El Grupo Empresarial de Supermercados S.A. (Gessa) pasaría en forma oficial a ser propiedad de la familia Yan, pues la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom) resolvió archivar la solicitud, y dar vía libre a las empresas para concretar el acuerdo.
EF supo que la decisión se tomó el 25 de febrero y fue ratificada esta semana. La compra mantendría con vida a uno de los principales competidores en el segmento de supermercados, junto con Megasúper, Automercado y Walmart. Otros nombres de peso en el sector son Pricesmart y Mayca.
Sin embargo, se espera que la nueva administración de Gessa aplique ajustes para fortalecer el rol de los formatos Peri, Saretto y Super Compro en el mercado local.
Este es el segundo intento del grupo empresarial Comeca, al que pertenecía Gessa, por vender la cadena de supermercados. En 2018 habían llegado a un acuerdo de venta con Walmart, pero esta concentración de capital fue desaprobada por la Coprocom.
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Expectativa
Sobre la familia Yan se sabe poco: el grupo familiar es liderado por Kinling Yan y tienen más de 50 años en el país. En ese tiempo, sus negocios se han concentrado en exportación de maderas y frutas e importación de productos en general.
Aunque estos datos son los únicos que se han dado a conocer, el anuncio del acuerdo de compra con Gessa despertó expectativas sobre un posible ajuste de fuerzas en ese segmento del mercado.
La presencia de comerciantes minoristas provenientes de Asia en el canal tradicional ha tomado fuerza en Costa Rica durante los últimos 20 años. Sus negocios, aunque parezca que operan de forma independiente, pueden pertenecer a lo que se ha identificado como “asociaciones silenciosas”. Estos grupos les permiten competir en costos, tecnología y capital de trabajo.
La Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundes) realizó un levantamiento de información en el 2018 en el que incluyó a 10.031 puntos de venta del canal tradicional (farmacias, kioskos, pulperías, panaderías, supermercados).
De esa cantidad el 9,58% era propiedad de personas de origen oriental; unos 961 establecimientos, de los cuales los minisúper o abastecedores representan un 48,1%, seguido por los supermercados independientes con un 33% y el porcentaje restante se distribuye entre panaderías, pulperías y otros.
Uno de los puntos clave de estos negocios es la oferta: ferretería, escolares, decoración y juguetes, muchos de ellos de marcas que no son conocidas localmente, pero que son de bajo costo. Esto podría darle el músculo extra para competir, que le faltó a Gessa en su administración anterior.
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Desgaste
Durante años, Gessa lanzó estrategias para competir con el jugador número uno del segmento: Walmart. Algunas de sus iniciativas fueron la segmentación de sus formatos según el poder adquisitivo de sus públicos meta y el relanzamiento de Perimercados con la marca Peri.
Sin embargo, los esfuerzos desgastaron a la cadena y no provocaron el crecimiento esperado por los propietarios. En una entrevista con La Nación en noviembre de 2018, Víctor Mesalles, presidente de Gessa, aceptó que el grupo empresarial al que pertenece la cadena desde 2001 (Grupo Comeca) había decidido desinvertir en supermercados para dedicarse a otras actividades comerciales.
En aquel momento, la opción para hacerlo era vender sus 52 locales al rival que les quitó rentabilidad: Walmart.
La Coprocom rechazó el intento de Walmart por comprar Gessa en diciembre de 2018, y reafirmó su posición a finales de enero de 2019.
En aquella ocasión argumentaron que la compra implicaba el fortalecimiento de un agente del mercado que ya de por sí tenía “mucho poder” y que esto implicaba un riesgo en temas como fijación de precios y trato con competidores o proveedores.
“Se votó de manera unánime denegar la concentración. Es decir, se denegó la solicitud de concentración económica entre las dos partes: Supermercados Unidos y el Grupo Empresarial de Supermercados (Gessa)”, detalló en aquel momento Rodolfo Chévez, quien era presidente de la Coprocom.
El rechazo fue un tropiezo en los planes de expansión de Walmart en el país, pues en 2017 la cadena se planteó la meta de duplicar su presencia en Costa Rica para 2023, lo que les obligaba a concretar 200 aperturas en seis años.
Gessa les habría aportado una cuarta parte de los locales proyectados, que además se ubican en zonas estratégicas, como la marca Súper Compro en Guanacaste, donde Walmart tiene una presencia menor. En total, la compra le representaba crecimiento en 30 cantones.
Ahora reaparece como un competidor fuerte, en un año desafiante para la operación local de Walmart, que debe recuperarse tras haber sido la unidad con el peor desempeño de 2019 en la región México y Centroamérica.