Cuando Adela Vyhnakova llegó al aeropuerto de Dublín este mes, esperaba ya no tener contratiempos en su viaje hacia la isla española de Gran Canaria.
Por desgracia, no tuvo suerte.
La aerolínea británica Monarch se declaró en quiebra esa mañana, por lo que se canceló su conexión desde Birmingham, en el Reino Unido. Antes, Ryanair, la aerolínea irlandesa de tarifas económicas, ya había cancelado uno de sus vuelos de regreso, por lo que se había visto obligada a comprar otros boletos.
Vyhnakova, de 28 años, quien trabaja como supervisora en un hotel y vive en Clifden, Irlanda occidental, terminó desembolsando más de 400 euros en total (unos $475), en vez de los 160 euros que había pagado en un principio.
“Planeé durante mucho tiempo estas vacaciones, las primeras que tomo en 14 años, y fueron un total desastre”, relató.
Las dificultades que experimentó Vyhnakova son una muestra de las tribulaciones que ha experimentado la industria de las aerolíneas europeas en meses recientes. Quiebras, problemas de personal y fallas técnicas han afectado a decenas de miles de pasajeros.
Estos problemas pueden dividirse en dos categorías: los que son por mala suerte y aquellos que se originan debido a la gran oferta que hay en el mercado europeo.
La aparición de varias aerolíneas de tarifas económicas, que ofrecen vuelos desde $15, ha transformado la industria de los viajes en Europa. Monarch y Ryanair, junto con rivales como easyJet, Eurowings, Jet2 y Wizz Air, ofrecían servicios a destinos muy comunes como París o las playas de Portugal, y también a áreas remotas del continente como Lappeenranta, Finlandia, o Varna, Bulgaria.
Los pasajeros esperan precios bajos, por lo que las aerolíneas más tradicionales se han visto obligadas a ofrecer opciones para presupuestos reducidos, en las que los pasajeros pagan una tarifa adicional por servicios como alimentos y equipaje documentado, que antes estaban incluidos.
“Los pasajeros han podido comprar durante mucho tiempo boletos muy baratos”, afirmó Andrew Charlton, director adjunto de la consultora Aviation Advocacy. Sin embargo, agregó, “Europa tiene demasiadas aerolíneas”.
Complicaciones
Estos cierres, además de otros problemas, han complicado los viajes en Europa.
Más de 100.000 pasajeros quedaron varados cuando Monarch se declaró en quiebra este mes, lo que obligó al gobierno británico a contratar aviones para transportar a sus ciudadanos de regreso a casa. Se trató del mayor movimiento de repatriación al Reino Unido en tiempos de paz.
Puede ser positivo que se derrumben las aerolíneas que tienen mal desempeño: así se eliminan los servicios menos eficientes y se da paso a una consolidación muy necesaria.
Estados Unidos ya experimentó una sacudida similar a través de fusiones y adquisiciones. American Airlines compró TWA en 2001, Delta Air Lines estableció vínculos con Northwest Airlines en 2008, United Airlines y Continental Airlines se unieron en 2010, y American y US Airways se fusionaron en 2013.
Ahora, los seis grupos de aerolíneas más importantes de Estados Unidos operan el 80% de los vuelos dentro y fuera de ese país, según Jonathan Wober, director de análisis financiero en la empresa de investigación Centre for Aviation (CAPA). En cambio, la participación de los seis grupos más importantes de Europa es de menos del 50% de los asientos, según reveló la misma fuente.
“Las aerolíneas más sólidas, con mejores operaciones y cuyos modelos de negocios se adaptan mejor están creciendo y fortaleciéndose”, señaló Wober. “Las más pequeñas y menos eficientes, están desapareciendo”.
Esta industria enfrenta otros retos a largo plazo, entre ellos la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Ahora existe un acuerdo para el tránsito aéreo que permite a las aerolíneas europeas volar a los aeropuertos de la región. Sin embargo, el brexit ha puesto en duda ese acuerdo, lo cual ha aumentado la incertidumbre para las aerolíneas.
“Las aerolíneas de bajo costo y de red tienen gran flexibilidad gracias a las relaciones con la Unión Europea y la existencia de acuerdos liberales de tránsito aéreo”, explicó Andrew Lobbenberg, un analista de HSBC. “En cuanto el Reino Unido abandone la Unión Europea, ya no tendrá acceso a estos beneficios y tendrá que negociar nuevas condiciones. ¿Serán liberales o no liberales, amistosas o no amistosas? No se sabe con certeza”.
Aunque algunas aerolíneas están desapareciendo del mercado en Europa, se espera que el mercado competitivo beneficie a los consumidores durante algún tiempo. Las empresas rivales podrían comprar los activos de las aerolíneas que quebraron y seguir ofreciendo las mismas rutas a precios bajos.
“Las aerolíneas de bajo costo tienen una presencia muy importante en Europa y estimularon mercados que antes no existían”, aseveró Wober. “En ese aspecto no hay marcha atrás”.
Mientras se da la consolidación, será importante que las aerolíneas europeas tengan un enfoque global. Podrían concentrar sus esfuerzos en acordar conexiones con rutas a destinos más lejanos como estrategia para ir a mercados de crecimiento más rápido fuera del continente.
Norwegian Air Shuttle ya comenzó a incursionar en el mercado de vuelos largos a precios económicos con destinos a Estados Unidos y Singapur. Por ejemplo, algunos boletos de Nueva York a Dublín en diciembre tenían un precio de $139. La aerolínea española de bajo costo Vueling se asoció con otras importantes aerolíneas europeas como British Airways, Aer Lingus e Iberia a través del grupo International Airlines Group.
“Los vuelos dentro de Europa no serán el objetivo de crecimiento”, afirmó Daniel Roska, analista de la empresa de investigación Sanford C. Bernstein. “Es importante pensar a escala global”.
También los precios de los boletos serán de vital importancia.
El precio de las acciones de Ryanair ha caído desde que ocurrieron las cancelaciones, pero sus ganancias proyectadas se mantuvieron sin cambios e incluso comenzó a ofrecer precios de venta, pues afirma tener confianza en que no habrá más suspensiones.
“Cuando resuelvan el problema, el próximo verano van a ofrecer los vuelos más baratos dentro de Europa y los pasajeros van a tomar esos vuelos”, enfatizó Charlton de Aviation Advocacy. “Los pasajeros van a regresar a Ryanair si tienen vuelos baratos”.
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