Fráncfort.- El actual consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller, está en la mira de la justicia alemana por presunta manipulación bursátil en el escándalo del 'dieselgate'.
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La fiscalía de Stuttgart, suroeste de Alemania, anunció este miércoles haber abierto en febrero pasado una investigación por manipulación bursátil contra miembros de la dirección de Porsche SE.
La fiscalía sospecha que los directivos "anunciaron, a conciencia, con retraso" a los mercados financieros el trucaje de los motores de algunos modelos de Volkswagen, que tuvo consecuencias financieras importantísimas para los inversores, según comunicado.
Confirma así las informaciones publicadas hace unos días por la prensa.
Porsche SE, conglomerado controlado por las familias herederas del creador del escarabajo y que cotiza en la Bolsa de Fráncfort, es accionista mayoritario de Volkswagen.
Entre los tres nombres citados figuran el de Martin Winterkorn, quien dimitió de la presidencia de Volkswagen, cargo que asumió Müller en septiembre de 2015, asegurando que no sabía nada sobre la instalación de un programa para disimular las verdaderas emisiones de gases contaminantes de 11 millones de vehículos de sus marcas en el mundo.
Hans Dieter Pötsch, director financiero de Volkswagen cuando se conoció públicamente el caso, y que ahora es presidente del consejo de vigilancia del grupo, y Müller, exjefe de Porsche AG y actualmente número uno de Volkswagen , también están siendo investigados.
Los tres eran miembros del directorio de Porsche SE cuando estalló el escándalo en septiembre de 2015. Müller y Pötsch siguen siéndolo, el primero como director de estrategia y el segundo como presidente.
El gendarme alemán de la Bolsa (BAFIN) presentó una demanda en el otoño (boreal) de 2016, por lo que la fiscalía abrió una investigación.
Es la primera vez que Matthias Müller está en la mira. Pötsch y Winterkorn ya están siendo investigados por manipulación bursátil desde hace meses por la fiscalía de Brunswick (norte). El motivo es similar: se les reprocha no haber informado a tiempo a los mercados, lo que era una obligación.
Luego de las revelaciones sobre el trucaje, la acción de Volkswagen perdió 40% de su valor en dos días. Los inversores sufrieron importantes pérdidas y reclaman ahora sumas millonarias a Volkswagen.
Contactado por AFP, Volkswagen no quiso hacer comentarios.
Porsche SE reaccionó por su parte estimando que esas acusaciones son "sin fundamento" y afirmando en un breve comunicado que cumplió "correctamente las obligaciones en materia de comunicación a los mercados", una posición similar a la de Volkswagen en la investigación de la fiscalía de Brunswick.
Esta nueva investigación podría dañar la imagen de Müller, que a pesar de los errores de comunicación del comienzo logró enderezar a Volkswagen, hundido en una crisis sin precedentes por el escándalo del 'dieselgate'.
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En 2016, el constructor registró un beneficio neto de 5.100 millones de euros, tras una histórica pérdida en el ejercicio 2015. El 'dieselgate' lo obligó a constituir provisiones por 22.600 millones de euros, principalmente para satisfacer a los clientes, concesionarios y autoridades en Estados Unidos.
La justicia, tanto en Estados Unidos como Alemania, sigue intentando establecer las responsabilidades individuales en el grupo alemán en la manipulación de los valores de emisión de gases, que salpicó asimismo a los otros constructores de automóviles.
En Estados Unidos, en donde declaró ser culpable de fraude y de obstrucción a la justicia, Volkswagen ya no está amenazado por la justicia.
En otras partes del mundo, el grupo, que en 2016 se izó al puesto número uno de ventas, es objeto de pedidos de indemnización de clientes y de inversores.