Alunasa cerró operaciones este martes 16 de noviembre, después de tres años de fuertes crisis que le llevaron a suspender contratos y liquidar contratos en múltiples ocasiones.
Los colaboradores fueron citados a las instalaciones de la fábrica de productos de aluminio para recibir su carta de despido. Se trataría de un total de 176 personas.
Así lo confirmaron los sindicatos de la Asociación de Empleados de Alunasa (Asealunasa) a nacion.com.
La empresa, propiedad del Estado de Venezuela, se dedica a la elaboración de productos de aluminio, En setiembre, los líderes de la fábrica gestionaron ante el Gobierno una solicitud para suspender el contrato laboral a más del 90% de la planilla de la empresa, con el argumento de que sufría de falta de liquidez y materia prima para trabajar por bloqueos y sanciones de Estados Unidos (EE. UU.).
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) costarricense rechazó la petición, al concluir que no existía afectación por medidas de EE. UU., sino más bien una mala gestión empresarial. Alunasa optó por enviar a los trabajadores a la casa con un supuesto permiso con goce de salario, sin embargo, los empleados afirmaron a La Nación que durante todo este tiempo, no recibieron el sueldo.
No obstante después de casi tres meses sin recibir salario, pues tenían el contrato suspendido, el día de hoy finalizaron por completo sus servicios.
Crisis de años
En el 2018 al menos 340 colaboradores de la empresa de capital venezolano CVG Alunasa enfrentaron una situación laboral incierta, ante una supuesta suspensión temporal y unilateral de contratos.
La empresa alegaba un faltante de materia prima en su fábrica ubicada en Esparza, Puntarenas.
Adicionalemente en abril del 2018 la empresa inició un trámite de un traspaso de sus propiedades a un fideicomiso, según alertó el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). No obstante, el asunto fue resuelto en los meses siguientes.
En mayo del 2018 anunció que recontrataría a los 35 colaboradores que quedaron pendientes de su regreso a la compañía tras enfrentar problemas con el suministro de materia prima.
Desde entonces la empresa ha enfrentado en múltiples ocasiones a decisiones sobre el futuro de sus operaciones en suelo costarricense hasta este martes que confirmó el cierre de las mismas.