A pesar de que el acceso de las personas a las playas se limita a tres horas al día la Marina Pez Vela decidió mantener intacta su planilla de 135 empleados para apoyar la zona costera de Quepos que subsiste principalmente de la pesca y el turismo.
La decisión no fue fácil pues la temporada cero cayó de la noche a la mañana como un balde de agua fría, y aún con el relajamiento de las medidas sanitarias (propias de la fase dos) el sector todavía ve lejana su recuperación.
Sin embargo, la decisión que se tomó desde inicios de la crisis fue crucial: invertir en el recurso humano e innovar para dar la lucha en este incierto panorama.
“En los buenos tiempos podemos lucrar gracias a nuestros empleados, por eso en los tiempos de crisis hay que reinvertir en ellos”, comentó Scott Cutter, director de ventas de Marina Pez Vela.
Además de invertir en el recurso humano el grupo decidió hacer rebajas durante los próximos seis meses en los alquileres de 35 locales para garantizar la continuidad de los negocios que se encuentran a lo largo de la marina.
La esperanza es que esta estrategia les repare empleados e inquilinos fieles y comprometidos, que les ayudarán a crear un ambiente turístico más robusto a futuro.
En esta zona costera de Quepos hay negocios de tour operadores con botes y catamaranes; restaurantes; consultorios médicos; gelaterias; salón de belleza; tiendas de souvenirs, de ropa deportiva y equipos de pesca; y hasta un supermercado.
También se redujo a un 50% las cuotas de mantenimiento y se recibió el apoyo del banco Promerica, institución que brindó micropréstamos diseñados para la crisis lo cual le dio un respiro a las empresas que se encuentran en las cercanías de la marina, según Cutter.
Otro punto que jugó a favor fueron los botes de lujo de clientes extranjeros que aún continúan pagando el alquiler por tener parqueadas las embarcaciones.
Reactivación a cuenta gotas
Poco a poco los turistas nacionales llegan hasta la Marina Pez Vela y así llevan un poco de oxígeno al sector. Sin embargo, el volumen de visitación aún es bajo pues las playas solo tienen autorización para abrir al público de 5 a 8:30 de la mañana.
Con el leve relajamiento de medidas el reto es ofrecer un ambiente seguro y libre del virus SARS-COV-2 para que los visitantes tengan una experiencia segura y se atrevan a redescubrir las bellezas de esta zona costera de Quepos.
Durante mes y medio la marina invirtió recursos para educar y entrenar a sus trabajadores, quienes ahora reciben a los turistas nacionales con mascarillas y termómetros para tomar la temperatura tanto dentro de la marina como a lo interno de los comercios.
Además se colocaron dispensadores de alcohol en gel cada cinco metros a lo largo del proyecto y se realizaron desinfecciones generales en las áreas comunes para garantizar un espacio limpio y seguro.
Aplicar descuentos en las villas, condominios y hasta el menú de los restaurantes forma parte de la estrategia de reactivación para atraer turistas a la zona.
“Mucha gente va a Guanacaste pero esta es una oportunidad para redescubrir esta zona tan linda, tenemos villas con 50% de descuento y estas ofertas las hemos extendido hasta noviembre para que el turista nacional venga”, agregó Cutter.
Dejar de lado los menús internacionales para darle paso a la gastronomía local es otra de las acciones para atraer a turistas de diversas zonas del país e incentivar el consumo de las personas que viven en Quepos.
La temporada de ballenas podría ser un punto alto de visitación en las próximas semanas debido al gran éxito que tuvo en el 2019 con los turistas nacionales.
“La temporada de ballenas es un punto de esperanza importante, las ballenas ya están aquí y se pueden ver desde la marina. El 15 de julio es el inicio oficial pero no hemos hecho una promoción masiva porque estamos esperando los lineamientos del Ministerio de Salud”, comentó el director de ventas de Marina Pez Vela.
El criterio de Salud es fundamental pues solo así se podrá saber las densidades que se permitirán en los catamaranes para brindar viajes seguros a los turistas que decidan observar a las ballenas que se acerquen a las costas de Quepos.
En este caso se ofrecerán opciones para todos los bolsillos, desde un tour económico en catamarán hasta viajes con hospedaje en villas privadas, a fin de que las personas tengan un amplio menú de opciones.
Tres consejos
¿Cuál es la principal lección que aprendió como empresario?
La oportunidad de invertir en la gente, en el recurso humano durante tiempos difíciles cuando la mayoría de las empresas están quitando personal.
Las empresas que luchan por mantener a los empleados van a salir más fuertes de la crisis, probablemente sufran más pero las que mantengan el compromiso de invertir en la gente van a salir más rápido y más fuertes.
Lo principal para atraer clientes ha sido:
Son tres cosas, primero hay que tocar la imaginación de la gente. Ahora la gente valora la familia, las memorias, el sentirse libre y hay que tocar la memoria para que cuando lleguen a la marina respiren un aire de esperanza.
Hay que combinar la imaginación con la seguridad y brindar un manejo cauteloso con las medidas de seguridad.
La economía está anémica y la gente está con miedo sobre los gastos que puede o no hacer. Hay que reconocer esto, antes había restaurantes que cobraban $35 por una hamburguesa y ahora cobran $17.
¿Volverá su negocio a ser el mismo de antes? ¿En cuánto tiempo?
Mi opinión es que esto va a durar varios años, una temporada alta con un buen esfuerzo del Gobierno Central, de las empresas privadas y del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) puede que arranque en noviembre del 2020 o a inicios del 2021. Pero esta temporada alta puede ser más como una temporada baja normal.
La esperanza de una actividad costera turística parecida a la normal (antes de la pandemia) podría darse hasta en la próxima navidad entre el 2021 y el 2022.