Campañas, lemas y premios han convencido a generaciones de costarricenses sobre la calidad mundial del café nacional, sin embargo, esa certeza no hace que el consumidor nacional figure entre los mayores tomadores de café del mundo.
Quienes sí lo son están en el norte de Europa y durante la pasada edición de la Semana Internacional del Café (Sintercafé), uno de esos países compartió sus secretos para convertir a los suyos en sus principales clientes.
“En Noruega tenemos una expresión que habla sobre cruzar el río para traer agua . Es como lo que sucede en Costa Rica ¿por qué cruzar el océano para buscar más consumidores, si tienen tantos clientes potenciales en casa? Con solo una taza más al día, aumentarían el consumo enormemente”, asegura Marit Lynes, representante de la asociación de tostadores de café de Noruega.
En ese país, cada habitante consume en promedio 9,4 kilogramos de café al año, mientras en Costa Rica la cifra pasó de 3,54 kilogramos por persona en 2011 a 3,31 kilogramos en 2012, según datos de la Organización Internacional del Café (OIC), facilitados a EF por el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
“Creo que deberían promover y prestar atención a lo que otras personas en otros países están haciendo con su café, para aumentar el orgullo ante la calidad de su producto. Para mí no tiene sentido que Costa Rica importe ninguna cantidad de café instantáneo o de baja calidad”, asegura Lynes.
Diferencias
El consumo de café de Costa Rica en Noruega pasó de poco más de 35.000 kilos importados en 2011 a cerca de 950.000 en 2012.
Las diferencias comienzan al tostar el grano, pues lo prefieren ligero. Después están la molienda y la preparación: café más grueso y menos amargo.
“El café molido disponible en Costa Rica es muy fino, no es adecuado para prepararlo con filtro, porque prolonga el contacto con el agua caliente, que extrae mucho sabor amargo y esto no es muy agradable. Si se usa café molido más grueso, el agua pasa por él mucho más rápido y se obtiene una bebida más placentera”, explica Lynes.
Para complementar el proceso, los noruegos diseñaron una cuchara medidora de 10 gramos, que regalan en todos los comercios vendedores de café. Así se aseguran de que la gente siga sus recomendaciones de 60-70 gramos de café por litro de agua.
Además, resaltan los beneficios de la bebida y el alto nivel de calidad que hay detrás de los mejores cafés del mundo. Por esto, la manera favorita para consumir café es negro y sin azúcar: solo el 10% agrega leche o prefiere un capuchino a una taza sin mezclar.
De hecho, tienen información suficiente para que el cliente sepa país, región y plantación de las que proviene su café, como se hace con un buen vino.