Un conglomerado de diez familias de artesanos, artistas, tallistas, profesoras graduadas en Bellas Artes, así como alianzas con lugares turísticos y Casa Aduana, en Barrio Aranjuez donde se imparten talleres; es lo que da valor a Bellotas Bosque Alto; un emprendimeinto enfocado en decoración sostenible y que trabaja en la inclusión de la población mujeres de más de 50 años.
Katty Fernández, propietaria de Bellotas Bosque Alto, contó a EF que ella era periodista, y que llegó a ocupar cargos como lectora del Ministerio de Comercio Exterior; sin embargo “combinó todo en una licuadora” y dio nacimiento a su emprendimiento que ya lleva seis años en el mercado costarricense.
Fernández comentó, que la empresa no realiza manualidades convencionales como tejer o coser, sino que desarrollan con ayuda de sus artesanos y posteriormente con sus propias manos, piezas como bancos, ruedas de carreta, repisas, lecheras, vitrales, tapices, entre muchos otros. Todo se hace exclusivamente con materias primas amigables con el ambiente —de ahí su concepto de decoración sostenible—.
La casa matriz de Bellotas Bosque Alto está ubicada en Pinares de Curridabat, que es al mismo tiempo la casa de la propietaria. Sin embargo, sus proveedores es decir, los artesanos y tallistas son de diferentes partes del país.
Por ejemplo, los artesanos de Guápiles trabajan todos los productos que sean en metal; en Sarchí se desarrollan las piezas que llevan más fineza y precisión; las piezas en crudo se trabajan en tres talleres ubicados en Pérez Zeledón, Desamparados y Cartago; y los tallistas pertenecen a Sarchí y Pérez Zeledón.
Manejan cuatro negocios: imparten talleres de decoración (es el mayor ingreso que tiene la empresa); la venta de piezas en crudo o terminadas; los tours-talleres; y el servicio de remodelación a cafeterías y restaurantes.
La propietaria destacó que su empresa es completamente autosuficiente y económicamente escalable.
“Somos una máquina que sostiene a todas las familias de artesanos, artistas, a mí y los demás involucrados. Es una responsabilidad porque si yo no genero plata tengo que ver como hago para promocionar algo”, expresó.
“En números te puedo decir que recibimos un promedio de 50 alumnas al mes (en los talleres).También están los otros tres modelos que generan ingresos”, añadió.
Antes de la pandemia, Fernández tenía una tienda en su casa en Pinares; sin embargo por la crisis económica provocada por la pandemia tuvo que quitarla.
No obstante, cuenta con una sala de exhibición pequeña y tiene clientes que llegan a observar las piezas, a recogerlas, y también funciona para que los artesanos las puedan dejar ahí. Es como un centro de acopio.
“El objetivo de Bellotas Bosque Alto es fomentar un escalamiento y promover el emprendimiento. Tenemos casos de alumnas que se han montado su propio negocio de lo que aprenden en los talleres y venden sus piezas en Plaza del Sol, por ejemplo. También se animan a restaurar sus muebles, o sus paredes con las técnicas que aprenden”, expresó la dueña.
Portafolio de piezas en crudo y terminados en madera | Metal | Flores naturales deshidratadas | Vidrio |
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Candelabros, pajareras, baúles, ruedas de carreta, carretas, corazones, escritorios, sillas, bancos, paneras, cubierteras, azafates, bateas, barriles, repisas, alas, marcos, pájaros, conejos, letras, portallaves, taburetes, zapateras, etc. | Lecheras, cencerros, grifos antiguos para sacar agua del suelo, bancas, mesas, estantes, carretilla, campanas, baldes. | Coronas de hortensias, rosas, bellotas, eucalipto; guirnaldas y ramos. | Vitrales, textiles, telares, macramé, tapices. |
Fuente: Katty Fernández, propietaria de Bellotas Bosque Alto. |
Capacitación en Milán
Katty Fernández es representante de una serie de ferias europeas en Centroamérica por su afinidad con el comercio. Una de esas ferias es la de decoración sostenible de Milán, Italia.
“Yo me encargo de reclutar empresas costarricenses y centroamericanas para que vayan a estas ferias y se las paga absolutamente todo. Pero, las compañías tienen que cumplir con cierto perfil y características”, dijo Fernández.
Cuando los dueños de la feria de Milán tuvieron la oportunidad de conocer lo que desarrollaban en Bellotas Bosque Alto los comenzaron a invitar cada año a sus seminarios, lo cual le funciona a ellos como capacitación para traer ideas innovadoras y sostenibles al país sobre decoración y así impulsar el crecimiento de su negocio.
“Una técnica que es distintiva de Bellotas Bosque Alto es la deshidratación de flores, esto lo aprendí en Milán, y tuve que tropicalizarlo. Primero, porque aquí no venden los mismos productos que en Italia; y segundo por las condiciones de humedad que son completamente diferentes”, expresó.
Por la situación del COVID-19 a nivel global, cumplirían dos años de estar ausentes en la feria, ya que se realiza enero y en setiembre. Esperan poder ser partícipes en el 2022.
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Los negocios
1. Los talleres: Estos espacios se imparten todos los sábados y tienen una duración aproximada de tres horas, en donde todas las participantes como condición deben aprender la técnica enseñada en ese tiempo.
El costo de los talleres ronda los ₡45.000 y existe toda una estructura de costos. Lo que paga cada alumna por taller se divide entre el artesano, la profesora, el pago del local, el almuerzo, y otra parte para Bellotas.
Asimismo, la propietaria resaltó que el negocio ha sido un círculo que ha crecido de manera exponencial, ya que en sus inicios solo realizaban un taller por año y ahora son semanales.
“Con la pandemia nos potenciamos mucho, a pesar de que nuestro público es en su gran mayoría de alto riesgo, se han mantenido todos los protocolos. El negocio de los talleres es amarrarlos con las piezas, ya nosotros incluimos la pieza y todos los materiales en los talleres. Es un encadenamiento donde todos ganan”, afirmó.
2. Venta de piezas en crudo o terminadas: La persona tiene la posibilidad de comprar la pieza en crudo, básicamente “sin decorar” para diseñarla en su casa; o la puede adquirir ya terminada con todos las características que solicite.
3. Los tours-taller: Todas las mujeres viajan a una finca de hortensias en el Cerro de la Muerte llamada Mi Refugio —quienes son exportadores de estas flores—, y ahí en el lugar aprenden a hacer las coronas deshidratas con las hortensias de la finca.
“Aquí no solo estamos estimulando la creatividad y el esparcimiento de las señoras; sino también el turismo rural comunitario”, dijo Fernández.
En los próximos meses tienen organizado un tour a Finca La Lucha, donde realizarían tapices con la cabuya que hay en el lugar. Y para el 2022, proyectan desarrollar un tour a los viñedos de Copey de Dota, para hacer coronas con las ramas de las uvas.
4. Remodelaciones en cafeterías y restaurantes: Los dueños de estos lugares contratan a Bellotas Bosque Alto para que realicen remodelaciones en el lugar o les diseñen algún espacio dentro del establecimiento.
“Bellotas Bosque Alto es un emprendimiento de decoración sostenible, innovador y de encadenamiento social y económicamente escalable”, concluyó la dueña.