Conscientes de que Costa Rica no es una gran potencia mundial en fútbol, en desarrollo de alta tecnología, tampoco en fabricación de microprocesadores para computadoras. Magally Infante y Jorge Mora, fundadores de Pro Cápsulas, entendieron que la única opción del país para ganar en uno a uno es la biodiversidad.
“Cuando todo esto empezó, antes del 2016, nos planteamos una pregunta: ¿cuál será la próxima revolución industrial? En aquel momento nos dijeron locos cuando nuestra respuesta fue que sería salud, belleza y bienestar”, comentó Mora.
Poco a poco empezaron a trabajar y a capacitarse en temas como agricultura tradicional, especies de plantas promisorias y manejo ético de productos naturales.
En 2016 nació Pro Cápsulas, una pyme creada para exportar suplementos alimenticios y productos botánicos naturales con propiedades medicinales. Se trata de la única pequeña empresa del país que manufactura cápsulas de gelatina blanda (softgel) en Costa Rica y Centroamérica.
Esta empresa, cuya planta principal se estableció en Pérez Zeledón, cuenta con registros de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), es una marca Esencial Costa Rica y ofrece procesos de alta calidad.
“Uno de los retos más importantes que tenía, después de resolver el tema agrícola, era el valor agregado y a partir de un análisis exhaustivo de los formatos galénicos o mecanismos de fabricación de productos naturales, nos dimos cuenta que muchos de estos bienes se hacen con líquidos, ampollas o diferentes tecnologías, pero se oxidaban con el tiempo; entonces buscamos una opción que nadie lograra tener”, agregó el fundador de la empresa.
Fue así como la apuesta de valor de esta pyme se basó en un encapsulado de productos de gel suave. Infante y Mora, quienes son esposos, salieron del país para trabajar en una fábrica de softgel por más de tres meses con la meta de aprender todo lo necesario sobre este sistema.
Invirtieron en la compra de equipos y los trajeron hasta Pérez Zeledón para iniciar el negocio.
“Una vez que identificamos la necesidad, cómo salir de la pobreza, cómo tener un producto único, cómo ser mayormente competitivos con tecnología; empezamos todo el tema desde el inicio con una visión muy clara: lo que no es trazable no se cuantifica en los mercados internacionales”, añadió el empresario.
Para garantizar esa trazabilidad empezaron a hacer revisiones con el fin de certificar que los productores agrícolas cumplieron con las normas internacionales, el objetivo era que los extractos botánicos se obtuvieran de productos orgánicos reales.
El siguiente paso era crear la fórmula galénica de las cápsulas y los diferentes productos.
“La planta debía tener todas las capacidades y condiciones, por eso buscamos quien nos la diseñara de la forma correcta, ya habíamos viajado a otro país y trabajamos para tener esos conocimientos”, recordó Mora.
Esta pyme exporta a Centroamérica a través de marcas privadas por medio de una modalidad de manufactura para terceros. Además, elabora productos para Canadá, Costa Rica, España y Estados Unidos.
“El índice de crecimiento se ha determinado con el tiempo y no siempre se tienen las mismas cantidades de exportaciones. Nosotros vendemos los productos en la puerta de la planta y los clientes hacen todos los trámites para sacarlos del país”, comentó.
Pandemia, una oportunidad
A diferencia de muchas industrias que sufrieron el embate económico de la crisis del coronavirus, Pro Cápsulas más bien reforzó su visión sobre la próxima revolución industrial: el mercado de la salud, la belleza y el bienestar.
“La pandemia terminó de ratificar que nuestro proceso y nuestro proyecto era el correcto. Curiosamente, a partir de esta coyuntura, nuestra situación como empresa empezó a tener más interés en muchos otros actores que hoy ven la salud como una prioridad y han salido de otros giros de negocio para buscarnos para que fabriquemos suplementos alimenticios, nutraceúticos y los productos naturales con fines medicinales”, apuntó el fundador de la pyme.
En medio de esta atípica coyuntura, Pro Cápsulas se prepara para inaugurar su nueva planta −la segunda− en Toledo, España.
“Gracias a las ferias internacionales y a la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) que nos ha llevado a otros países a exponer nuestros productos, hemos logrado despertar el interés y hoy tenemos nuestra segunda planta en Toledo, donde arrancamos operaciones en agosto”, señaló el empresario.
La fábrica en Costa Rica es operada por entre cuatro y seis personas quienes utilizan diferentes equipos tecnológicos para producir los suplementos y vitaminas. La empresa se encadena con más de 350 familias de agricultores por medio de cooperativas.
De acuerdo con Mora, también se encadenan con centros de alta tecnología como el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot), la Universidad de Costa Rica (UCR), entre otros.
“A nivel nacional generamos fuentes de empleo directo e indirecto en procesos de investigación, desarrollo de productos, extractos botánicos, agricultura, y hacemos que el dinamismo económico de la región sea bueno”, aseveró.
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Una de las razones por las cuales decidieron establecerse en Pérez Zeledón es para cambiar el paradigma que obliga a las personas a desarraigarse de sus pueblos para ir a San José en busca de empleo, lo que tiene efectos negativos en las familias.
Tres consejos
¿Cuál es la principal lección que aprendió como empresario?: La perseverancia, la disciplina y la fe, además de tener muy claras las metas, todo esto hace que las cosas se puedan lograr. Nos abrimos un espacio en el mercado nacional e internacional gracias a esa visión.
Lo principal para atraer clientes ha sido: Las claves han sido la tecnología, la eficacia, la trazabilidad, la confianza y la garantía. Cuando logramos que los clientes comprendan que no nos interesa su dinero, sino generar relaciones de largo plazo, y convertirnos en aliados y amigos.
¿Volverá su negocio a ser el mismo de antes?: El negocio nunca podrá volver a ser el mismo, esta crisis ha generado una enorme cantidad de oportunidades que nos demuestran que lo que venimos haciendo por las personas para ayudarles a tener mejor salud y bienestar, es el camino correcto.