ProNuvo, compañía dedicada a la producción de alimento para animales a base de proteína de insectos, alcanzó la meta que se trazó hace dos años: obtener inversión de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) para impulsar su producción en Costa Rica.
IFC, miembro del Grupo Banco Mundial, invertirá $2 millones destinados a “completar la construcción y puesta en marcha de una planta con capacidad productiva de 4.000 toneladas anuales”, según informó mediante un comunicado de prensa.
“Esto es resultado de un trabajo en el que llevamos años. La primera vez que hablamos con IFC fue hace dos años, antes del inicio de las obras de la planta actual”, contó Alexandre Carmona, cofundador y director comercial de ProNuvo.
Cuando los hermanos Carmona (Alexandre, Miguel y Gabriel), fundadores de la empresa, contactaron a la IFC la respuesta fue que la compañía aún era muy joven para recibir la inversión para la construcción de la planta.
Esta empresa inició operaciones en Costa Rica en el 2018 enfocada en la creación de alimento para el sector de la maricultura. En el 2020 le dieron un giro al negocio y ampliaron el público acaparando también el nicho de comida para gallinas caseras, mascotas exóticas y domésticas.
ProNuvo elabora sus productos a base de proteína de insectos, específicamente con larvas de mosca del soldado negro (BSFL, por sus siglas en inglés).
En setiembre del 2023 inauguraron una planta de producción en Pococí, Limón que representó una inversión de $19 millones. Con el precedente de la respuesta de IFC, la compañía trabajó con más fuerza en sus productos para mostrar que merecían el apoyo financiero; retomaron el contacto en el 2023 y fue en el último cuatrimestre de ese año que la entidad dio el visto bueno a la inversión.
Proceso de inversión
Antes de recibir la inversión, ProNuvo recibió la visita de representantes de la IFC. Carmona narró que atendieron “infinitas llamadas”, siguieron con conversaciones y hasta finales del 2023 llegó la respuesta que buscaban desde hace dos años, pero en esta ocasión fue positiva.
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En cuanto recibieron la ‘luz verde’ se involucraron abogados e inversionistas de la empresa para llegar a término en la negociación. El anuncio oficial de la alianza se dio este 19 de junio del 2024.
“Como catalizadores de la industria a nivel mundial, buscamos fomentar la circularidad y demostrar la viabilidad comercial a escala industrial del proyecto”, indicó en un comunicado de prensa Sanaa Abouzaid, gerente regional de IFC para Centroamérica.
ProNuvo tendrá que rendir cuentas del uso de la inversión de $2 millones. Desde antes de recibir el financiamiento se les solicitó detallar de qué manera usarían el monto en su planta.
Ese dinero se destinará al crecimiento de la planta y en crear más eficiencia industrial para llegar a su capacidad máxima productiva.
Contar con el respaldo de la IFC es como una especie de visa americana que permite entrar a otros destinos, en este caso a otros fondos. Carmona comentó que, desde que se dio a conocer la inversión, surgieron más oportunidades de obtener fondos para la empresa.
“Surgió el interés natural de otros fondos que dijeron “ah bueno, ya que ellos están metidos (la IFC) significa que hicieron todo el estudio de mercado, de los gerentes, los fundadores e inversionistas. Si ellos (IFC) te dieron la aprobación, significa que realmente es una empresa interesante y que tiene un futuro positivo’ “, expresó Carmona, quien aclaró que de momento no puede indicar quiénes son los interesados.
Con las inversiones expandirán sus procesos en Costa Rica y proyectan recibir más fondos para duplicar la capacidad productiva de la planta en Costa Rica. Asimismo, consideran expandirse a más países.
Proceso de creación
No es casualidad que la empresa se ubique en la provincia de Limón, ya que el sustento de las larvas son las cáscaras de banano. Ese material lo obtienen de las plantas procesadoras de banano en Guápiles.
“Las larvas consumen ese desecho de fruta y se engordan. Después agarramos la larva, la deshidratamos y queda un producto que exportamos a Estados Unidos: larva entera deshidratada”, explicó Carmona. Ese alimento está dirigido para las gallinas caseras y mascotas exóticas como ardillas o reptiles.
Si se procesa más la larva el resultado será aceite de insecto y proteína en polvo. Esta última tiene un porcentaje de proteína aumentada de 56%; se vende como un ingrediente de alimento balanceado con el cual se puede hacer pellets para perros, por ejemplo.
También cuentan con abono de larva que se utiliza como fertilizante natural para plantas.
“La larva es considerada uno de los descomponedores más eficientes de la naturaleza. Es capaz de consumir hasta dos veces su propio peso en materia orgánica todos los días y eso es lo que convierte a proteína”, indicó Carmona.
El método de producción que utiliza ProNuvo se desarrolla dentro de la economía circular, ya que aprovechan la materia orgánica sobrante de las plantas procesadoras de banano y la usan como materia prima para las larvas.