La expectativa de la compañía local Vinos & Destilados, antes conocida como Distribuidora Yamuni, es triplicar las ventas de las marcas europeas de champagne que comercializa en el país (Moët & Chandon y Dom Pérignon) en los próximos meses.
La entrada en vigencia, en octubre pasado, del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (Aacue), redujo, de manera inmediata, en un 15% el arancel de importación de licores como el champagne .
Según Javier Abreu, representante de la empresa, esto permitió hacer una disminución de precios al consumidor de entre el 15% y 30% en marcas como Bonpas y Thorin (vinos franceses), Rioja Bordón y Diamante (vinos españoles) y Bombay Sapphire y Botanic (ginebras). La botella del Moët & Chandon, por ejemplo, pasó de $95 a $63.
Vinos & Destilados proyecta llegar a las 10.000 unidades vendidas al cerrar el año y espera aumentar la cifra en años posteriores, pues se darán nuevas rebajas arancelarias de forma gradual en algunas líneas adicionales como el whisky y el vodka.
En el caso de Florida Vinos & Destilados, la medida impacta en 67 marcas de su portafolio, como Bailey’s, Veuve Clicquot, Riunite y Blue Nun, informó Gisela Sánchez, directora de relaciones corporativas de Florida Bebidas. De acuerdo con la ejecutiva, en febrero la compañía aplicó una rebaja del 12% en promedio a su oferta, principalmente a los vinos.
“Los productos europeos se van a hacer más accesibles al consumidor y puede que exista un aumento en el consumo, aunque es un reto difícil debido al posicionamiento de productos chilenos o argentinos en nuestro mercado”, explica Sánchez.
Otras empresas como Centenario Internacional (Cisa) están a la expectativa de que, a partir del 2015, se aplique la primera reducción arancelaria del 5% a los productos que importa de Europa, es decir, whisky y vodka.
Empero, Juan José Valdés, coordinador de exportación de la empresa, considera que los cambios en el costo para el consumidor final dependerán más del comportamiento del mercado y de los precios de la competencia.
Cisa es representante en el país de marcas europeas como los whiskies Chivas Regal, Passport, Something Special y de Absolut Vodka, entre otras.
Para las otras empresas el impacto sí es notorio desde ya.
“La reducción tan importante en aranceles hace (al champagne ) mucho más accesible y equipara los precios de venta que prevalecen en los demás países del mundo”, apuntó Javier Abreu.
Importaciones a buen ritmo
Entre 2009 y 2013, las importaciones de bebidas alcohólicas crecieron un 50% y representaron en promedio $51 millones anuales, de acuerdo con datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Con el Aacue, la expectativa es que la cifra se siga incrementando, ya que durante ese periodo, la tercera parte de esos productos fue importada desde Europa, principalmente de países como Reino Unido, España, Italia e Irlanda.
Para Vinos & Destilados, Europa es el proveedor de un 60% del portafolio distribuido.
En Florida, la cifra alcanza el 43%. Además, el 75% de sus ventas de destilados viene de esos productos y el 25% de lo generado por los vinos también.
Volviendo a las cifras de importación, el whisky y los vinos destacan como las líneas de mayor dinamismo, con crecimientos de hasta el 50% en compras.
De hecho, aunque la cerveza sigue siendo el mercado más grande de bebidas alcohólicas en el país, durante 2013 el vino generó ventas por $107,2 millones, el whisky $67,9 millones y el vodka $44,7 millones, de acuerdo con datos de la consultora Euromonitor International.
En whisky , los líderes del mercado son en orden descendente, Johnny Walker, Crawford’s y Passport; mientras que en vodka dominan Rostov, Nikolai y Smirnoff.
Por otro lado, las exportaciones de estas partidas se han mantenido en un promedio de $16 millones en el último lustro, sin presentar mayor cambio.
Para compañías como Cisa, Europa significa entre un 10% y 15% de su producción local de ron.
¿Menor contrabando?
Los actores del mercado consideran que el efecto de la baja arancelaria también se reflejará en la lucha contra el contrabando, pues los productos con impuestos menores pierden atractivo para estas organizaciones ilegales.
Un reciente estudio de Euromonitor International reportó que el 22% del licor consumido en Costa Rica proviene del contrabando, cifra alarmante si se toma en cuenta que en los países vecinos el promedio es de 8%.
“Un paso sin duda en la dirección correcta, a pesar de que la baja en arancel es aún es pequeña para tener un verdadero impacto sobre esta problemática de mercados ilegales”, puntualizó Gisela Sánchez.
No obstante, la industria reclama un mejor control por parte de las autoridades, especialmente las encargadas de la frontera sur del país.
Asimismo, el sector reporta que varios bares, restaurantes y hoteles reconocidos han sido identificados por la policía como vendedores de productos de contrabando, los cuales han comprado sin saber, en ocasiones, su verdadero origen.
“Este producto de contrabando se esparce por muchos canales de distribución como supermercados, licorerías y bares, a un precio que deja fuera de competencia a los importadores que cumplen con todas las leyes fiscales”, enfatizó Juan José Valdés, de Centenario Internacional.