La empresa Autotransportes Desamparados (ATD) reportó en sus redes sociales que enfrentan escasez de monedas de ₡5 y ₡10, y por esta razón consideran viable que se redondeen sus tarifas.
“Las tarifas nuestras terminan en ₡5, por esta razón necesitamos monedas de ₡5, ₡10 y ₡25. Lo que sucede es que lo que nos llega en la recolección diaria en los buses no satisface nuestra necesidad”, explicó Gonzalo Bermúdez, gerente de ATD.
Como la cantidad de monedas en sus rutas no es suficiente, representantes de la empresa tienen que acudir a los bancos para comprar divisas de estas denominaciones, sin embargo, hay cobros de comisiones de por medio.
Según Bermúdez, la solución que le ven a este problema es sacar del mercado las monedas de ₡5 y redondear hacia arriba o hacia abajo el precio de sus pasajes.
El gerente explicó que ya han conversado este problema con la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) para valorar las tarifas y están a la espera de una solución.
Mediante un comunicado de prensa en noviembre del 2019, el Banco Central informó que dejaría de acuñar monedas de ₡5 a partir del 1° de enero de 2020; no obstante, las 715 millones de piezas de esa denominación que están en circulación, seguirán funcionando como medio de pago.
Parte de las razones que informó la entidad para dejar de fabricar estas divisas son el costo de fabricación, su poco uso y baja recirculación.
Fabricar cada moneda de ¢5 tiene un costo de ¢7,10; es decir, por cada pieza que acuñe el Banco Central, incurre en una pérdida de ¢2,10, a pesar de que desde el año 2004 esa denominación se produce en aluminio, el metal más barato que ofrece la industria mundial de fabricación de monedas.
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“A pesar de que el Banco Central ha puesto en circulación 715 millones de esas piezas (un promedio de 143 monedas de ¢5 por cada ciudadano), y que mensualmente salen a circulación alrededor de 4,5 millones de nuevas piezas de esa denominación, distintos sectores alegan dificultades para abastecerse”, informó la entidad en ese comunicado.
En otros países la vida útil de las monedas de más baja denominación se reduce conforme pasa el tiempo. Una vez que los bancos centrales las ponen en circulación el promedio de uso es de dos veces, las personas, comercios y demás agentes de la economía nos las recircula ni las deposita en la banca.
El Banco Central se orienta en promover y fortalecer los medios de pago electrónicos para sustituir paulatinamente al efectivo, sin embargo, en el caso de ATD, la compañía todavía no cuenta con el servicio de cobrar sus pasajes con tarjeta porque todavía tienen dudas acerca de los costos de implementar esta tecnología en sus autobuses.
“El equipo de validación tiene un costo, pero no nos han dicho cómo se va a reconocer, ahí hay un tema con Aresep. Nosotros sí estamos interesados pero necesitamos conocer las reglas del juego”, dijo Bermúdez.
Otros problemas con monedas
El pasado 19 de julio, el Banco Central envió un comunicado a algunos bancos para informar sobre la modificación en la distribución de monedas.
Marvin Alvarado, en aquel momento director del departamento de emisión y valores del BCCR, expuso que empresas proveedoras de monedas informaron que, producto de la coyuntura mundial asociada a la pandemia de la covid-19, la crisis de contenedores y la guerra entre Rusia y Ucrania, varios de los metales utilizados para la fabricación de monedas tienen como prioridad atender otras industrias, “quedando la acuñación de moneda en un segundo plano”.
“Como consecuencia de lo anterior, los costos de producción, los tiempos de fabricación y los plazos de entrega de la moneda, han sufrido aumentos considerables (...) No obstante lo anterior y que el BCCR ha gestionado la contratación de las monedas requeridas para atender la demanda, la situación antes descrita implicará el retraso por algunos meses en el arribo al país de las monedas de ¢10 y de ¢100″, agregó Alvarado en el comunicado emitido en julio.
Los inconvenientes con las monedas causaron que Walmart, Masxmenos, Maxi Palí y Palí, experimentaran un faltante de monedas de ¢10 y de ¢100.
“Walmart confía en la eficacia de las medidas adoptadas por el Banco Central para administrar el inventario de monedas en el país, y se suma en el interés de que bancos, empresas y la población en general propiciemos la circulación de monedas, evitando acapararlas”, comentó Aquileo Sánchez, director de asuntos corporativos de Walmart de México y Centroamérica, según el comunicado de prensa emitido el pasado 2 de setiembre.
EF le envió consultas al Banco Central para conocer cuál es la situación actual de la cantidad de monedas de ¢5 y ¢10, pero al momento del cierre de esta edición, no se recibieron las respuestas.