Desde finales de abril, la industria automotriz nacional comenzó un nuevo capítulo al arrancar un proyecto de ensamblaje de camiones de carga.
Grupo Purdy Motor –distribuidor de las marcas Toyota, Daihatsu e Hino– tomó la decisión de ensamblar camiones Hino, de la serie 500, como medida para lograr ventaja a sus competidores.
LEA: Purdy Motor invertirá $11 millones en Costa Rica este 2016, pero se va de México
Este proyecto le permitirá a la empresa tener un ahorro de hasta un 70% en el costo del transporte de sus camiones desde Japón hacia Costa Rica y así rebajará el precio final al consumidor.
La apuesta del grupo empresarial trae a memoria la década de 1960, cuando el ensamblaje de vehículos tuvo su mayor apogeo en el país. Veinte años después esa industria se vio frenada con el aval a la importación de unidades.
En años recientes, la actividad se ha limitado al ensamble de buses por firmas como Daewoo, que planea acoplar 300 unidades durante este 201, el doble de lo que fabricaba el año pasado.
¿Y el ensamblaje de carros? Este proceso no resulta rentable para las empresas automotrices nacionales debido a que los volúmenes que manejan son pequeños y la complejidad es alta (pueden tener más de 25.000 piezas).
Siendo así, acoplar autobuses y camiones parece ser una buena apuesta, una que no todas las empresas contemplan, entre ellas, Grupo Q con la marca Isuzu.
Décadas del ensamblaje
La Ley de Protección y Desarrollo Industrial, creada en 1959, generó que cuatro ensambladoras iniciaran operaciones en el país.
Esa legislación tuvo como objetivo principal contribuir, mediante el desarrollo de la industria, a la diversificación y fortalecimiento de las actividades económicas en suelo nacional.
"Procurando canalizar el ahorro nacional y atraer inversiones procedentes del exterior, para crear nuevas fuentes de ocupación mejor renumeradas", según indica el documento.
Bajo esta ley, mantuvieron operaciones Ecasa, Ensambladora Automotriz, Autoensambladora y Coopesa, que ensamblaban marcas como Land Rover, Mazda, Toyota y Jeep, entre otras.
Roy Valverde, quien laboró para Ensambladora Automotriz, indicó que, al aprobarse la ley, la mano de obra nacional inició la confección de llantas, baterías y el ensamblaje de vehículos.
"Los carros venían completamente desarmados en cajas que eran casi del tamaño de un contenedor pequeño. En una, venía los guardabarros derechos; en otra los izquierdos, todos los vidrios, los motores, las cajas de cambios. Luego había que comenzar todo el armado", contó Valverde.
No obstante, en 1980, durante el gobierno de Rodrigo Carazo Odio, arrancaron las importaciones de vehículos y se mostró que era más rentable para las compañía traer el producto final.
Ahora, armar camiones aquí empieza a tener sentido.
El plan de Purdy Motor
Grupo Purdy Motor, que comenzó la comercialización de Hino en el 2005, dispone en el país de dos series de camiones: 300 y 500.
La serie 300 cuenta con nueve versiones que van desde 2,5 a 6 toneladas de carga útil. Por su parte, la serie 500 tiene siete modelos que van desde 7,5 a 19 toneladas.
En ambas líneas, la empresa ha tenido buenos resultados de ventas (pasaron de vender 336 unidades en 2011 a 466 en 2015). Pero, al ensamblar los camiones de la serie 500 en el país, las cifras podrían crecer sustancialmente.
El costo del transporte marítimo de esa línea, desde Japón hasta Costa Rica, no resulta tan rentable debido a que en un contenedor solo cabe un único camión.
"Uno puede meter tres (camiones) pequeños en un contenedor, pero grande solo cabe uno. Esto hace que el costo del transporte sea caro y que se deba incorporar al precio del vehículo", detalló Jesús Castro, CEO de la compañía.
Para importar un camión de la serie 500, la empresa debía desembolsar en promedio $8.000. Al hacer el ensamble aquí, la compañía tendrá un ahorro del 70%.
"Con el nuevo esquema, con el que estamos operando, por ejemplo, en cuatro contenedores, caben diez camiones desensamblados: en uno, vienen las cabinas; en otro, chasis; en otro, llantas con cajas de cambio, entre otros. Antes en esos cuatro contenedores solo podía traer cuatro camiones", señaló el gerente de Purdy Vehículos Comerciales, Allan Rodríguez.
El precio de los camiones Hino, de la serie 500, parte de los $60.000 y alcanza los $105.000. En la actualidad la compañía está valorando los nuevos precios.
Para llevar a cabo este proyecto, Grupo Purdy Motor inició, hace cinco años, conversaciones con los encargados de Hino Japón. No obstante, fue hasta el año pasado cuando la firma japonesa aprobó el ensamblaje de sus vehículos.
Con el banderazo de salida, el grupo empresarial costarricense, desembolsó $350.000 para habilitar y equipar las dos estaciones de ensamblaje, ubicadas en las instalaciones de Purdy Trabajo.
"La inversión incluye la compra de equipo especializado, máquinas, la planta de ensamblaje y tenemos otra área donde se almacenan todos los repuestos y las partes que próximamente van a ensamblarse", dijo Rodríguez.
Asimismo, la empresa armó un equipo de trabajo compuesto por cuatro personas: dos se encargan directamente de ensamblar piezas, mientras que un tercero, tiene la figura de auditor de calidad y que, por política de Hino, no participa en el proceso.
El personal en este proyecto es complementando con un jefe del área de ensamblaje, quien coordina las importaciones, el transporte (del almacén fiscal hacia la zona de trabajo ubicada en La Uruca) y también las garantías.
La empresa actualmente está en el proceso de armado de los primeros 10 camiones. En esta etapa han contado con el apoyo técnico y presencial de personal japonés.
Esa primera fase tardará cerca de siete semanas, sin embargo, la capacidad instalada del taller está para 10 unidades por mes.Rodríguez manifestó que, si la demanda muestra un crecimiento, pueden llegar a ensamblar un camión cada dos días con el personal existente y, si fuera necesario, con solo incorporar más técnicos, alcanzarían armar uno por día.
Hino tiene en operación fábricas de ensamblaje de sus camiones en diferentes países de la región latinoamericana como Guatemala, Colombia y Ecuador.
A pesar de esto, Purdy no cierra la posibilidad de colocar los camiones que terminen de producir en mercados fuera del país.
"Nos permite (ensamblar) ser más competitivos en el mercado local y en el mercado de países vecinos, que esperamos colocarlos en el futuro", destacó el CEO.
Purdy Motor ampliará su oferta de camiones Hino al importar, ensamblado desde Japón, el modelo SS1E de la serie 700.
"Costa Rica en el área automotriz es un mercado competitivo y en camiones no es la excepción", destacó Castro.
En el país otras agencias de vehículos disponen de una línea comercial que incluyen modelos de camiones, entre ellas, Veinsa Motors con las marcas Fuso y JMC, Quality Motors con KIA y Grupo Q con la marca Izusu.
Esta última empresa –que trae desde Japón las Serie N, Serie F y QKRII– debe desembolsar en promedio $4.600 para transportar camiones de seis toneladas de carga útil, si es menos de esa capacidad, el costo promedio es $3.300.
Esteban Fernández, director regional de Isuzu, mencionó que la empresa no ha pensado en la posibilidad de ensamblar los camiones en sus instalaciones ubicadas en el territorio nacional.
LEA: Conozca cómo las agencias de autos quieren conquistar a los conductores
El rango de precios para adquirir un camión Isuzu va desde los $22.900 hasta los $81.200.
EF contactó a los representantes de Veinsa Motors y Quality Motors, sin embargo, no contestaron las preguntas enviadas.