El turismo de ultra lujo va creciendo en Costa Rica. Personalidades de la televisión o la música, deportistas de alto calibre y hasta empresarios reconocidos conforman un segmento de viajeros muy adinerados que busca en Costa Rica privacidad, trato personalizado y aventuras exclusivas sin importar el precio a pagar.
Antes de hablar sobre cómo está creciendo esta tendencia en el país, conviene separar las categorías de viajeros; empecemos por el turista de lujo.
Se trata de un viajero con ingresos familiares totales entre $200.000 y $400.000 anuales, que busca experiencias valiosas pero no derrochar en estadías, vuela en clase ejecutiva y típicamente se traslada en transporte terrestre privado.
Cuando se habla de ultralujo hay una diferencia importante, son aquellos viajeros que tienen patrimonios superiores a $30 millones y mayoritariamente provienen de Estados Unidos, según explicó Gustavo Segura, exministro de Turismo y presidente ejecutivo de Memorable Travel Group, quien además hizo referencia al indicador de Individuo con Patrimonio Neto Ultraalto (UHNWI por sus siglas en inglés).
El hecho de que las fronteras aéreas nacionales se contaran entre las primeras en abrirse durante la época de pandemia –apenas cinco meses después de detectarse el primer caso de coronavirus en 2020– fue un punto clave en la atracción de este tipo de turistas.
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Estos viajeros de élite tenían los recursos y las ganas de viajar pero no encontraban destinos, por ello Costa Rica tomó la ventaja frente a otros países como destino para los ultra ricos.
Desde el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) aseguran que no existe una estrategia propiamente diseñada para atraer a este segmento sino que precisamente la identidad turística del país lo vuelve un destinoatractivo para quienes gozan de elevado poder adquisitivo. También hay personas que además de conocer las bellezas naturales vienen a territorio nacional en busca de una segunda residencia en la playa u otro tipo de negocios.
“Tenemos productos que satisfacen al viajero desde el punto de vista turístico y de facilidades. A pesar de que no apuntamos a ese nicho de mercado, están viniendo (viajeros de lujo y ultra lujo) porque tenemos condiciones para que ellos disfruten”, afirmó William Rodríguez, ministro de turismo.
¿Qué caracteriza a un turista de ultralujo?
Más allá de contar con un alto poder adquisitivo, el turista de élite busca libertad en sus viajes. Prefiere vuelos privados para controlar su tiempo y con la llegada de la pandemia se aceleró la tendencia de querer diferenciarse lo más posible del resto de viajeros.
Por ello no les afecta pagar más por tours exclusivos y personalizados, alejados de las ciudades y que exploran la conexión con la naturaleza. Les gusta sentirse privilegiados de conocer lugares poco accesibles. Desean que sus viajes sean únicos en todos los sentidos.
Estos visitantes gustan de actividades como:
- Buceo.
- Surfing.
- Observación de vida marina.
- Senderismo.
- Tratamientos de spa.
- Clases de yoga.
- Experiencias personalizadas como clases de cocina y coctelería.
- Pasar tiempo en la playa con privacidad.
- Ecoturismo y conexión con hábitats de especies animales.
Otro aspecto que se ve impactado por un viajero de ultralujo es el servicio al cliente: por ejemplo, para un huésped tradicional se requieren de una a dos personas por habitación, mientras que para uno de mayor poder adquisitivo pueden llegar hasta los cinco por turista, tomando en cuenta que su estancia suele ser más prolongada y los espacios más grandes. Aunado a esto, hay servicios que son necesarios y que el turista no ve, como por ejemplo decoración de jardines en las propiedades, preparación de comidas para los tours, entre otros.
¿Cómo llegan los turistas de ultralujo?
Un viajero de alto poder adquisitivo llega a suelo nacional por medio de jets privados, helicópteros o yates, principalmente.
“En la pandemia vimos un aumento interesante del número de vuelos chárter llegando a Costa Rica y en su gran mayoría era gente que lo estaba rentando, no que estaba volando en su propio avión. Eso aceleró un proceso de desarrollo de la cadena de servicios que tiene que existir alrededor de un turista de este nivel”, explicó Segura.
EF solicitó a Aviación Civil los datos de los vuelos no itinerados de los últimos años y el mayor crecimiento se presentó en el Daniel Oduber. Entre 2019 y el año pasado, la cantidad de viajes privados creció un 92%. Mientras tanto, en el Tobías Bolaños el incremento fue del 40%. Repasamos las cifras en el siguiente gráfico.
Por su parte, Aeris, el administrador del aeropuerto Juan Santamaría dio a conocer que el año pasado se realizaron 1.288 operaciones privadas, versus 1.276 reportados en 2022. El año pasado el promedio mensual de operaciones fue de 107, siendo marzo el periodo con más vuelos privados: 192.
El proceso migratorio que realizan este tipo de viajeros también es especial: se debe coordinar un espacio en el aeropuerto, detallar la fecha y hora de llegada, así como el tiempo esperado de permanencia en el país. Después de ese paso, si todo está en orden, el operador aeroportuario autoriza el arribo. En este punto, la logística en tierra es clave, pues los servicios de ground handler agilizan los trámites desde que se ingresa hasta que se abandona el país.
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Si el pasajero decide ingresar por la terminal especial para vuelos privados debe seguir el proceso normal migratorio y pagar por utilizar ese espacio. El Juan Santamaría cuenta con la mejor terminal privada de Latinoamérica, según Pro Pilot Magazine. El Aeropuerto Daniel Oduber en Liberia está construyendo un proyecto para albergar vuelos ejecutivos con una inversión de $1,5 millones.
Otra forma de arribo de esta clase de viajeros es la marítima, ya sea por cruceros o por yates. En el primer grupo, el ICT informó que el 65% de los buques que visitan Costa Rica pertenecen a la categoría de expedición y lujo en la temporada 2023-2024, es decir, unos 45.583 cruceristas.
“Hemos logrado que por el modelo de sostenibilidad que Costa Rica ofrece, los cruceristas se queden entre cinco y siete días visitando distintos puertos del Pacífico. Es una experiencia diferente tomando en cuenta que antes se quedaban entre ocho y once horas”, dijo Gustavo Alvarado, director de Gestión Turística del ICT.
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En abril de 2021 la Asamblea Legislativa aprobó una ley que pretende fortalecer el turismo náutico de lujo. La idea es atraer a embarcaciones de mayor tamaño y que puedan permanecer en el país por más tiempo, de forma que impacten positivamente la economía de las zonas costeras. Además, se introdujo la figura del charteo, que es el alquiler de la embarcación por un tiempo determinado para diversas actividades como transporte acuático, buceo y recreación.
“Después de la pandemia, la visitación de los yates ha incrementado significamente, porque la popularidad creciente de la ley de charteo en nuestro país y el auge de la industria náutica están atrayendo a más personas a visitar Costa Rica. Este interés por descubrir lugares remotos y disfrutar de todo lo que nuestro país tiene para ofrecer es una gran oportunidad para seguir fortaleciendo nuestra economía”, dijo Pedro Abdalla, director de Marina Bahía Golfito.
La oferta hotelera de ultralujo
En Costa Rica, los desarrollos para albergar a los viajeros de élite se da predominantemente en la provincia de Guanacaste específicamente, pero no de manera exclusiva, en la Península de Papagayo, Playa Grande, Playa Negra, Nosara, Playa Marbella, Tamarindo, Flamingo, Brasilito-Conchal y Danta.
Uno de los pioneros en este segmento fue el Four Seasons, un complejo hotelero que abrió sus puertas en 2004 y en el que se han hospedado celebridades de distintos segmentos.
La creciente demanda de espacios de lujo excepcional ha impulsado más proyectos y algunos abrirán este mismo año. Los repasamos:
Waldorf Astoria Guanacaste
Se trata del primer complejo de ultralujo de la marca Hilton, está ubicado en Punta Cacique y se espera que abra sus puertas en noviembre de este año. Esta es una propiedad de 70.000 m² y contará con más de 180 habitaciones, 19 apartamentos cn áreas desde los 150 m², más 17 residencias de dos o tres pisos con una inversión estimada de todo el complejo de $200 millones.
Ritz-Carlton Reserve
También en Papagayo está por llegar el Ritz-Carlton Reserve, un complejo del portafolio de Marriott International. El proyecto Nekajui, palabra chorotega que significa “jardín”, contará con 107 habitaciones. Cerca del hotel, hay 36 villas y propiedades de ultralujo de las cuales quedan disponibles solo siete con un valor inicial cercano a los $6 millones.
Aún no ha trascendido la fecha exacta de la apertura, pero la cadena hotelera confirmó que será este año.
One Only Papagayo Bay Costa Rica Resort
De acuerdo con el ICT, en noviembre de este año está previsto el inicio de operaciones del complejo One & Only Papagayo. Se trata del primer hotel siete estrellas en el país y aunque originalmente debía estar listo el año pasado, la pandemia frenó su avance.
El proyecto fue anunciado en el 2021 y cuenta con 167 habitaciones y 41 residencias; su desarrollo estuvo a cargo de la Corporación de Inversionistas de Dubái.
Six Senses Resort and Spa Papagayo
La zona de Papagayo albergará también a este hotel, el primero de la marca en la región Centroamericana según consta en la página web de la marca. En 2019 se anunció que la inversión para esta obra era de $200 millones, generaría 350 empleos y su apertura estaba prevista originalmente para mediados de 2021.
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En febrero pasado, Garnier & Garnier, la firma desarrolladora del hotel, confirmó que el complejo está en la etapa final de diseño para acoplarlo a los nuevos requerimientos post-pandemia. Esto quiere decir que no ha iniciado su construcción a pesar de que el ICT tiene agendado que comience operaciones en octubre del próximo año.
Amarrados a estos hoteles están creciendo los desarrollos de tipo residencial en zonas turísticas que son apetecidos por los extranjeros con mayor poder adquisitivo.
Otras zonas
Los complejos de lujo superior también se ubican en otras zonas del país. Hacienda AltaGracia en Pérez Zeledón, Playa Cativo Lodge en Golfo Dulce, Nayara Resorts en La Fortuna de Alajuela, así como El Silencio Lodge, son elementos de estancias consideradas por los viajeros de mayor poder adquisitivo.
“En el caso de estos viajeros el tiempo es un problema, el dinero no, por lo que llegar de un punto a otro de la manera más eficiente es una necesidad básica. Destinos emergentes como la Península de Osa y Golfo Dulce, caracterizados por sus playas vírgenes y rica biodiversidad resultan muy atractivos”, consideró Kenneth Hidalgo, gerente general de Playa Cativo Lodge.
Los empresarios ven con buenos ojos que el país crezca en la captación de este segmento del mercado turístico, especialmente porque se está “subiendo la barra” en cuanto a los estándares de calidad y servicio.
“Atraer más turistas de lujo y ultra lujo puede ser beneficioso para Costa Rica en términos de generación de ingresos, promoción del país como destino de alta gama y diversificación de la oferta turística. Sin embargo, es importante hacerlo de manera sostenible, cuidando de no alterar el equilibrio ambiental y social que caracteriza al país”, consideró Jeannette Arquín, gerente general de El Silencio Lodge.
El ultralujo, ¿clave para reducir el desempleo?
La llegada de estos megaproyectos es una puerta para generar empleo, tanto directo como indirecto, pero también marca un reto en el nivel de profesionalización del personal requerido.
Tradicionalmente zonas como Guanacaste han sido imanes para proyectos inmobiliarios lujosos pero también es de las regiones más afectadas por el desempleo; si bien en los últimos periodos este indicador en la región Chorotega , aún queda trabajo por hacer para generar puestos de calidad.
Al cierre de 2023, el desempleo en esta zona alcanzó el 9,4% y si bien se redujo, fue la segunda más alta del país, solo superada por el Pacifico Central, con un 9,7%.
Por otro lado, al observar los indicadores del desempleo en actividades de alojamiento y comidas –relacionadas al sector turismo–, también han cedido en los últimos trimestres. No obstante, aún se mantiene en dos dígitos.
Según estimaciones de la ONU Turismo, en los próximos de 10 años el turismo de lujo crecerá un 6,2%, figurando América Latina como uno de los destinos mejor posicionados para aumentar su participación en dicho mercado. En términos de competidores, los más cercanos para Costa Rica son México y algunas islas del Caribe que tienen una oferta atractiva para este nicho pero les va a tomar más tiempo consolidar su oferta.