Detroit. Al comenzar la segunda semana de paro en unas 30 fábricas de General Motors (GM), en Estados Unidos, no solo la empresa y los huelguistas sienten los efectos.
Las concesionarias parecen no sufrir por el inventario de carros (solo tienen escasez en algunos modelos), pero sí lo hacen por la falta de partes para reparar autos, camiones y vehículos utilitarios deportivos (SUV, por sus siglas en inglés).
A la lista de afectados se suman restaurantes y comercios alrededor de las plantas en Estados Unidos, que no reciben ninguna compensación mientras transcurre el paro. Caso contrario a los 49.000 obreros huelguistas que disponen de $250 semanales del fondo de huelga.
En las negociaciones más recientes –que se desarrollaron hasta entrada la noche del martes–se registraron algunos avances, dijo Brian Rothenberg, vocero del sindicato United Auto Workers (UAW). Las conversaciones se reanudaban este miércoles.
Ambas partes discuten desde julio un nuevo contrato de trabajo para los próximos años.
El mayor impacto de la huelga se observa aparentemente en la falta de disponibilidad de algunos repuestos para vehículos GM. Por ejemplo, la región sureste de Estados Unidos es abastecida por un depósito en Charlotte, Carolina del Norte, el cual cerró a raíz del paro.
Los proveedores, sobre todo los pequeños que tienen a GM como cliente principal, empiezan a sufrir los efectos, dijo el analista David Whiston. Otros más grandes, como el canadiense Magna International, que fabrica partes para muchos modelos GM, están despidiendo trabajadores en sus plantas de Estados Unidos y Canadá.
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Las concesionarias GM tenían vehículos para 77 días a finales de agosto, o 55 en el caso de las camionetas SUV grandes, pero al no recibir vehículos desde el 16 de septiembre, las existencias empiezan a disminuir.
El analista, Itay Michalei, calcula que GM está perdiendo $100 millones diarios en ganancias. La empresa ha despedido a 1.850 trabajadores y cerró su planta en Oshawa, cerca de Toronto. Hubo 70 despidos en una fábrica de motores en St. Catherine’s, Ontario, según Unifor, el sindicato automotor canadiense.
GM dice que al presente no ha cerrado plantas en México ni una fábrica en Ontario que produce la camioneta SUV compacta Chevrolet Equino.
Los huelguistas cobraron su último sueldo el 20 de setiembre y deberán arreglárselas con $250 semanales del fondo de huelga del sindicato. Cuando están trabajando, la mayoría cobra $30 la hora o $1.250 a la semana. Whiston calcula que el paro le costará al fondo de huelga de $750 millones del UAW, unos $31,5 millones en sueldos y atención médica.