París. Las principales compañías de petróleo y gas han realizado importantes ganancias durante el primer semestre del año gracias a un alza de los precios pero sobre todo a reestructuraciones para mejorar la rentabilidad.
BP, Chevron, ExxonMobil, Shell, Total y Repsol, que publicaron sus resultados en los últimos días, se embolsaron en total más de $24.000 millones en beneficios netos en los seis primeros meses del año.
Todas registraron un repunte de sus ganancias en relación al año pasado. Algunas volvieron a obtener cifras positivas después de haber acarreado pérdidas en la primera mitad de 2016.
Casi todas aumentaron su producción de hidrocarburos, pero se han beneficiado sobre todo un de alza de los precios después de que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros grandes productores no asociados al cártel acordaran a finales de 2016 para limitar la producción y así frenar la caída de los precios.
El precio medio del Brent ascendió a $51,7 en los primeros seis meses del año frente a $39,8 en el mismo periodo de 2016.
Es todavía muy poco en comparación a los máximos que había alcanzado el mercado en el pasado, pero las grandes compañías logran ahora ganar dinero con precios más bajos.
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"Es un ambiente difícil y podría quedarse así un rato. Pero estamos construyendo una compañía resistente a estas condiciones cambiantes", declaró esta semana Bob Dudley, el director general de BP.
Cuando los precios del petróleo cayeron hace tres años, los grandes grupos tomaron medidas rápidamente. Redujeron costos, vendieron activos no estratégicos, se centraron en los proyectos más rentables y mejoraron su funcionamiento.
La española Repsol, por ejemplo, había anunciado a finales de 2015 un plan que preveía reducir su personal en unos 1.500 empleados hasta 2018 y que ya ha cumplido.
"Las grandes compañías petroleras demuestran que tienen una gran capacidad para adaptarse a precios más bajos", estiman los analistas de Goldman Sachs en una nota.
Incluso, hoy están mejor posicionadas en términos de rentabilidad y de flujo de caja que cuando los precios estaban por encima de $100 por barril en 2013-2014, señalan.
"Los costos medios de producción han caído un 40% desde 2014", dijo a la AFP David Elmes, experto en energía y profesor de la Warwick Business School.
"Lo que es importante en los resultados recientes es la forma en la que las empresas generan nuevamente suficiente dinero" para cubrir sus inversiones y dividendos, señala.
Hasta ahora se analizaba la caída de los precios como una fase más o menos transitoria, pero la idea de que se instale de forma definitiva ya no es tabú.
En Shell, el director Ben van Beurden asegura que su compañía está trabajando ahora como si los precios del petróleo se mantendrán "bajos para siempre" (lower forever).
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"No queremos pensar que nos espera a la vuelta de la esquina una subida de los precios del petróleo para que nos ayude", indicó.
Para ahorrar, estas grandes compañías han dejado de lado las proyectos más costosos, como las arenas bituminosas de Canadá o algunas perforaciones en el Ártico.
Pero en el futuro, tendrán que encontrar nuevas reservas de petróleo y gas explotables a un costo razonable, lo que podrían ser complejo medio plazo.
"Muchos están bajo el control de empresas nacionales que tienen el deseo y los medios para desarrollarlas ellas mismas", señaló David Elmes.
"Y en áreas tales como el gas de esquisto estadounidense, compiten con las empresas más pequeñas, más especializadas y probablemente mejores en el control de sus costes", añadió.