El pasado martes 14 de marzo el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) anunció que avanzaba rápidamente en un plan para resucitar la industria turística. No obstante, la hoja de ruta tardó tres semanas en ver la luz y carece de aportes del sector privado.
El plan se cocina a fuego lento y hasta este martes 5 de mayo se dieron a conocer los detalles. La hoja de ruta se enfoca en ocho objetivos que abarcan tres grandes áreas: turismo, tejido empresarial y fuerza laboral.
Las acciones se aprobaron el lunes 4 de mayo por la Junta Directiva del ICT y se revelaron un dia después a la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) y seis cámaras sectoriales, para que el documento sea consensuado y enriquecido por el sector privado.
La aspiración es que a partir del miércoles 6 de mayo se implementen mesas de trabajo con actores públicos y privados, para tener afinado el documento en una semana. Así lo indica el comunicado de prensa del ICT.
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La hoja de ruta será un documento vivo que experimentará ajustes de acuerdo a la evolución de la pandemia, indicó María Amalia Revelo, ministra de Turismo.
La entidad plantea revivir la industria de la mano del turismo nacional con una “campaña publicitaria nacional sin precedentes” y con acciones que permitan reducir los precios para el consumidor final. Sin embargo, el comunicado de prensa no detalla las fechas de cuándo podría darse esa reapertura.
Alianzas estratégicas con cooperativas, asociaciones solidaristas y el sector financiero para promover ofertas y facilidades de pago, forman parte de la estrategia de reactivación. También se aspira a mejorar la oferta local con ayuda de las cámaras regionales.
Todo con el objetivo de que la oferta vacacional resulte atractiva para los turistas locales.
Reabrir el sector fue uno de los clamores que realizó la Cámara Costarricense de Hoteles el pasado 29 de abril, cuando instó al Gobierno a establecer pautas urgentes que permitan retomar la actividad hotelera para que la industria se recupere de forma gradual.
“Hay miles de empleos ligados a nuestra industria, directa e indirectamente, y esas personas necesitan generar sus ingresos, nuestro llamado es respetuoso a que se nos permita reanudar nuestras actividades cumpliendo con todas las medidas de seguridad. No podemos seguir paralizados porque muchos hoteles y los empleos que dependen de ellos van a desaparecer”, manifestó días atrás Javier Pacheco, presidente de la cámara.
Esta industria empleaba a 219.000 personas de manera directa y a cerca de 400.000 de manera indirecta por los encadenamientos que produce, según datos del ICT.
Al 5 de mayo el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) contabilizaba 1.238 empresas turísticas que habían aplicado la suspensión de contratos y 880 que habían aplicado la reducción de jornadas. En conjunto ambas solicitudes impactaban a 37.496 empleados de la industria turística.
Plan de rescate
Aunque el plan del ICT no da mayores detalles, la institución informó que en conjunto con el Ministerio de Planificación Nacional y de Política Económica (Mideplan), negocia con la banca estatal un programa de rescate que consistiría en dar apoyo para capital de trabajo y flujo para las pequeñas y medianas empresas.
Mediante el comunicado se informó que se entablaron conversaciones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para desarrollar un programa de empleo para las mipymes.
El 94% de las empresas turísticas de alojamiento con 40 habitaciones o menos, son pymes y mipymes.
Según el ICT la hoja de ruta pretende que los profesionales desarrollen competencias y habilidades para que se adapten a los cambios de la industria; establecer una plataforma de capacitación virtual que brinde becas para aprender inglés; crear un programa de apoyo a las cámaras regionales; y conformar una bolsa de empleo.
Atracción de líneas aéreas e IED
Una de las titánicas tareas que se propuso el ICT es generar condiciones para el retorno de líneas aéreas al país.
Esta es una condición de salvamento indispensable para que vuelvan los turistas internacionales, una vez que las autoridades de salud den luz verde para abrir las fronteras.
Estas se mantienen cerradas desde el pasado 18 de marzo.
Mientras tanto las aerolíneas imploran ayudas económicas de carácter extraordinario para no extinguirse.
En los últimos días se dio a conocer que la Unión Europea autorizó una ayuda de 7.000 millones de euros para Air France, mientras que Lufthansa anunció que estaba a punto de obtener ayuda del estado alemán para evitar la quiebra.
Por su parte, British Airways prevé despidos de hasta 12.000 empleados por el impacto que generó el nuevo coronavirus.
Pese a este panorama el ICT está renegociando con las aerolíneas las campañas cooperativas para el 2020 y planea protocolos sanitarios para el ingreso y la salida del país.
El ICT indica que también serán necesarios los protocolos que garanticen la seguridad sanitaria, para brindar una atención adecuada a los turistas. Estos protocolos deberán de estar alineados con las disposiciones del Ministerio de Salud.
A mediano plazo el ICT pretende generar condiciones para atraer inversión extranjera directa enfocada en la industria turística.
Para eso serán necesarios la simplificación de trámites, la revisión de la Ley de Incentivos para el Desarrollo Turístico (N° 6.990), coordinar acciones que generen empleabilidad, y seguimiento al Proyecto de Simplificación de Planes Reguladores y modificar el Reglamento de la Ley 7744 para Marinas y Atracaderos Turísticos.