Los outlets de saldos proliferan en el país y se convirtieron en una opción para los amantes de las ofertas. Muchas de las compras que allí se hacen son por placer, diversión e incluso para revender.
Este tipo de outlets, son distintos a los ya conocidos de marcas que se abastecen por productos de la temporada anterior o que tienen algún defecto de fábrica. En este caso, los de venta de saldos se abastecen por la compra de contenedores que provienen de Estados Unidos, y que en su mayoría, son comprados a “ojos cerrados”.
La esencia de estos negocios es rellenar los cajones con todo lo que vienen en esos contenedores y cada día de la semana ofrecer los artículos a un precio distinto. Mientras más caro sea el día, mayor es la calidad de los productos que allí se ofrecen o los productos son los más sofisticados.
Estos locales crean toda una campaña de expectativa al utilizar sus redes sociales para promocionar la mercadería más atractiva y así llamar la atención de los clientes. Desde el día anterior promocionan lo que verán a primera hora del día siguiente y así es cómo se generan filas y se alimentan las ansias de los consumidores por ir a pescar lo mejor a precios muy bajos.
Los contenedores que compran los outlets están compuestos por artículos que no se vendieron en Amazon o en otras plataformas digitales, así como inventario que quedó en grandes tiendas estadounidenses como Target o Macy’s.
El gancho de estos locales es ofrecer mercadería en su gran mayoría nueva, de marcas famosas y a precios con entre 40% y hasta 80% de descuento.
Modelo de negocio
El nacimiento de los outlets ocurrió en Estados Unidos cuando las fábricas del este del país comenzaron a ofrecer productos especiales a sus empleados a precios más bajos.
Luego se abrieron las primeras tiendas de moda con prendas más baratas de lo normal, pero seguían siendo para empleados de la fábrica. Los productos se solían ofrecer revueltos en cajones para que la mercadería no se desperdiciara.
Este concepto comenzó a ganar popularidad hasta que se abrió para todo público.
Los outlets se convirtieron en un salvavidas para los comercios, ya que ofrecían productos que se les quedaba en el inventario a precios más bajos, pero siempre con algún tipo de rentabilidad.
Ahora en medio de la época digital y con la masificación de servicios como los que ofrece Amazon, los outlets de saldos llegan a resolver un problema para las tiendas que vendieron sus productos en línea, pero que por algún motivo no llegaron a su cliente final, no se vendieron, o fueron devueltos.
Bajo el esquema, los productos que quedan en una especie de “limbo” son depositados en containers y llegan a Costa Rica en estos negocios de cajones.
Lo primero que debe saber el consumidor es que este tipo de comercios, no operan como un “outlet convencional”, ya que los que son de marcas propiamente ofrecen las mismas garantías que en sus tiendas convencionales. Los compradores están respaldados por la calidad del producto aunque lo adquieran en descuento.
Mientras que estos de saldos, en su gran mayoría no aceptan devoluciones y por esta razón es muy importante que los compradores se aseguren de revisar su producto antes de pagarlo.
“Nostros compramos saldos de Amazon y de Target, y los importamos. No conocemos específicamente la mercadería que viene en los contenedores, pero sí viene con un manifiesto. Nosotros no seleccionamos lo que viene”, explicó Nasser Odeh, socio de Planet Outlet, en Heredia.
Planet Outlet opera en el país desde hace un año y cuatro meses, cuando sus dueños quisieron traer una oferta de productos accesibles en medio de la pandemia y gracias a familiares que tienen en Estados Unidos se les facilitó el proceso.
Los precios que ofrece este local varían según el día de la semana, el más caro son los viernes a ₡7.900, luego comienzan a descender hasta llegar los jueves de liquidación de todo a ₡500.
El ingreso de mercadería es relativo según la cantidad de contenedores que llegan y así distribuyen sus productos según los precios de los días entre semana.
También hay otros outlets que administran su mercadería de forma diferente, como es el caso de Laura Vindas con su negocio Life House que opera desde hace 11 meses en Pavas.
“Aquí hay dos formas de comprar, está el container cerrado que se trae desde California, Miami o Los Ángeles, o usted escoge el producto que está trayendo. Nosotros ya sabemos lo que viene porque se escoge por tarima, se llena el container con 40 tarimas y el cliente nos manda el manifiesto. Nosotros lo hacemos así porque yo no vendo lo que yo no quisiera comprar”, explicó Vindas.
En este outlet venden muebles que están valorados entre $5.000 o $6.000, a ₡300.000. Esto como parte de su oferta más exclusiva, pero también ofrecen otro tipo de artículos como electrodomésticos, utensilios de cocina, productos para el hogar, dispositivos tecnológicos, ropa y accesorios.
Este outlet no vende en cajones, sino que cada producto tiene su respectivo precio según el descuento que se le asignó.
Competencia voraz
En este momento lo que golpea al negocio de los outlet son las altas tarifas de transporte y los problemas de logística.
“Yo empecé pagando un container de bodega a puerto en Estados Unidos a $4.200 y ahorita estoy pagando $7.500, e inclusive el pasado lo pagué hasta en $8.600. Cuesta mucho competir ahorita”, relató Vindas.
La forma en la que se calculan los precios al menos en Life House, es tomar el costo final del artículo en Amazon y en otras páginas de venta en línea, y luego aplicarle entre un 40% a 60% de descuento.
Las tarifas finales también contemplan el precio final del contenedor, los impuestos para traerlo a Costa Rica y el costo de transporte.
El pago de impuestos para estos containers depende del tipo de mercadería que viene en ellos y el precio que costó en el extranjero.
Otro factor que les está jugando en contra a los dueños de estos negocios es la voraz competencia que se desató en el último año. Este tipo de comercios proliferan con fuerza en todo el país y los obliga a traer mejores productos a precios de locura.
“Rentabilidad sí hay, pero hay mucha competencia también”, aseguró Odeh. El socio aseguró que en muchas ocasiones se ve que dentro del outlet hay muchísima gente, pero los altos costos de logística y mantenimiento del local les pasa la factura en cuanto a las ganancias que reciben.
La forma en la que los clientes pueden cazar las mejores ofertas es eligiendo el día que llega la nueva mercadería y estar en las afueras del local antes de su hora de apertura.
Por lo general el cambio de mercadería se hace por las noches para que al día siguiente cuando el negocio abra sus puertas las personas encuentren todo lo nuevo.
La mercadería en su gran mayoría es nueva y si bien algunos artículos presentan defectos luego de pasar mucho tiempo en bodegas o en los transportes, quienes acuden a estos negocios saben a qué van y aceptan que un rayón no afecta la calidad final del artículo.
La suerte y la paciencia son aspectos fundamentales en los outlets. Para conseguir buenos productos a precios muy bajos es necesario buscar entre los cajones y pasillos para encontrar lo mejor.
También es importante que los clientes busquen en cuáles outlets se encuentran las mejores mercaderías, debido a que los contenedores tienen diferentes precios en el extranjero y por ende, diferentes tipos de productos. Hay negocios que compran los más baratos y eso se verá reflejado en una oferta más débil.
Productos hay para todo tipo de gustos, lo que marca la diferencia en estos locales es la habilidad para “bucear” y encontrar artículos valiosos a menos de ₡10.000.