El restaurante Friday’s reabrió sus puertas al público este mes de noviembre, tras casi un año desde el desalojo de su antiguo e icónico local ubicado en la rotonda de La Bandera, en San Pedro de Montes de Oca.
El 29 de noviembre del 2019 la maquinaria del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) tomó posesión del local para demolerlo. La expropiación se empezó a tramitar desde agosto del 2018 debido a que el Gobierno necesita el terreno para construir un viaducto en esa transitada rotonda.
Tras varios años de conflicto legal, el MOPT pagó ¢266 millones por el derecho comercial del negocio para ejecutar la expropiación. Ante este escenario y el inminente cierre de Friday’s, restaurante que operó en La Bandera por 34 años, su propietario Carlos Felipe Huezo decidió buscar otra locación para retomar la actividad.
El nuevo Friday’s se ubica en Los Yoses, 125 metros al sur de la tienda Arenas. Inicialmente la empresa se preparó para hacer una reapertura en marzo, pero el golpe de la pandemia obligó a postergar el arranque de la operación.
El 29 de mayo empezaron a vender algunos platillos por medio de plataformas digitales de entrega y así se mantuvieron hasta finales setiembre de este año. En octubre iniciaron las pruebas para poner en marcha la recepción de clientes con todos los protocolos que exige el Ministerio de Salud.
“Nuestra premisa y compromiso era mantenernos en el sector este de San José, donde hemos tenido una clientela cautiva por décadas. Los Yoses es un museo al aire libre de la arquitectura moderna de los años 50, cuyas bellas casas adornan sus anchas calles y numerosos parques”, apuntó Huezo.
La remodelación del nuevo local ronda los $150.000, inversión que permitió el regreso al trabajo de 14 empleados. Actualmente reciben un máximo de 90 personas ya que deben mantenerse al 50% del aforo.
Este negocio celebraría sus 35 años de operar en Costa Rica en noviembre del 2020, pero debido a que estuvieron cerrados por espacio de seis meses antes de la reapertura, ahora festejan sus 34 años y medio en mercado nacional.
La casa azul de Friday’s −como le llama su dueño− cuenta con salones o espacios enfocados en diferentes ambientes y con propuestas gastronómicas variadas.
Los clientes podrán encontrar un espacio urbano que sirve para exponer arte, una barra tradicional al estilo estadounidense, un patio de luz con espacios abiertos y naturales, un sector para tomar café, un rancho exterior y un Beer Garden para los amantes de la cerveza y la coctelería.
“Sabíamos que teníamos que actualizar el concepto sin dejar atrás la esencia del bistró americano, lo cual, en la nueva decoración, fue sutilmente conjugado”, comentó el propietario.
A nivel gastronómico, la propuesta mantiene el tradicional menú de comida estadounidense, pero agrega una fusión con platillos asiáticos, argentinos, italianos y peruanos.
Huezo comentó que con la reapertura se mantiene al frente de la cocina el chef Róger Luquez, quien trabaja para la empresa desde 1985, fecha en la que iniciaron en Costa Rica.
La idea de este empresario es generar un “clon” más moderno de su antiguo local de La Bandera, pero con un refrescamiento desde los espacios arquitectónicos hasta la propuesta gastronómica, eso sí, con el objetivo de nunca perder su esencia.
El nuevo Friday’s
“Al pensar en la reapertura, fuimos obedientes no solo con las nuevas tendencias gastronómicas, sino que también con las arquitectónicas, donde fusionamos el bistró con el diseño industrial y urbano. No se trata de ofrecer un menú de platillos, sino más bien de brindarles a los visitantes una experiencia gastronómica que lo haga regresar”. Así lo resume Huezo.
La casa que ahora acoge el restaurante permitió diseñar un espacio que integra “el lugar con la calle y la calle con el lugar”, comenta su propietario.
“Por ser una casa de la década de los 50, se revistieron algunas paredes e incorporaron algunos elementos del anterior restaurante como algunos cuadros y las lámparas estilo Tiffany, mezclado con el jocoso lettering del reconocido artista Byron Balmaceda”, detalló.
Los ocho salones del negocio permiten que los clientes elijan el lugar donde quieren comer, cada espacio cuenta con arte y decoración de artistas nacionales.
“El Beer Garden, por ejemplo, es un patio de luz que se acondicionó para disfrutar de la cultura cervecera en un ambiente urbano. Sobre sus paredes se colocaron gigantografías con jóvenes haciendo actividades de aventura. Es un ambiente muy ameno y juvenil”, agregó.
Mientras que en el Coffee Place los comensales podrán observar las máquinas de café desde los sillones para disfrutar del tiempo y el ambiente urbano.
Uno de los espacios más retro del restaurante es el Salón Azul cuyo diseño es un regreso al antiguo local de La Bandera con una escultura de cinco lámparas Tiffany (las que estaban antes sobre cada mesa) y un piso vintage.