados más importantes como Estados Unidos y Europa se están cerrando, entonces uno de los lugares donde pueden crecer es en América Latina. Este es un fenómeno que no está ocurriendo solo en Costa Rica. Cuando nosotros hablamos con otros distribuidores en América Latina vemos que está ocurriendo lo mismo.
Qué aceptación tendrán los ticos es difícil de responder, pero definitivamente creemos que vamos a ver una mayor oferta de marcas y de inventario en el futuro.
¿Podríamos estar frente a un escenario similar al de los vehículos coreanos a principios del milenio, cuando se sofisticaron y se adoptaron más?
Ha pasado ya varias veces en los últimos 70 años, fue igual con los japoneses: después de la Segunda Guerra Mundial Japón no era conocido particularmente por la calidad en su producción y hoy en día son un producto altamente conocido por la excelencia. Igual pasó con Corea y perfectamente puede estar ocurriendo con algunas marcas chinas.
¿Tiene pensado Purdy apostar más en vehículos eléctricos?
Sí (...), parte de las nuevas marcas que hemos traído (Xpeng, por ejemplo) es para atender ese crecimiento de la demanda de vehículos eléctricos. Nosotros estimamos que para el otro año uno de cada cinco vehículos nuevos va a ser eléctrico en el país. Ya estamos en un 17% y creemos que va a llegar a un 20%; nosotros nos estaríamos moviendo en esa misma proporción. Nos sentimos con una oferta de producto muy competitiva para satisfacer esas necesidades de clientes tanto en eléctricos, híbridos, plug-in, y en todas las tecnologías.
¿Ustedes se imaginan entrando al segmento de carros eléctricos menores de $30.000?
Si la calidad cumple con nuestro estándar, definitivamente entraríamos ahí. Nosotros no es que le huimos a ese segmento de precios, sino que buscamos vehículos de muy alta calidad. Algo que está ocurriendo con los vehículos eléctricos, en general, es que el precio está bajando en forma importante. En Costa Rica, del 2023 al 2024 el precio promedio de un vehículo eléctrico bajó $10.000, entonces es muy posible que los vehículos que hoy se venden en $39.000 el otro año se puedan vender en $29.000 con una calidad similar o incluso hasta más alta.
Ustedes han apostado también por los vehículos híbridos, ¿cuál ha sido la aceptación del mercado?
Es un vehículo que le encanta a un gran segmento de la población porque le genera ahorros de combustible de cerca de la mitad del consumo del mes y es una tecnología sobre todo para personas que tal vez no están dispuestas a dar el salto a 100% eléctrico. Es común que cuando traemos nuestras versiones híbridas se vendan mucho más rápido que las versiones de combustible.
¿Imaginan un 2025 en el que se vendan proporcionalmente más híbridos?
Proporcionalmente sí, sin duda, porque también hay más oferta. La limitante para que no se vendan más híbridos, al menos en el caso nuestro, no ha sido la aceptación, sino la disponibilidad del inventario. Sí sabemos que para el próximo año vamos a tener mucha mayor disponibilidad.
Por último, ¿tienen planeado traer marcas nuevas para el 2025?
No vemos más marcas nuevas porque más bien estamos introduciendo un número importante de marcas, como Xpeng, este año y Volkswagen, a nivel comercial. No descartamos que más adelante vengan cosas nuevas, pero al menos para el 2025 vamos a afianzar estas iniciativas.