¿Quién no ha saboreado una dona de los puestos de Doña Dona que están ubicados en la mayoría de los centros comerciales de la Gran Área Metropolitana (GAM)?
Ese sabor tiene una trayectoria de dos décadas, en las que ha habido varios cambios.
Su historia se remonta 20 años atrás cuando Javier Becerra, hoy gerente de Doña Dona, era un joven de 24 años cuando decidió comprar la pequeña empresa que en ese entonces estaba a la venta en Multiplaza Escazú.
Según su relato, le bastó de una mordida para sentir ese "amor a primera vista" y saber que ese sería su negocio.
Su tío y actual socio, Walter Kissling, le ayudó con la compra del local a través de una fianza en un banco.
El proceso de expansión comenzó poco a poco, prestando especial atención a los centros comerciales. Hoy ya son 15 locales los que llevan el nombre de Doña Dona en el país.
Sin embargo, una misma receta, por más atractiva que sea, no puede ser la misma durante tanto tiempo, por lo que para celebrar sus 20 años, Becerra ha desarrollado una estrategia de innovación que se basa en el cambio del formato de sus puntos de venta, así como la incorporación de un foodtruck.
La primera cafetería de Doña Dona que incluye mesas, sillas, un área para que los niños puedan rayar las paredes, así como la venta de nuevos productos como cafés fríos, repostería salada y la posibilidad de decorar las donas al gusto, se encuentra en Multiplaza de Curridabat. Para el 30 de noviembre estará disponible otra cafetería con este mismo concepto en Ciudad del Este.
Otra apuesta interesante de la marca es la incorporación de un foodtruck (o el bus de donas como lo llama el hijo de Becerra, Julián de tan solo 3 años). Con este vehículo, Doña Dona garantiza su presencia en eventos al aire libre y se puede movilizar endulzando las calles de la GAM.
A corto plazo Becerra tiene proyectado abrir dos puestos de venta en el centro de Alajuela y Heredia, así como apartar su espacio en el nuevo megaproyecto comercial Oxígeno.
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"Nuestra clave ha sido ofrecer donas frescas y que se cambien todos los días, esto es un sacrificio porque hay mucho desperdicio, sin embargo, nosotros lo que hacemos es que hace más de siete años trabajamos con la fundación "Un corazón samaritano". Ellos reparten el producto para que se lo entreguen a comedores infantiles. Estamos hablando de 15.000 donas mensuales que regalamos", explicó Becerra.
Como parte de los objetivos de crecimiento de Doña Dona están salir de la GAM y llevar su marca afuera del país a través del modelo de franquicia.
Becerra recuerda que desde que tenía 8 años desarrolló su alma de empresario, ya que recogía frutas del patio de la casa, las colocaba en un mantel y desde el portón las vendía.
Un espíritu emprendedor que lo ha llevado a manejar su propio negocio durante 14 años, mérito por el cual se le reconoce en esta edición del Empresario del Año con la mención por Trayectoria.
Mención por Trayectoria
- Nombre completo: Javier Becerra Kriebel.
- Edad: 38 años.
- Último grado académico: Máster en Mercadeo.