Para que un ejecutivo tenga la imagen correcta, es tan importante su traje como su reloj; esta es la conclusión de cuatro expertas en imagen y etiqueta empresarial, al repasar la importancia de ese accesorio como parte del atuendo masculino formal.
“El reloj es uno de los signos más importantes para proyectar una imagen de alto nivel, ya que por sí mismo comunica estatus, seguridad y confianza”, asegura Irene Jara, asesora de imagen física graduada del Colegio de Consultores en Imagen Pública de México D.F.
La relevancia del reloj es tal que se incrementa en su ausencia. Según Christy Marín, máster en protocolo de la Escuela Internacional de Protocolo de Madrid, un ejecutivo que no usa reloj envía señales negativas. “Puede significar que no está al tanto del tiempo, es impuntual o no tiene el estatus correspondiente a su puesto. Esto también sucede cuando se usa un reloj inadecuado para la oficina o de una marca poco reconocida”, añade.
La moda no aplica
En la oficina siempre se debe utilizar un reloj clásico, formal, idealmente con una correa de cuero que combine con el color de los zapatos.
Como consideración adicional, no se puede llevar el hobby al trabajo: aunque muchas marcas ofrecen relojes específicos para mejorar la experiencia al correr, en el golf o durante un vuelo, ninguna pieza deportiva se ajusta al traje ejecutivo.
“Lo adecuado sería disponer de al menos tres relojes, uno para su uso diario, otro para las actividades deportivas y el tercero para ocasiones especiales”, explica Oria García-Ordás, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo y Marketing, que imparte cursos de imagen ejecutiva.
Sin embargo, puede tener tantos como el presupuesto y sus gustos en materia de maquinaria y estética le permitan.
La autora del libro La etiqueta y el protocolo en las relaciones de negocios , Jenny Scott, señala que “los ejecutivos no pueden prescindir del reloj, a menos que estén participando en algún juego”. Las demás asesoras consultadas coinciden y agregan estas excepciones: en actividades de team building , reuniones donde se solicite eliminar elementos distractores o al usar trajes de gala, cuando no se cuente con un reloj de lujo.
Las marcas de alta relojería se adaptan a toda ocasión y las asesoras también recomiendan los clásicos: Rolex, Omega, Bulova, Herbelin o las opciones formales de marcas como Salvatore Ferragamo, Ermenegildo Zegna y similares. El secreto es que el reloj refleje lo mejor de la personalidad de cada ejecutivo.
Aiguille d’Or
El reconocimiento más prestigioso en el mundo de los relojes es el Aiguille d’Or o “Manecilla de Oro”, que se anuncia una vez al año en el Grand Prix de Relojería de Ginebra.
Las imágenes corresponden a los tres ganadores más recientes: en 2012 el Mikrogirder, de Tag Heuer (principal); en 2011 el DB28, de De Bethune; y el Double Tourbillon 30º Technique, de Greubel Forse en 2010.
Fuente www.gphg.org.