Unas 3 de cada 10 personas en Costa Rica percibieron que el nuevo coronavirus ya tuvo “mucho impacto” en sus finanzas personales, durante las primeras dos semanas con casos activos en el país. Otras 3 dicen que en sus casos el efecto ha sido moderado.
Este es uno de los hallazgos del Estudio Nacional sobre el Impacto Emocional, Económico y Político del coronavirus en Costa Rica, aplicado esta semana por la agencia de investigación y estrategia White Rabbit - Saatchi & Saatchi.
La investigación se aplicó durante la semana del 16 de marzo y reunió 2.955 encuestas, distribuidas por todo el país, con representatividad de género y edad, en función de las estadísticas de proporcionalidad del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), con el fin de obtener resultados representativos de todo el país.
Los investigadores afirman que algunos resultados son inesperados, por ejemplo, el alto índice de aprobación general que recibe el Gobierno por las decisiones tomadas para la atención de la crisis, el deseo mayoritario de que este proceso continúe con medidas aún más fuertes y precisamente el golpe que ya ha representado la crisis a las finanzas personales del grueso de la población. (Ver gráficos)
Juan Bernardez, chief strategy officer de White Rabbit - Saatchi & Saatchi, aseguró que los datos desmienten la percepción generalizada de que un gran grupo de compradores está acumulando productos de primera necesidad y más bien lanza una alerta sobre la poca capacidad de acopio de la mayoría.
“Los acumuladores son muy poquitos, y se concentraron en uno o dos días. El 95% tiene en sus casas lo necesario para sobrevivir sin salir durante un mes o menos. Un 36,3% apenas para entre dos y siete días”, advirtió el investigador.
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La percepción de impacto con apenas dos semanas de crisis activa en el país (si se cuentan a partir del 6 de marzo, cuando se confirmó el primer caso de COVID-19 en Costa Rica) debe encender alarmas.
White Rabbit estima que la percepción de efecto inmediato sobre las economía personal puede dimensionar al segmento de la población que tiene ingresos diarios o ligados con el consumo directo fuera del hogar. En esta categoría están los conductores de plataformas colaborativas, emprendedores y otros autoempleados.
Los efectos de la crisis por el nuevo coronavirus podrían ser devastadores para esta población en cuestión de pocos días.
Esto podría relacionarse con la percepción del 22,6% de las personas encuestadas, para quienes después de la emergencia por coronavirus ya la sociedad no volverá a ser como antes y el 26% que opina que Costa Rica estará peor tras esta coyuntura.
Además, un 18,8% considera que la recuperación económica del país tras esta crisis tomará más de un año, y un 9,4% cree que requerirá varios años.
Factor emocional
Además de los efectos en la economía, la crisis ha impactado las emociones. Más del 85% de la población incluida en el estudio tiene familiares de los grupos más vulnerables a complicaciones si contraen COVID-19, y de estos, el 90% están preocupados por la salud de sus parientes.
“Esto hace masiva la enfermedad: a todo el mundo le llega de alguna manera. Todo el mundo tiene al menos una persona cercana que es susceptible y muchos tienen más de una”, afirmó Bernardez.
Datos del INEC proyectan que para el 2020 en Costa Rica un 9,40% de la población es adulta mayor, y a este grupo se debe sumar el de otras poblaciones de riesgo, como pacientes cardiacos, hipertensos, diabéticos y con problemas respiratorios crónicos.
En general, 2 de cada 10 personas se sienten “muy preocupadas” debido a la pandemia y un 59% reconoce que siente “algo de miedo” provocado por la coyuntura.
Al menos 3 de cada 10 personas afirmó tener problemas para dormir a raíz de la coyuntura y 36,6% dijo que su ánimo está peor en comparación con el mes pasado.
Aprobación a las autoridades
Bernardez explicó que en la región latinoamericana -y en otras partes del mundo- las autoridades y gobiernos están recibiendo calificaciones negativas por su reacción ante la crisis global de salud.
“Teníamos la hipótesis de que al gobierno le podía ir peor, porque es lo que está pasando con otros gobiernos. Además no era el mejor momento de esta administración, pero algo en la estrategia de respuesta y en la entrega de información que han elegido se alinea con lo que la población espera”, comentó el estratega.
Los números para la administración Alvarado Quesada son en su mayoría positivos (58% considera que están manejando la crisis bien, muy bien o excelente, 33% que regular y 9% que mal o muy mal). La figura particular del mandatario tiene evaluaciones mixtas (36,2% considera que ha estado a la altura de la situación, 31,9% opina que no y otro 31,9% dice que no sabe).
La evolución de esas opiniones será influenciada por las medidas que se tomen en los próximos días, cuando una mayoría superior al 67% espera el endurecimiento de las políticas, como mecanismo para aumentar la percepción de seguridad.