La empresa nacional Copey Estate Winery logró después de nueve años adaptar su cosecha de uvas para producir un vino de nivel internacional; así como la colecta de uchuva para crear el primer licor de esa fruta denominado Golden Rush.
Sus propietarios Niv Benyehuda y Karen Retana —los cuales tienen bodegas comerciales de vino ubicadas en Israel y en California, Estados Unidos— llegaron a Costa Rica hace 12 años con la apuesta de plantar viñedos en Copey de Dota, a 2.200 metros sobre el nivel del mar, según los expertos, algo fuera de lo usual para la producción de vino.
Sin embargo, su meta de crear un producto diferenciado 100% nacional para colocarlo en el mercado local y posicionarse en el extranjero, los mantuvo en constante trabajo para llegar al “punto y la calidad” que esperaban.
El viñedo, el cual abrió sus puertas a la prensa el viernes 19 de marzo, tiene una totalidad al momento de 25 hectáreas —20 de uva y 5 de uchuva— con una capacidad para producir en su primera etapa (tres años a partir de ahora) 100.000 botellas tanto de vino como del licor de uchuva.
La meta con la producción es primero distribuir en el mercado nacional y luego exportar, específicamente a Estados Unidos y Europa.
Actualmente en el caso del vino, tienen muestras y unas primeras vendimias (cosecha de uva) y están vendiendo de manera exclusiva a clientes y socios comerciales, sin embargo aún no tienen la suficiente capacidad comercial para colocarlo en el mercado nacional.
Con el Golden Rush —licor de uchuva— sí tienen una producción comercial tanto para el mercado nacional como para exportar. El licor ya está a la venta en supermercados como Fresh Market y en diferentes restaurantes y hoteles premium del país.
La compañía genera 30 empleos directos, y su objetivo principal es apoyar a la economía de la zona de Copey y del país, en general.
EF consultó al propietario del viñedo sobre el monto total de la inversión, sin embargo prefirió no compartirlo.
“El área de Dota tiene un potencial turístico muy grande. Creemos que el viñedo complementa una experiencia de café y vino en Costa Rica que puede ser muy agresiva en turismo”, dijo Leandro Aldaburru, socio comercial y distribuidor de los vinos en el país.
Largo camino
Rolando Serrano, gerente general de Copey Estate Winery aseguró que Costa Rica no es una zona de uva, y que muchos de sus colaboradores ni siquiera conocían una planta de uva de vino cuando arribaron al país.
Todo el proceso de aprendizaje y producción ha involucrado tres etapas: la agricultura; la agroindustria para elaborar el vino en el país y la última; mostrarle a los agricultores de la zona de Copey lo que se puede hacer más allá de la ganadería.
Serrano aseguró que la etapa de agricultura ya fue superada. Fue el reto más grande y difícil que tuvieron durante casi diez años.
“Fue todo un proceso de adaptación de la planta. Se trajo la primera vez la semilla de California y se injertó acá, pese a todo el esfuerzo no nos dio los resultados que esperábamos. Era otro clima, otra tierra”, dijo el gerente.
“Para ver los resultados de la uva hay que esperar por lo menos de tres a cuatro años, esperamos y fue fatal. Poco a poco nos enseñaron cómo hacerlo y nos dieron herramientas. La uva duró más de nueve años para llegar al punto que esperábamos. La idea no es solamente crecer uvas, sino crecer uvas de calidad para hacer un vino de nivel internacional”, destacó.
Benyehuda, agregó que ahora ya manejan los patrones de Costa Rica y hacen ellos mismos los injertos. Es decir, ya todas las plantas de producción de uva son ticas.
La segunda etapa, que comenzó en marzo de 2020, fue la elaboración del vino. La empresa ya cuenta con botellas de syrah, pinot noir, malbec, sauvignon blanc y cabernet sauvignon entre otras, hechas en Costa Rica.
“La idea con las uvas de nivel internacional, es que la uva corresponda a la cepa de vino que se toma. Además, nosotros tenemos el toque o plus de “terroir” de Copey”, dijo el propietario.
No obstante, los expertos afirman que en el tema de producción aún hay muchos ajustes por hacer, como maduración del vino, el cuánto cosechar, y el reto del clima, para que con los años el producto “vaya adquiriendo más cuerpo”.
Por otra parte, entre los planes a futuro tienen proyectado construir un centro de visitas, para que las personas tengan la experiencia de hacer el tour y la cata de sus vinos. Aún no están abiertos al público en general.
El diferenciado licor de uchuva
Lo que se pensaba que era una “mala hierba” se convirtió en una “historia en una botella”, así narró el propietario de Copey Estate Winery, su auténtico licor de uchuva Golden Rush.
Benyehuda contó que el proceso de producción de la uchuva es de seis meses e involucra una doble extracción: sabor y color más los nutrientes de la fruta. Además, se cosecha en el punto máximo de maduración para entregarla fresca al consumidor final.
Al igual que el vino, el objetivo principal es la creación de un producto 100% nacional y en cuanto a mercadería y distribución el proceso es similar: salir al mercado local y posteriormente a nivel internacional.
“El licor de uchuva va a llegar a ser un licor internacional que todo mundo va a conocer. La idea es poner el nombre de Costa Rica en el mapa. Vamos a generar trabajo y a hacer un esfuerzo para levantar la economía del país”, dijo Benyehuda.
Durante la actividad con la prensa, y con la presencia de sommeliers internacionales, hubo degustación de vino tinto y vino blanco Copey, así como del Golden Rush en diferentes presentaciones, los cuales iban acompañados de diferentes comidas de productores de la zona de Copey, como queso, trucha ahumada, costilla, entre otros.
La empresa se vislumbra en tres años con una producción comercial suficiente de ambos productos para ir abasteciendo la cadena nacional e internacional, y lograr posicionar en el mercado el nombre de Costa Rica como un país capaz de producir vinos y licores de calidad.