Si se revisan los precios de los productos de la empresa Dos Pinos en los supermercados Walmart de toda la región centroamericana se pueden percibir todo tipo de diferencias, y contrario a lo que se pueda pensar no siempre en Costa Rica son más caros.
EF rastreó los precios de seis productos, en el mismo formato, que se ofrecían en los sitios de Walmart para los países del Istmo este 27 de junio. Reunidos los datos se convirtieron a dólares al tipo de cambio correspondiente.
La comparación establece que un litro de leche semidescremada, por ejemplo, le puede salir un poco más caro en Costa Rica que en Nicaragua, pero más barata que en Honduras, El Salvador y Guatemala. El paquete de 800 gramos de Leche Pinito le puede costar casi lo mismo en Costa Rica que en Guatemala, le salen más caros en suelo salvadoreño y más baratos en territorio nicaragüense.
Medio galón de helado de vainilla, en cambio, le saldría más caro en Costa Rica que en todos los países antes mencionados (excepto Honduras, en donde esa exacta presentación no se encontraba disponible al momento de esta publicación).
En general, los precios para los productos en Nicaragua es menor que en Costa Rica. ¿Por qué ocurren estas diferencias? Son tantas las posibles respuestas como los factores que inciden en la fijación de precios de un producto.
La fijación de precios
La fijación de precios de productos puede variar entre mercados por los más distintos motivos. Así lo explicó a EF el economista José Luis Arce, de FCS Capital, quien hizo alusión al caso de cualquier empresa y no específicamente a Dos Pinos.
“Los precios cambian con todos los productos e incluso pueden ser diferentes entre las fronteras de los mismos países, dependiendo del público al que busquen atender los supermercados. La lógica es parecida a la de una Coca Cola, que puede valer más en una zona turística, o un Big Mac, que no te va a costar lo mismo en Times Square que en la Avenida Central”, subrayó.
Cada mercado es un mundo en sí mismo, con sus diferentes poderes adquisitivos, condiciones de competencia y costos operativos para transportistas y vendedores finales, entre muchas otras cuestiones.
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Poder adquisitivo
Los precios de cualquier producto suelen contemplar el poder adquisitivo de su consumidor final y eso, a su vez, moldea parte de la magnitud final que alcancen desde un inicio.
En ese sentido, no es lo mismo venderle a un costarricense que a un nicaragüense o a un guatemalteco pues todos los países ofrecen una capacidad de consumo distinta.
El PIB per cápita, que se utiliza como una referencia de la riqueza y la calidad de vida de las poblaciones, es de unos $12.000 en Costa Rica; pero decae hasta unos $4.600 en Guatemala y unos $1.900 en el caso de Nicaragua.
Esta situación ocurre también a lo interno de los mismos países, que no tienen poblaciones uniformes. Por eso es que un producto, aún cuando tiene las mismas características, se puede encontrar a un precio más elevado en una zona turística que en un barrio residencial de clase media, por poner un ejemplo.
Competencia de mercado
Otro factor que puede impulsar los precios hacia arriba o hacia abajo es el nivel de competencia que tenga cada producto en su determinado mercado. Es usual que los precios tiendan a ser más bajos en escenarios de mayor competencia, conforme los oferentes luchan por la preferencia de los compradores.
En ese sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha señalado en diversos informes sobre Costa Rica que el país todavía muestra debilidades. De hecho, en su último informe de Estudios Económicos sobre el país publicado en 2020, llamó la atención sobre el hecho de que el país era el segundo con la leche y el arroz más caros, y el primero donde la compra de un vehículo o el pago del servicio de Internet eran más costosos.
“Una cantidad relativamente pequeña de empresas grandes domina la economía (...) los cálculos realizados para este estudio indican que los márgenes de ganancia son más altos en Costa Rica que en la mayoría de países de la OCDE”, decía por entonces la organización internacional.
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Costos operativos
Los precios, además, se ven condicionados por los costos operativos más individuales de cada país y de cada región. Por ejemplo, si es más caro trasladar los productos o contratar a las personas necesarias para venderlos, entonces es posible que deba trasladarse un mayor costo al consumidor.
En Costa Rica, por ejemplo, un clamor constante de los empresarios es la necesidad de reducir costos en tarifas eléctricas y el costo de los combustibles. Ambos son recursos que gestionan empresas estatales y cuyo valor, además, está gravado con impuestos: uno general (el IVA) y el otro específico (Impuesto Único a los Combustibles).
En este campo también influyen cuestiones meramente relativas al modelo de negocio de cada empresa y su capacidad de negociar mejores condiciones con terceros. Por ejemplo, no es lo mismo el costo por trasladar una caja de leche entre un volumen mayor general, que entre uno más chico.
Visión global de cada empresa
Otro factor de peso es la visión global que tenga cada empresa sobre su rentabilidad en determinado momento. Una compañía fijará sus precios para cada mercado de modo que pueda obtener la máxima rentabilidad posible sin ahuyentar a sus clientelas.
“A una empresa lo que le interesará siempre es ser globalmente rentable, no individualmente rentable”, explicó el economista Arce. “En ese sentido, toma las decisiones para vender en diferentes mercados, en diferentes formatos, en diferentes lugares y maximizar las ventas”.
¿Competencia desleal?
Los precios también se pueden fijar artificialmente por debajo del monto de producción, como un tipo de competencia desleal que se aplica para vender e inhabilitar competidores en el mediano y largo plazo. Esa práctica se conoce como dumping.
En 2017, por ejemplo, la Cooperativa Ganadera de Sonsonete en El Salvador denunció por esta práctica a Dos Pinos.
El Ministerio de Economía salvadoreño (MINEC) determinó que la empresa tica sí incurrió en un margen de dumping, pero descartó aplicar sanciones al no haber encontrado daños mayores en las ventas ni la producción locales, según informó La Nación, el 17 de julio de 2019.
En aquel momento el gerente de Relaciones Corporativas y Ganaderas de la cooperativa, Francisco Arias, alegó que el Ministerio de Economía de El Salvador habría dejado de lado “costos asociados a la comercialización y no tomó datos comparables” para llegar a esa conclusión y descartó la existencia de prácticas desleales.
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La empresa asegura aún hoy que las importaciones de leche fluida de larga duración de la marca en El Salvador no provocaron daño a la industria láctea de ese país, por lo que la cooperativa compite “legalmente” en tierras salvadoreñas.
EF le consultó por medio de correo electrónico el cómo logró justificar sus precios en ese mercado, pero la empresa no ahondó de más en el tema.
“Dos Pinos realiza un monitoreo de mercado permanente para ofrecer opciones competitivas de productos de acuerdo a la realidad nacional. Hay variedad de productos que se venden en otros mercados a precios similares o mayores que en Costa Rica. Esto se denomina estrategia de precios y es algo que hacen todas las marcas del mundo para ser competitivas”, precisó Luis Mastroeni, director de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad.
El director subrayó que las estructuras de costos entre las naciones cambian, en parte, por cuestiones como los impuestos de ventas, los niveles de salarios mínimos, los costos de los servicios públicos y el precio de los combustibles y la energía.
Bloqueo comercial con Panamá
Para la comparación realizada en este trabajo no se tomaron en cuenta los productos de la empresa tica en Panamá.
Dos Pinos ha dejado de exportar parte de sus productos a ese territorio ante las medidas restrictivas impuestas por ese gobierno. En promedio, según indicaron, la reducción ha sido de unos 50.000 litros diarios de lácteos desde el cierre de la frontera en julio de 2020. El impacto estimado en ventas, actualmente, sería de unos $50 millones.
Ante esto, la cooperativa afirmó que ha logrado equilibrar con sus ventas en otros mercados y aún continúan con representación en otras categorías como jugos, néctares y chocolates. Todo esto es parte de la visión global de cualquier empresa, que incide en el nivel de sus operaciones y hasta en sus precios finales.