El turismo, responsable de cerca del 8% del producto interno bruto, se ha consolidado como una de las principales actividades económicas de Costa Rica.
Actualmente, 25% de los empleos del país están vinculados directa o indirectamente a este sector. Una reciente disminución en la llegada de turistas causó gran preocupación en diversos sectores, algunos de los cuales señalan la competencia de otros mercados, el fortalecimiento del colón frente al dólar y la inseguridad como causas de este fenómeno.
Costa Rica goza de un reconocimiento internacional como destino líder en ecoturismo, aventura y relajación, lo que le ha valido distinciones como la que le dio la revista Travel + Leasure en el 2024, al nombrarla como el destino del año. En el 2023 el país ya había ganado como “Destino líder” en los World Travel Awards y el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) fue reconocido como “Mejor Ministerio de Turismo” de México y Centroamérica. Este prestigio se debe a la diversidad de experiencias que el país ofrece.
No obstante, esas buenas características y premios no dicen si la actividad está creciendo, desacelerándose o decreciendo. Es el ICT el que publica cifras de visitación, las cuales sirven como indicador del sector. Repasemos los datos para saber si la buena reputación del país y sus atractivos siguen siendo convenciendo a cada vez a más personas.
Bajo las apariencias
En el 2024 llegaron a suelo nacional 2.919.483 turistas por todas las vías. Cuando los datos del año pasado se comparan con los del 2023 se nota un crecimiento absoluto de 168.349 personas, es decir, del 6,1%.
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A primera vista, el panorama pinta positivo y, aunque la visitación del año pasado no rompió un récord (lo sigue teniendo el 2019), sí fue la más alta desde el 2020, año inicial de la crisis de la covid-19. A pesar de este crecimiento, analizar los datos con más profundidad permite concluir que no es oro todo lo que reluce.
No hay que confundirse ni malinterpretar: un crecimiento en la cantidad de turistas es bien recibido por las autoridades y los empresarios, pero los números indican que desde setiembre del 2024 se comenzó a registrar una caída interanual en el número de visitantes que llegan vía aérea.
No hay que confundirse ni malinterpretar: un crecimiento en la cantidad de turistas es bien recibido por las autoridades y los empresarios, pero los números indican que desde setiembre del 2024 se comenzó a registrar una caída interanual en el número de visitantes que llegan vía aérea.
Esa caída continúa hasta enero de este año, el último mes con datos disponibles. Esto significa que en en cada mes han llegado menos turistas que en el mismo lapso del año previo.
En setiembre del año pasado se registraron 5,91% menos visitas con relación a ese mismo mes del 2023. Luego, en octubre la caída fue de 5,43% y en noviembre de 5,41%. Para el último mes del año rondó el 0,9% y en el primer mes del 2025 la disminución fue de 1,49%.
Los números disponibles en el sitio web del ICT también muestran que la desaceleración se dio en todas las regiones de las que nos visitan los turistas. Incluso, dos de ellas, Europa y Centroamérica, mostraron cifras negativas en la cantidad de visitantes en el 2024 comparado con el 2023.
En otras palabras, aunque en el 2024 en su totalidad llegaron más visitantes que en el 2023, durante los últimos meses del año pasado se comenzaron a registrar variaciones negativas.
Costa Rica se había acostumbrado a ver cifras de crecimiento superiores al 10% después de la pandemia, pero no hay que olvidar que, antes de la crisis sanitaria, los datos mostraban incrementos que promediaron el 4,4% interanual entre el 2013 y el 2019.
¿Qué puso freno al vigor en el aumento de visitación? ¿Se está agotando el modelo turístico nacional y es momento de encender las alarmas?

¿Problemas en el paraíso?
Según representantes del sector, es posible identificar tres grandes factores que están frenando el crecimiento turístico: el comportamiento del tipo de cambio, las condiciones de la infraestructura y la ola de inseguridad que vive el país.
Añadido a esto, Costa Rica debe convivir con el señalamiento de que es un destino caro en comparación con otros de la región.
Empecemos por el factor cambiario. El dólar en Costa Rica lleva poco más de dos años con una tendencia notable a la baja y la estabilidad; incluso ha rozado los ¢500 por dólar. Para los turistas extranjeros, implica un aumento de los dólares que deben entregar por los mismos productos y servicios. Para quienes viven de esta actividad, este golpe se siente con igual fuerza ya que los dólares alcanzan para menos en nuestro territorio.
“Hay desafíos que requieren atención. Factores como las distorsiones que está generando el manejo del tipo de cambio, que ha encarecido hasta en un 25% los costos para los turistas”, dijo Shirley Calvo, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Turismo.
Las agrupaciones turísticas del país han alzado la voz y han pedido al Banco Central de Costa Rica (BCCR) intervenir con decisión para lograr lo que califican de un tipo de cambio equilibrado, el cual reduzca el impacto negativo por el diferencial cambiario.
Mientras la mayoría de negocios turísticos reciben sus ingresos en dólares, los principales costos operativos de los empresarios, como salarios, cargas sociales, servicios públicos y pagos a proveedores, deben cubrirse en colones.
“Uno de los factores que podría estar incidiendo en esta situación es el incremento en los costos de los servicios turísticos. Este aumento responde, en gran medida, a la necesidad de los hoteles de ajustar sus tarifas para mitigar las pérdidas derivadas del diferencial cambiario, ya que la apreciación del colón frente al dólar ha reducido los ingresos”, comentó Flora Ayub, directora ejecutiva de la Cámara de Hoteles.
A esta situación se suma el peso de las deudas adquiridas durante la pandemia, las cuales los empresarios debieron renegociar con los bancos en condiciones de tasas de interés elevadas y en un contexto de tipo de cambio desfavorable para ellos.
Los consultados creen que también podría estar influyendo la ola de violencia que enfrenta Costa Rica desde el 2023, el año más violento en nuestra historia, con 905 homicidios.
En el 2024 la cifra apenas se redujo levemente y se contabilizaron 880 asesinatos. Solo en los primeros dos meses del 2025 ya se registran 115 homicidios.
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Aunque siguen llegando turistas, existe incertidumbre sobre cómo afecta a los viajeros potenciales las informaciones relacionadas con homicidios y narcotráfico publicadas en medios de alcance relevante como Le Monde, de Francia, y El País, de España.
Finalmente, la infraestructura es otro tema pendiente de mejorar en el país, en especial en lo que respecta a aeropuertos y carreteras. Mejores aeropuertos facilitarían el tráfico de aeronaves y pasajeros. Mejores carreteras reducirían el tiempo de traslado de los turistas por todo el territorio.
“La urgente necesidad de mejorar la infraestructura en puertos, aeropuertos, carreteras, conectividad e instalaciones en los parques, así como el deterioro del clima de seguridad en el país son aspectos que hemos señalado que se atiendan con prioridad ya que son fundamentales para no perder terreno y que en su totalidad dependen de acciones y gestiones del Poder Ejecutivo”, añadió Calvo.

Mercado por mercado
Según datos del ICT, los norteamericanos son el principal sostén del turismo costarricense y el año pasado representaron 68,1% de las llegadas.
Los viajeros de Estados Unidos, Canadá e incluso México son los que año a año lideran las listas de mercados emisores y no por nada fueron los primeros países con los cuales se retomaron vuelos luego del cierre de fronteras por la crisis sanitaria del 2020.
El año pasado arribaron desde Norteamérica, por la vía aérea, 1.936.937 personas, un 10,3% más en comparación con el 2023. Ese incremento fue menor que entre los periodos del 2022 al 2023 (18,6%) y del 2022 al 2021 (57,9%). Las cifras del 2021 al 2023 reflejan la recuperación pospandemia.
Norteamérica registra un aumento en turistas, pero desde Europa la situación es diferente. El segundo mercado emisor en importancia registró 3.343 viajeros menos en el 2024, lo cual equivale a 0,8% menos comparado con lo que se presentó en el 2023. La caída se explica por una menor visitación de israelíes, suizos, alemanes e ingleses.
De manera similar, desde Centroamérica llegaron a Costa Rica por aire 103.945 personas en el 2024, lo cual representa una disminución de 1% en relación con el 2023. El Salvador, Belice y Nicaragua fueron las naciones que mostraron la mayor caída.
Dentro de lo positivo, el año pasado desde el cono sur llegaron a nuestro país 126.770 turistas provenientes principalmente de Colombia, Argentina, Brasil y Chile.
En términos generales, siempre según el ICT, se reportó un crecimiento de 3,3% en el 2024 comparado con el año anterior. Ese aumento es bastante menor al visto en el 2023, cuando se alcanzó un crecimiento de 19,8%.
Finalmente, los mercados de Asia, África y Medio Oriente –los cuales el ICT contabiliza como un solo grupo– aumentaron su visitación en 21,8% durante el 2024 y sumaron 54.896 personas. Este fue el grupo que mostró un mayor crecimiento en el 2024, pero su base es mucho menor.
¿Qué hacen nuestros vecinos?
Es difícil identificar con precisión quién es la competencia de Costa Rica en atracción de turistas: la mayoría de los países tienen atractivos y son destinos potenciales para los viajeros.
Sin embargo, una forma de evaluar la posición de Costa Rica en esta industria es compararse con algunos países vecinos y sus resultados del año pasado.
El crecimiento del 2024 para Costa Rica, el cual llegó a 6,1%, es modesto cuando se le compara con lo sucedido en otros países de Centroamérica y Caribe, que incluso tuvieron un aumento de doble dígito.
Panamá, recibió 2,7 millones de visitantes, lo que representó un aumento del 11,2% (los datos son preliminares). El Salvador lideró Centroamérica, con 3,9 millones de visitantes, para un incremento del 17%.
Guatemala reportó 3,03 millones de visitantes, lo cual implica un crecimiento de 15%. Honduras tuvo en el 2024 un récord de 741.161 turistas, la cifra más alta para ellos desde el 2018, aunque la más baja de los países del área, y reportó un crecimiento interanual del 2,5%.
Mientras tanto, Nicaragua aún no tiene cifras oficiales, pero a inicios del año las autoridades de turismo reportaron que se esperaba entre 1,2 y 1,3 milloness.
República Dominicana fue el líder en esta región, con 8,53 millones de viajeros por vía aérea y poco más de 11 millones al contabilizar las llegadas por otros medios. En el 2023, esta nación caribeña recibió 10,3 millones, es decir, el año pasado subió la cantidad de visitantes en un 7,7%.
”La oferta de producto turístico es de categoría mundial y yo mantengo que el servicio costarricense, por su autenticidad y por su característica pura vida, se compara con cualquier lugar del mundo”, dijo Mario Mikowski, gerente de mercadeo y ventas del hotel Nantipa, en La Fortuna.
El peso del turismo en Costa Rica
El negocio del turismo empieza desde que el viajero elige en qué lugar vacacionar, dónde quiere hospedarse, hace reservaciones y selecciona cuáles actividades le llaman la atención.
De ahí en adelante se empiezan a ver beneficiados los comerciantes locales con el llamado dólar turístico impactando positivamente a las comunidades que los reciben.
El monto que los turistas gastan en el país en alojamiento, comidas, transporte, compras, ocio y otros servicios cerró en el 2024 con montos históricos. Según las cifras del Banco Central, el año pasado se registraron $5.434 millones por este concepto, lo cual representa un crecimiento de $682 millones (o 14,3%) en comparación con el 2023.
Al revisar las cifras de ese año, destaca que el concepto de entrada de divisas tuvo un crecimiento de casi $1.000 millones comparado con el 2022. No obstante, el promedio de estadía se redujo, lo cual implica que durante el 2023 el viajero pasó menos tiempo visitando el país, pero gastó más.
Por otro lado, el empleo en esta actividad continúa creciendo. Según la Encuesta Continua de Empleo del INEC, 183.016 personas se desempeñaron directamente en actividades turísticas durante el año, un aumento de 19.767 puestos de trabajo respecto al 2023. Esto representa un 7,7% de la fuerza laboral del país.
Esta cifra constituye el registro más amplio de empleo turístico anual desde el 2010 y, si se consideran los empleos directos e indirectos generados por el turismo, la cifra total asciende a 549.048. Cerca del 25% de la población económicamente activa está vinculada al turismo.
¿Qué está haciendo Costa Rica para mejorar?
Los aeropuertos Juan Santamaría y Daniel Oduber son la puerta de entrada a Costa Rica para la inmensa mayoría de turistas. El 66% de las llegadas aéreas del año pasado se registraron por la terminal de Alajuela.
Con el fin de atender la necesidad de mayor espacio de la principal terminal aérea nacional, ya inició la ejecución del proyecto denominado T-01 que busca la ampliación del edificio terminal hacia el sector oeste. Se trata de la construcción de un edificio de cuatro niveles con un área aproximada de 16.500 metros cuadrados.
“De esta manera nos preparamos como país para la atención del incremento de pasajeros que se proyecta. Según el Plan Maestro para el 2027 el Juan Santamaría recibiría 6,5 millones de pasajeros anuales, mientras que para el 2042 esa cifra llegaría a los 10,4 millones”, detalló Efraím Zeledón, ministro de Obras Públicas y Transportes.
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Se espera que las obras estén listas en febrero del 2027. En ese mismo año, también en las instalaciones del Juan Santamaría, deberá estar listo el nuevo hotel on-airport, único en la región y que tendrá conexión directa con el aeropuerto mediante un puente peatonal.
Por su parte, en Liberia las obras se han concentrado en el mejoramiento de la pista y en la construcción de una terminal para vuelos privados para atender un público que es cada vez más común: los viajeros de ultralujo.
Otro de los elementos que marcan una diferencia son los nuevos vuelos directos o el aumento de sus frecuencias. Un vuelo directo representa un argumento a favor para convencer a un turista que valora las horas de viaje para ir a su lugar de descanso.
Desde mediados del año pasado, el ICT anunció que se esforzaría por traer vuelos de Colombia, Brasil, Portugal, Italia y Escandinavia (formada por Noruega, Suecia y Dinamarca). Si bien se han anunciado algunos vuelos directos, en especial desde y hacia Suramérica, aún no hay novedades respecto a los países europeos.
Otra de las ventajas con las que compite Costa Rica en este feroz mercado de atracción de turistas es el segmento náutico, en el cual está muy bien posicionada. El país tiene seis marinas funcionando y hay otra en construcción en El Coco. La mayoría están ubicadas en la costa pacífica y tienen una oferta dedicada a actividades de pesca deportiva, la cual reúne a turistas de mayor poder adquisitivo.
El futuro
Por ahora, distintas campañas siguen promocionando las bellezas naturales de Costa Rica en el extranjero con el objetivo de atraer a más viajeros y más aerolíneas. Ya se volvió común que personalidades del deporte y entretenimiento mundial vacacionen en nuestro país.
Mientras tanto, nuestro país tiene al frente la barrera de los 3 millones de visitantes para el cierre del 2025. Ya sobrepasó ese número en 2018 y 2019. Si la tendencia sigue como en los últimos meses, se quedará por debajo de esa cifra una vez más.
Aunque cuenta con una buen oferta para los turistas, posicionamiento internacional y reputación, Costa Rica tiene ahora el desafío de mantenerse competitiva frente al crecimiento de sus vecinos y trabajar para solucionar sus principales problemas internos.
