Unos 46.000 empleados estadounidenses de General Motors (GM) iniciaron, este 16 de setiembre, una huelga en medio de negociaciones para un nuevo convenio colectivo, dijeron fuentes coincidentes.
La producción de automóviles quedó completamente interrumpida en Estados Unidos, dijo a la AFP Brian Rothenberg, portavoz de UAW, el poderoso sindicato del sector automotor que recibió el mandato de marchar a la huelga por primera vez desde 2007.
“Estamos en huelga desde la medianoche”, mencionó Rothenberg.
Unos 46.000 empleados de las 31 fábricas de GM, el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos, suspendieron tareas. El movimiento es seguido de cerca por los políticos a un año de la campaña hacia las elecciones presidenciales en la que el empleo será uno de los temas en discusión.
Rothenberg indicó que el diálogo entre GM y la UAW se mantiene.
Ambas partes discuten desde julio un nuevo contrato de trabajo para los próximos años. Ese contrato deberá reemplazar el que caducó el sábado y servirá de base para los que deberán negociarse en Ford y Fiat Chrysler.
Las tratativas en GM están en punto muerto. "Apenas acordamos el 2% de las disposiciones del nuevo contrato y resta aún entenderse sobre el 98%, explicó Rothenberg.
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La grieta entre las partes es grande en lo que se refiere a salarios, prestaciones de salud, estatuto de empleados temporales y seguridad del empleo.
“Presentamos una oferta sólida para mejorar los salarios y beneficios y aumentar los empleos estadounidenses en forma sustancial (...) Negociamos de buena fe”, dijo a la AFP un portavoz de GM.
La huelga puede costarle a GM decenas de millones de dólares por día, pero esa suma podría aumentar si el conflicto se prolonga, se dijo bajo reserva.
“Probablemente (la huelga) va a durar”, estimó Rothenberg.