El 4 de agosto del 2021, Monteverde se convirtió en el cantón número 83 de Costa Rica y el décimo segundo de la provincia de Puntarenas.
“Con una biodiversidad única en el país, Monteverde es una zona próspera y pacífica, de alta atracción turística, cuyos habitantes han sabido desarrollar actividades económicas sostenibles, protegiendo y cuidando sus recursos naturales”, indicó el presidente Carlos Alvarado, tras firmar la ley aprobada por la Asamblea Legislativa, bajo el expediente 10.019.
Esta comunidad inicia su historia en 1917, cuando llegan de manera independiente algunas familias en búsqueda de tierras para cultivar. Para 1951, 12 familias de cuáqueros, procedentes de Estados Unidos, que se alejaban de la guerra y con interés de desarrollar en la región actividades económicas principalmente asociadas a la ganadería, ya se habían asentado en la zona.
En los años 50, muchos bosques se transformaron en pastizales para la ganadería de leche y tres años después se construyó la empresa Productores de Monteverde S. A., conocida después como la “Fábrica de Quesos”. En 1955 se abre la posibilidad de que los habitantes vendan su producción de leche a la fábrica.
En 1968, el biólogo George Powell visitó la zona para escribir su tesis y, ante la riqueza natural que encontró, convenció a Wilford Guindon, pionero de la comunidad, de unir esfuerzos para la preservación. Cuatro años más tarde se oficializó la entrega de 328 hectáreas de bosque para conservación, por un monto simbólico de ¢1, al Centro Científico Tropical (CCT)
A partir del trabajo de tesis de Powell más investigadores mostraron interés por la biodiversidad del lugar y para los años setenta se inició una etapa de desarrollo fuertemente asociada a la investigación científica y a los naturalistas.
Esto fue alimentado por la publicación de un reportaje sobre quetzales desde Monteverde, elaborado por Powell, en el periódico American Birds a inicios de los años 70. En 1978, el documental de la BBC, Forest in the Clouds llegó a una audiencia mucho mayor. Posteriormente, la revista International Wildlife, publicó un artículo ilustrado Is this the Garden of Eden?, en el cual se destaca Monteverde. Todas estas publicaciones hicieron que el destino se diese a conocer cada vez más por su importante ecosistema.
Con la llegada de investigadores comenzaron a surgir necesidades de servicios básicos como hospedaje, alimentación y otros que fueron cubiertas por los vecinos de la comunidad, y se convirtieron en las bases de lo que sería Monteverde como atractivo turístico.
Entre los años 70 y los 90, los esfuerzos del CCT fueron dirigidos a comprar tierras, que permitieran conservar la mayor cantidad posible de bosque nuboso y sus zonas de transición. En la actualidad, existen 4.125 hectáreas protegidas por el CCT y 22.000 que administra la Asociación Conservacionista de Monteverde, así como miles de hectáreas de bosque que hoy se mantienen en fincas familiares, en las que se desarrollan distintos proyectos.
La investigación continúa siendo fundamental y la visita de científicos, estudiantes y profesores también ha crecido. La visión de protección y conservación de George Powell y Wilford Guindon se ha mantenido entre las más de 6.000 personas de Monteverde, donde se ubica también las reservas Bosque Eterno de los Niños (creada en 1988) y Reserva Santa Elena (creada en 1992).
Monteverde es considerada una de las zonas más ricas en biodiversidad del país, con 3.021 especies de plantas identificadas (10% endémicas). Se estima que es el sitio más diverso de orquídeas del mundo, con 500 especies descritas, de las cuales 32 son nuevas especies para la ciencia. También es reconocido por su alta diversidad en aves y anfibios y a nivel mundial es referente por ser el sitio donde habitaba el sapo dorado (Bufo periglenes), extinto desde 1989.