Los proyectos hoteleros registrados ante el Instituto Costarricense de Turismo se mantienen en pie, aunque algunos con retrasos en sus cronogramas, mientras el sector se prepara para una modesta temporada alta y una dilatada recuperación post pandemia.
La Cámara de Hoteles de Costa Rica proyecta que la actividad de los mejores meses para los hoteles este año alcance apenas entre un 30% y un 35% de los niveles habituales.
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La segunda ola de contagios que golpea a Europa -con nuevos confinamientos en los principales países emisores del turismo hacia Costa Rica como Francia y España- y también Estados Unidos, preocupa y condiciona además la posibilidad de mantener la infraestructura hotelera y turística del país en los próximos años.
Aunque el país ha tomado pasos necesarios para incentivar el flujo de turistas como la apertura total de fronteras aéreas y la eliminación de las pruebas PCR como requisito para entrar al país son las buenas nuevas para los empresarios hoteleros; la póliza de salud obligatoria resta competitividad con respecto a otros destinos de la región.
Progreso del sector
Según el registro del ICR, para los primeros meses del 2020, antes de la pandemia por la COVID-19 las empresas hoteleras con declaratoria turística aumentaron a 496 y el número de habitaciones subió a 24.068.
Gustavo Alvarado, Director de Gestión Turística del ICT, señaló que entre marzo y abril, la zona del Valle Central era la región con mayor oferta de camas, “por su reactivación y desarrollo de infraestructura hotelera producto de una dinámica con el nicho de Congresos y Convenciones”.
Después con el golpe inesperado de la crisis sanitaria mundial, el sector atravesó la “temporada cero”, en la cual la mayoría de los hoteles del país cerraron sus operaciones casi en el 100%, ya que algunos hoteles -principalmente de ciudad- tuvieron que estar abiertos en su servicios por temas diplomáticos o vuelos de repatriación, temas no asociados a la actividad comercial.
Pese a las circunstancias presentadas por la pandemia, muchos empresarios continúan con sus proyectos de inversión hotelera en el país. El ICT mapeó 23 proyectos registrados en el ámbito de Declaratoria Turística del Instituto, el cual es un trámite voluntario. Este listado de proyectos sigue en pie y con planes de abrir pronto.
Tal es el caso, del Doubletree San José La Sabana, el cual forma parte de un complejo mixto que sigue en construcción, y al cual la pandemia no les generó ningún cambio de planes. Tienen programada su apertura para el primer semestre del 2021.
Por otra parte, el proyecto Posada Rural y Senderos Don Diego ubicado en Alajuela, tenía planeada su apertura para marzo, sin embargo, el cierre temporal inesperado por la pandemia les impidió recibir público en sus senderos. No obstante, aseguran que todo está en pie y terminado y que continúan dándole mantenimiento al lugar con la esperanza de abrir pronto.
El Hotel Amor Arenal en Alajuela, el cual inició operaciones en septiembre de 2019 y continúan expandiendo su desarrollo hasta la fecha, esperan retomar sus operaciones el 1.° de diciembre de 2020, ya que por la poca demanda del mercado internacional se encontraban cerrados temporalmente.
Asimismo, el Hotel Cielo Lodge, se encuentra en la etapa final de construcción, únicamente con un leve atraso durante la cuarentena por la reducción de la mano de obra. Tienen planeada su apertura para el 15 de enero del 2021.
La nueva oferta llega en un momento de vacas flacas. Javier Pacheco, presidente de la Cámara de Hoteles, asegura que el turismo local no es suficiente para sostener la infraestructura hotelera del país.
“Cada vez va a haber menos plata en los bolsillos del costarricense para poder seguir turisteando. El mercado europeo va a estar muy limitado, dependemos entonces del mercado norteamericano", expresó.
También, hizo un llamado a que Costa Rica debe ser un facilitador para la entrada de turistas al territorio nacional, porque pese a la apertura de fronteras para noviembre y la eliminación de la prueba PCR como requisito, sigue persistiendo el cobro del seguro, con un costo elevado y que restringiría la posibilidad de que más personas visiten el país.
“Deberíamos de estarlo mejorando con precios mucho más bajos para que sea más accesible. La idea es dejar de poner ‘peros’ y ser facilitadores”, concluyó.
La recuperación de la industria
Tanto la Cámara de Hoteles, el ICT y la Cámara Nacional de Turismo de Costa Rica (Canatur) coinciden en que la recuperación de la industria va a tomar de dos a cinco años.
También afirman que esta temporada alta 2020, más bien va a ser media y baja, y que el hecho de que las líneas aéreas se pueden reorganizar para aumentar sus vuelos al país juega un factor clave en la demanda para que las personas vuelvan a tener la confianza de subirse en un avión y venir a turistear.
“El 2021 va a ser un año de desafíos, de tratar de equilibrar finanzas. No es solo la cantidad de gente que quiera venir, sino la disponibilidad de asientos que pueda tener el país”, aseguró Arnoldo Beecher, vicepresidente y representante de la Cámara de Hoteles en Canatur.
Algunas aerolíneas como Volaris y Avianca Holdings anunciaron recientemente el reinicio de sus operaciones comerciales desde y hacia el país, no obstante, apuestan por una apertura progresiva y una recuperación igual o más lenta que la de la industria turística y hotelera.
La Cámara de Hoteles ha insistido en que para que haya una reactivación y se pueda mantener la infraestructura turística y hotelera del país, las labores actuales no son suficientes, y se requieren acciones en cuatro ejes:
- Ayuda en el sector financiero, como el acceso a fondos de financiamiento y acceso a la banca de desarrollo.
- Apoyo de entidades gubernamentales, por ejemplo el ICE y el AyA, además de que a nivel laboral se logre mantener la reducción de las jornadas laborales.
- La seguridad. El turismo y el sector hotelero debe garantizar que los turistas que visiten el país encuentren un destino seguro.
- Y por último, el fortalecimiento y la competitividad en el mercado.
La crisis es profunda y la recuperación será lenta, los sectores tienen que trabajar en herramientas para poder sacar el país adelante y tener una visión a los próximos 10 años para que el turismo vuelva a retomar el camino.