
En poco más de cinco años, se perdieron casi 10.000 empleos en el país tras el cierre de varias empresas de manufactura textil.
Hoy el país, le está apostando de nuevo a esta industria, pero con un enfoque diferente. El plan no es coser prendas, como en algún momento se hizo con marcas como Levi’s, sino que la meta es ir a un proceso previo: fabricar los hilos y las telas.
Ese tipo de manufactura implica un personal calificado para operar y darle mantenimiento a maquinaria especializada y no que sepa coser.

Con este nuevo esquema, se espera el renacimiento de un sector que casi había desaparecido.
El caso que da pie a este inicio es el de la empresa canadiense Gildan Activewear, que se instalará en Guanacaste en los próximos años.
El departamento de comunicaciones de la internacional informó que la construcción de la planta emopezará a fines de este año, por lo que la producción podrá comenzar a principios del 2017. Se estima la creación de 1.200 empleos directos.

La elección de Costa Rica por parte de Gildan Activewear se debe a la cercanía con Nicaragua y Honduras, donde tienen plantas de emsamblaje de prendas.
Gabriela Llobet, directora de la Coalición Costarricense de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde), explicó que en Costa Rica se elaborará el hilo y la tela y se cortarán las piezas.
Se enviarán a Nicaragua para ser cosidas y luego volverán a suelo tico para exportarse a varios países.
La presencia de un tratado de libre comercio con Estados Unidos también es un factor que Gildan Activewear consideró antes de instalarse en el país, pues les permite exportar sin impuestos.
Nuevo enfoque
La principal diferencia entre la industria textil que ha venido reduciéndose en el país y la que está entrando está en el tipo de proceso que se realiza en las fábricas.
Empresas como Confecciones Jinete (Jockey), Centro Industrial Manufacturero El Roble (Cimer) o Hanes cerraron sus operaciones en Costa Rica tras perder competitividad por el costo de la mano de obra.
Llobet explicó que lo que teníamos antes es similar a lo que se hace aún en Nicaragua, donde todavía coser es competitivo.
El proceso de fabricar el hilo y las telas implica inversiones iniciales más grandes para las empresas, maquinaria más sofisticada y menos trabajo manual.
La jerarca de Cinde confirmó que la llegada de Gildan Activewear no se trata de un hecho aislado, pues la entidad ha estado trabajado desde hace poco más de un año para atraer empresas con este nuevo perfil.
“Costa Rica puede ser considerada para industrias que estén pensando integraciones de esta naturaleza, que implique una parte del proceso aquí y otro en un país cercano”, añadió Llobet.
Rodolfo Molina, presidente de la Cámara Textil Costarricense (Cateco), confirmó que el gremio gira hacia una operación más tecnificada, por lo que representa un reto para la mano de obra.
Con este nuevo modelo, el consumo de electricidad se incrementa en comparación con el de los talleres de costura, un aspecto que hay que tomar en cuenta para seguir siendo competitivos como país, enfatizó Molina.
“Hoy no es un impedimento para que otras empresas se instalen en el país, pero tenemos que estar pendientes del costo de la electricidad para que no nos juegue en contra en este nuevo esquema de negocio”, opinó.
Sobrevivientes
Del 2009 al 2013, las exportaciones de la industria textil cayeron un 27,7% a raíz del cese de operaciones de varias empresas.
De la mano con los cierres, la cantidad de empleados asegurados disminuyó un 29%, de acuerdo con datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Actualmente, quedan al menos ocho empresas bajo el modelo de costura a mano, que agrupan unos 5.300 empleados.
Su principal negocio sigue siendo la fabricación de prendas de vestir para exportación.
En opinión de Molina, este pequeño gremio sobrevive porque han apelado a productos muy específicos que no necesariamente pueden fabricarse a bajo costo en cualquier otro país.
“Las empresas que han quedado ya tienen su nicho de mercado, han logrado desarrollar productos proporcionales a los costos que tiene Costa Rica”, indicó el presidente de Cateco.
Tal es el caso de Textiles JB, que opera desde hace 23 años y fabrica uniformes, accesorios y otras prendas de vestir en tela.
La tela la compran localmente o la importan, y en algunos casos le aplican un proceso de sublimado, que es una técnica para teñir y generar diseños.
Alejandro Gutiérrez, gerente de mercadeo y ventas, manifestó que el haber incorporado esta tecnología les dio un valor diferenciador en el mercado.
Cuentan, además, con seis diseñadores gráficos y de moda, por lo que no se trata de una empresa que maquila miles de productos iguales a bajo costo, sino que diseña prendas a la medida.
Estas son las algunas de las empresas textileras que cesaron operaciones en Costa Rica desde el 2007.
Empresa | Despidos al cierre | Fecha de cierre | Marcas y/o productos que fabricaba |
---|---|---|---|
Bor Kar | 300 | 2013, marzo | Ropa exterior de lana |
Confecciones Jinete | 500 | 2013, enero | Ropa interior de la marca Jockey |
Compañía Textil Centroamericana | 8.000 | 2011, octubre | Ropa interior de la marca Olympo Crown |
Centro Industrial Manufacturero El Roble | 230 | 2010, noviembre | Ropa exterior de la marca Levi’s y Dockers |
Hanes | 120 | 2008, junio | Ropa interior de la marca Hanes |
VF Corporation | 500 | 2007, noviembre | Ropa exterior de la marca Lee |