La instalación de grandes empresas de dispositivos médicos ha logrado generar oportunidades de negocios para emprendedores costarricenses.
En Costa Rica, hay al menos 55 pequeñas y medianas companías que suplen de piezas, materiales, procesos o servicios a este subsector de Ciencias de la Vida, según registros de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Tal es el caso de la pyme nacional Operaciones en Ingeniería de Avanzada de Centroamérica (OPIA), creada en 2007, cuando comenzaron a llegar las inversiones más fuertes al país.
Otras que han logrado encadenar negocios son Delfiplast y Electroplast, en el área de moldeo e inyección plástica.
También figuran Meditek en el área de suministros para operaciones de cuartos limpios y Etipres, que se encarga de suministrar etiquetas especiales.
Luis Chinchilla, gerente general de OPIA, contó que la iniciativa se dio mientras él y su hermano trabajaban en una multinacional de otro sector tecnológico y comenzaron a detectar necesidades.
Ahora, el 45% de todo su volumen de mercado se concentra en servicios para corporaciones de dispositivos médicos.
Brindan opciones como el monitoreo de salas limpias, certificación de instalaciones, monitoreo de plantas, pruebas de filtro, lavanderías de salas blancas, entre otros.
Esta pyme comenzó a trabajar con tres colaboradores y ahora tiene 12 personas.
Asimismo, en los primeros cuatro años, su cartera de clientes creció a un ritmo de entre el 10% y 15%, y se ha mantenido entre un 5% y 10%.
Para Jorge Brenes, presidente de la Asociación de Empresas de Zona Franca de Costa Rica esto se conoce como los “derrames de conocimiento” que generan encadenamientos del negocio y aportes a la economía.