Con algunos mitos de frente pero con precios más atractivos, el mercado de los medicamentos genéricos se ha mantenido con un vaivén en el país.
No existe un único dato oficial sobre cuántos de los fármacos que se comercializan en Costa Rica son genéricos.
Datos de la consultora IMS –brindados por el fabricante Sanofi-Genfar– indican que el mercado de genéricos de Costa Rica tiene un valor de 116 millones de euros y representa el 36% del mercado, tomando en cuenta compradores estatales (Caja de Seguro Social e Instituto Nacional de Seguros) y privados (farmacias).
De acuerdo con esta información, en el último año el mercado creció un 6%.
No obstante, si se separan los compradores, los números son más positivos para el sector privado que para el público.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al medicamento genérico como aquel que presenta el mismo principio activo y la misma forma farmacéutica que un medicamento original o innovador. Las casas fabricantes pueden elaborar este medicamento una vez que vence la patente de original.
Información de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) –suministrada por la Asociación de Genéricos Farmacéuticos (Agefar)– muestra que del 2003 al 2008 más de la mitad de las medicinas adquiridas por el Seguro Social fueron genéricas, una situación que se revirtió a partir del 2009.
En las compras del sector privado, el panorama es diferente. Gabriela Jiménez, gerente de Mercadeo de las farmacias Fischel, informó que la venta de genéricos en las farmacias ha tenido una participación estable que crece tímidamente año con año.
“Su participación supera el 30% en los últimos tres años, según IMS”, agregó Jiménez.
La Comisión para Promover la Competencia (Coprocom) agrega que el sector privado es el mayor comprador.
En cuanto a la producción local para exportar, el mercado también está en negativo.
Del 2009 al 2013 se generó un 60,6% menos de divisas en esta categoría, que engloba, en su mayoría, genéricos, de acuerdo con datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Todas las casas farmacéuticas fabricantes que operan en Costa Rica son de medicamentos genéricos, tales como Calox y Gutis. Se suma el ingreso de otras marcas como Genfar.
Potencial mercado
Lineth Fallas, presidenta de Agefar, explicó que parte de la caída de los genéricos frente a los originales se debe a que los segundos han ido ganado terreno luego del ingreso de los medicamentos biológicos y biotecnológicos al mercado, alrededor del 2009.
Sin embargo, proyectan que el panorama cambie.
La pirámide poblacional del país indica que Costa Rica tendrá una cantidad de adultos mayores hasta cinco veces más que la actual, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
Este escenario es atractivo para todo el sector farmacéutico, pues se trata de un segmento de la población con más posibilidades de consumir medicamentos.
En ese posible crecimiento en la demanda de fármacos, los productores de genéricos esperan aumentar su cuota de mercado.
Fallas añadió que también prevén aumentar su mercado porque cada vez más existe una mayor oferta nacional y extranjera de genéricos, no solo en variedades de los ya existentes, sino en enfermedades que tratan.
Gerardo De Eguiluz, gerente general de Sanofi para Centroamérica y Caribe (fabricantes de los genéricos Genfar), coincidió en que se espera un movimiento ascendente para estos productos.
“Tanto los médicos como los pacientes requieren alternativas más accesibles, por lo cual vemos una tendencia de crecimiento en el uso de estos”, externó.
Un informe de Coprocom del 2011 indicó que entre el 2010 y el 2014 expirarán las patentes de productos con ventas mayores a $142.000 millones, por lo que se estima el ingreso de genéricos de menor costo en áreas como reguladores del colesterol, antisicóticos y antiulcerosos.
El mito
Por tratarse de productos “copia” de otros, la venta de estos medicamentos atraviesa una serie de mitos sobre su calidad y eficacia.
“Las compañías fabricantes de genéricos se han venido esforzando por garantizar altos estándares de calidad, con el fin de ofrecer medicamentos seguros y eficaces, a precios asequibles al consumidor”, agregó Fallas.
Sin embargo, debido a que los fabricantes ya no tienen que desarrollar una nueva molécula y no tienen que hacer ensayos clínicos, el costo de producción y el valor para el consumidor disminuye, por lo que resultan más atractivos en precio que los originales.
Fallas comentó que, en el caso de la Caja, todos los medicamentos que entregan a los asegurados deben haber superado previamente el control de calidad que realiza la institución a cada lote del producto.
“Eso garantiza que se trata de un medicamento de calidad, seguro y eficaz, independientemente de si es un medicamento genérico o uno innovador”, agregó.