La crisis actual tomó a algunas compañías por sorpresa. No estaban preparadas para enfrentar un cambio tan drástico en el consumo, pero no crea que hay por otro lado un grupo de empresas que anticiparon una pandemia global con las consecuencias que tenemos.
Lo que sí existe son firmas que estaban en una mejor posición para enfrentar los efectos de las decisiones del gobierno y de las personas como el mayor tiempo en la casa y traslado del consumo a las plataformas digitales.
No quiere decir que sean inmunes a la crisis, simplemente por su modelo de negocio tenían una mejor posición cuando llegaron las medidas restrictivas para prevenir el contagio generalizado de COVID-19.
Existen varios ejemplos de estas empresas, uno es Open Education, firma domiciliada en Estados Unidos y bajo la cual opera la plataforma Open English, dedicada a la enseñanza en línea del inglés.
EF entrevistó a su fundador Andrés Moreno para conocer cuáles han sido los efectos que ha tenido esta empresa.
¿Cómo define la operación de Open Education? ¿Es 100% a distancia?
Estamos pasando por momentos súper interesantes en la categoría de educación. En nuestro caso tenemos más de diez años de que comenzamos la compañía Open Education que es el holding company the Open English.
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En estos últimos diez años hemos estado empujando para hablar de las virtudes de la educación on line, si bien un segmento importante de la población se ha volcado a estudiar en línea —hasta el momento tenemos más de 800.000 estudiantes que han cursado nuestros programas en Open Education—, todavía hay un segmento grande de personas que por distintos temas se sienten más cómodos estudiando en una escuela física, sienten que no van a ser disciplinados, que no estarán cómodos con la tecnología o no saben que esperar.
Lo que ha pasado en estos últimos meses es que todo se ha volcado a ser virtual y nos han dado la oportunidad de poder trabajar con un segmento de personas que quizás no hubieran intentado estudiar por Internet antes. (...) Es una de las cosas positivas dentro de todo lo complicado y lo difícil que ha sido la pandemia por COVID-19.
¿Cuál es el impacto que ha tenido la pandemia en Open Education?
Lo primero que quisimos garantizar en cuanto a impacto es que todos nuestros colaboradores pudieran trabajar desde casa y en ese sentido tenemos más de 2.000 personas en la compañía, en muchos países diferentes y nos movimos lo más rápido posible para poder darles todas las herramientas y poner en su lugar todos los procesos necesarios.
Felizmente lo logramos y justo unos días antes de que se reforzará la cuarentena en ciudades como Bogotá o São Paulo, dónde tenemos una fuerza de trabajo bastante grande, ya todos estaban trabajando desde la casa.
Desde ahí lo que ha pasado ha sido increíble, la demanda de nuevos estudiantes por la plataforma de la compañía se ha duplicado en el caso de Open English y Next U. En caso de Open English Junior (programa para niños) se ha triplicado con respecto a lo que teníamos el año pasado.
Para nosotros fue cuestión de aumentar la capacidad de nuestras plataformas pero ya todos los procesos y los fundamentos estaban allí para poder hacerlo y tuvimos que ir a reclutar más profesores para estar al tanto de la demanda de ese gran flujo de estudiantes nuevos que tuvimos la suerte de recibir y atender, así como demostrarle la educación en línea.
Por otro lado, los estudiantes que ya tenemos han duplicado su uso de la plataforma, están dedicando mucho más tiempo al logro de su meta.
¿Estaba Open Education preparara para enfrentar la pandemia —sin saberlo— debido a su modelo de negocio?
No hemos inventado la manera de dar clases en Internet en estos últimos tres meses, tenemos haciéndolo diez años. Hemos estado por diez años refinando los procesos para hacer esto bien, para tener los mejores profesores a las mejores horas y con el mejor contenido frente a los estudiantes en todas las categorías de lo que enseñamos.
Lo único que hizo esto fue que nos dio más volumen, estudiantes pidiendo más clases como nuevos estudiantes entrando a la plataforma. En nuestro caso —durante el año— estamos acostumbrados a tener picos de volumen, por ejemplo usualmente enero es un mes en el que se duplica el interés por nuestra categoría con respecto a diciembre. Estamos acostumbrados a que enero sea un mes en el que se duplica el interés por la categoría y tenemos todos los procesos en su lugar para poder hacer eso. No tenemos que agregar infraestructura física, sino que al final son personas, tenemos una red gigantesca de cientos de profesores que podemos agregar a la plataforma.
Si bien esto ha implicado muchísimo trabajo porque el equipo ha tenido que estar trabajando de 15 a 20 horas al día para poder dar y mantener el servicio tal como lo queremos y con los mismos estándares.
No tuvimos que inventar nada, al contrario, quizás las escuelas físicas están ahora entendiendo que muchas personas no van a querer ir a un lugar físico y compartir en un espacio pequeño con otros estudiantes al menos por un periodo de seis a 18 meses. Hay reformatear la manera de enseñar y en nuestro caso no tuvimos esa transición sino que fue hacer más de lo que ya hacíamos, a mayor escala.
¿Considera que los presupuestos familiares para educación se verán muy reducidos este y el próximo año?
Va a haber una redistribución de los gastos. En mi caso no he salido desde que comenzó COVID-19, no hemos comido en restaurantes, no hemos invertido en las vacaciones de verano. Creo que se está redistribuyendo el dinero que tenemos a todo nivel. En ese sentido creo que priorizar la educación de la familia está en la mente de todos y lo hemos visto con el gran interés con Open English Junior.
A juzgar por el marketing y la publicidad, parece que la empresa tenía recursos cuando llegó la crisis. ¿Es esto así?
Hemos aprovechado la conexión que tenemos con nuestra audiencia en toda la región para estar allí y acompañarles. Desde que esto comenzó quisimos hacer dos cosas, por un lado está presentes y dar la cara.Sacamos algunos anuncios, yo los filmé desde la casa con mi teléfono, no fuimos a ningún estudio de televisión.
Por otro lado, quisimos dar la oportunidad a millones de personas que quizá no tenían los recursos para poder estudiar. Empezamos un programa de clases gratuitas, tenemos un portal que se llama openenglish.com/quedateencasa y en ese portal estamos dando clases con nuestros profesores dos veces al día de manera gratuita. Ya tenemos más de 8 millones de personas que han ido a las clases.
¿Cuál es la expectativa para lo que resta del 2020 y cuáles planes tiene para el 2021?
Creamos unos centros de aprendizaje, son centros mixtos los piloteamos en Bogotá. Las personas pueden ir a estudiar offline. Esta es una iniciativa en la que estamos invirtiendo bastante en una serie de centros que construimos en Colombia y estamos comenzando en México. Es una iniciativa que hemos parado por ahora, pues los centros comerciales están cerrados, ese es un ejemplo de una iniciativa que hemos pasado.
Por otro lado hemos acelerado las iniciativas globales, estamos teniendo mucha demanda por la educación en línea en otros mercados y estamos entrando con más fuerza, en España es donde empujamos más para establecer la marca allá.
¿Cómo deberían estar pensando los emprendedores de ahora en adelante?
La necesidad de vender para las pequeñas y medianas empresas siempre estado, de eso subsisten. Ahora cambió, ya no pueden vender abriendo su puerta de manera física, ahora (la pregunta) es cómo los llevamos a la web, es el tipo de cosas que hay que estar viendo.
¿Tiene tres consejos que le daría a personas emprendedoras en Costa Rica?
El primero es ver las oportunidades: estamos en momento de cambio y si bien a veces se enlentecen o se destruyen modelos de negocio, también se crean oportunidades. La la manera en que se hacían antes las cosas cambian y eso permite que uno pueda entrar como emprendedor y crear una empresa desde cero. Que se pueda resolver una necesidad en su comunidad o a nivel regional.
Ya hecho un par de inversiones importantes en dos empresas en los últimos 90 días que están buscando resolver problemas físicos de manera virtual.
El número dos es hacer el bien: En lo que llegó todo esto de la pandemia, no solamente garantizamos que nuestros colaboradores estuvieron en casa, sino que creamos un programa gratuito para qué todos pudiesen tomar clases con Open English, así no tuviesen los recursos para hacerlo. Esa es la manera de establecer una relación saludable con los consumidores y su audiencia, es creando valor.
El tercero es perseverar: creo que ser emprendedor en cualquier lado es difícil pero en América Latina es aún más difícil. Al menos a mi las cosas no me han salido a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera vez, a veces es hasta la décimo segunda, pero cuando finalmente salen es porque he cambiar la manera de pensar muchas veces hasta llegar a la solución.