La industria turística emprende una carrera contrarreloj para sobrevivir y encontrar soluciones mientras atestigua la sangría del sector. En marzo las llegadas internacionales por vía aérea cayeron 54% si se comparan con las cifras del mismo mes del 2019, según cifras del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) publicadas esta semana.
Si se analizan todas las vías de entrada al país, las visitaciones disminuyeron 51% al tercer mes del año.
Además, el sector enfrenta problemas de liquidez y está sediento de reformas estructurales para poder ser resilientes.
Los dolores que aquejan a la industria ya dejan una cara factura a hoteleros, restaurantes, transportistas, agencias emisoras, guías, operadores turísticos y a cientos de encadenamientos que dependen del sector.
En los últimos días el ICT anunció que esbozará una estrategia con la que intentará reactivar la industria. De momento todo es incierto, el frenazo que tuvieron los empresarios carece de precedentes en la historia de Costa Rica.
Concretar esa hoja de ruta depende del comportamiento de la pandemia y de la apertura de fronteras. Estas se mantienen cerradas desde el pasado 18 de marzo y que se espera que se reabran el próximo 30 de abril, pero el Ministerio de Salud es la institución que tiene la última palabra.
De lo que sí se tiene certeza es que la recuperación del sector será lenta y que tampoco ocurrirá de la noche a la mañana.
“Pasarán meses y años para lograr recuperar el sitial que ocupábamos antes de esta crisis y recuperar la visitación de 3,1 millones de llegadas internacionales que tuvimos en 2019”, afirmó María Amalia Revelo, ministra de Turismo.
La temporada cero podría extenderse por tres o cuatro meses, considera Javier Pacheco, presidente de la Cámara de Hoteles, quien agregó que el sector volvería a números normales hasta el primer trimestre del 2022.
Caída
En marzo el país experimentó una caída del 56% en los turistas provenientes de Estados Unidos con respecto al mismo mes del año anterior. Esta es una pérdida sustantiva si se toma en cuenta que durante el 2019 el 42% de los turistas provenían de la potencia norteamericana, según datos del ICT.
También se dio una disminución del 44% en las llegadas aéreas desde Europa.
Durante el primer trimestre del año, un total de 665.829 personas visitaron el país, lo que representó una disminución del 14,2% con respecto al mismo periodo del año anterior.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) estima que la visitación turística podría caer entre 20% y 30%, pero este organismo maneja el tema con cautela por la incertidumbre que impone la crisis sanitaria internacional.
Al 14 de abril el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) contabilizaba 2.455 solicitudes por suspensión de contratos de trabajo, de los cuales el 30% (744) pertenecían al sector turístico.
Mientras que para reducción de jornadas de trabajo la cartera contabilizaba 2.086 peticiones de las cuales el 19% (393) pertenecen a la industria turística.
En conjunto la cantidad de trabajadores afectados por ambas situaciones era de 22.969 personas, solo al 14 de abril. A esto hay que sumarle que las cifras que da a conocer el MTSS cambian todos los días. Es decir, los casos podrían aumentar.
Esta caída drástica aunada a las cancelaciones masivas impuso una presión sin precedentes a la industria turística.
Una de las principales preocupaciones es la falta de liquidez para poder honrar sus deudas con el sistema financiero nacional así como para pagar seguros, cargas sociales, servicios públicos y mantener salarios. La cancelación masiva de las últimas semanas trajo abajo los ingresos por lo que no se han contabilizado ganancias.
¿Qué se está haciendo?
En días pasados el ICT anunció una hoja de ruta para reactivar al sector turístico, no obstante, la estrategia está en pañales, debe de armarse a golpe del tambor y sobre condiciones inexploradas.
En una primera etapa la institución hizo un mapeo sobre la situación actual de la industria para definir tres grandes áreas de trabajo y conformar ocho equipos técnicos para diseñar las estrategias. Para eso consultó con diferentes cámaras y asociaciones.
EF preguntó a varios gremios para saber si el ICT tuvo acercamientos y si conocen como se traza el plan de reactivación.
Rubén Acón presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) confirmó que mantiene conversaciones constantes con María Amalia Revelo, ministra de la cartera, por lo que existe un trabajo coordinado. Lo mismo confirmó la Cámara de Hoteles, según confirmó su presidente Javier Pacheco.
Erasmo Rojas presidente de la Asociación Costarricense de Profesionales en Turismo (Acoprot) manifestó que el ICT no ha tenido acercamiento con el grupo.
El ICT anunció que durante abril se definirán las acciones y el presupuesto disponible para ejecutarlas. Posteriormente el plan será analizado por la Junta Directiva para poder llevarlo a cabo.
Las ocho prioridades de trabajo son la atracción de líneas aéreas, promoción y mercadeo, producto turístico, empresas de la industria, capacitación y empleo, inversión extranjera y nacional, polo turístico de Golfo de Papagayo y gestión para cruceros.
El plan entraría en efecto cuando se abran las fronteras y el turismo vuelva a activarse paulatinamente en el país, anunció el ICT. Sin embargo, habrá que esperar qué protocolos aplicará el Ministerio de Salud para el ingreso de personas provenientes del exterior.
“Cuando se abran fronteras no van a venir turistas, la recuperación de los turistas internacionales será lenta porque dependemos de la conectividad de las líneas aéreas”, comentó el presidente de la Cámara de Hoteles.
La OMT también brindó una serie de recomendaciones para ayudar a diferentes países a reactivar. Dentro de ellas se encuentran los incentivos especiales y fondos de apoyo a las empresas para que estas puedan mantener los puestos de trabajo; al menos esta es una medida de la que Costa Rica carece.
También incluye la exención o reducción de los pagos de seguridad social e impuestos, sobre este aspecto el país aplicó una moratoria tributaria pero los empresarios sí deberán de pagar los impuestos antes del 31 de diciembre.