Pese a que el precio del café orgánico es mayor que el del convencional, son cada vez más quienes prefieren este tipo de producto, lo que promueve un ambiente de optimismo entre productores y distribuidores nacionales.
El Instituto del Café de Costa Rica (Icafé) define al café orgánico como una alternativa productiva sostenible del grano que, prescindiendo del uso de insumos de síntesis química, resulta en un producto competitivo.
LEA: Cambio climático amenaza áreas de cultivo de café en Latinoamérica
También debe promoverse la conservación y el mejoramiento del ambiente, así como de la biodiversidad del ecosistema, a través de certificaciones.
Según Icafé, en los últimos tres años, los pequeños productores han visto más rentable la producción de microlotes con características organolépticas excepcionales, orientados principalmente al mercado gourmet .
De acuerdo con las últimas entregas y reportes del Instituto, 10 empresas beneficiadoras participan en el procesamiento del café orgánico y aportan un volumen aproximado de 8.000 fanegas por cosecha.
Entre las firmas están la Asociación de Familias Organices de los Cerros Caraigres (Afaorca) y Grupo Naturalba. Sin embargo, existen otras compañías que se encargan de colocar el producto en el mercado nacional e internacional; por ejemplo, Grupo Britt, y más reciente Smart Coffee.
Involucrados en el negocioDesde 1997, Afaorca produce café orgánico debido a que lo consideró una iniciativa que cuida el ambiente, cambia la mentalidad del productor y que, a su vez, aporta un producto de mayor calidad y valor agregado.
El gerente de la firma, Cristian Mora, explicó que tienen 18 fincas en las que garantizan la producción de café orgánico gracias a un sistema interno de control y auditorías que contratan a una certificadora nacional llamada Eco Lógica, así como con las revisiones que realiza el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
La producción ronda los 1.000 quintales oro por año: un 15% se comercializa en territorio nacional y un 85% en el exterior.
Su forma de colocar el producto es a través de ferias orgánicas y zonas turísticas, así como en restaurantes con conceptos artesanales u orgánicos, y por medio de tostadores de café especial en Europa, Estados Unidos y Canadá.
Mora destacó que hay una alta demanda de este tipo de producto, pero que el comportamiento del negocio dependerá del proceso de renovación de café que inició hace dos años.
“Esperamos poder tener más producto para suplir más mercado, pero principalmente internacional”, agregó.
Naturalba, por su parte, abrió en el 2013 y se encarga de procesar y asumir la certificación del proceso realizado por 16 productores asociados, a los que se sumarán 10 que están en proceso de transformación (de convencional a orgánico), proceso que dura cerca de tres años, mientras no haya más residuos químicos en el producto final).
Su producción, que para el periodo 2016-2017 fue de 70 fanegas, se garantiza como orgánica a través de inspecciones internas que se realizan cada año, así como con Eco Lógica y el MAG.
Marie Beuchet, presidenta del Grupo Naturalba, manifestó que colocan sus productos en tiendas nacionales turísticas y orgánicas (como Mercadito Sano y Natural, Green Center y otros).
Asimismo, mencionó que a nivel internacional quieren comercializar su café procesado en supermercados orgánicos en Canadá, donde ya tienen contactos.
Parte de la producción de Naturalba es comprada por Smart Coffee, una firma que nació de la mano de Smart Group.
Cristhian González, vocero de la compañía, indicó que la empresa nació en la junta directiva del grupo tras analizar diversos modelos empleados en el país en el tema de responsabilidad social.
“Al no querer hacer algo tradicional, creamos una empresa con el fin de estimular y apoyar algún sector, y así surgió el café, que siempre ha sido un sector muy importante para Costa Rica”, señaló.
De esta manera decidieron, en setiembre del año pasado, comprar un producto considerado como bueno por ser orgánico, y ayudar a productores pequeños que, por su tamaño, no podían comercializarlo. Además, pagarles un precio justo (una vez o vez y media más del precio de cualquier otro comparador, según la compañía) para que ellos pueden reinvertir en sus cosechas.
Inicialmente, la compañía esperaba vender el producto en Estados Unidos, pero por la logística que implicaba, apostaron por trabajar en Costa Rica a nivel institucional.
También están en negociaciones con una empresa de origen canadiense, pero con oficinas en diversos países, para que el café esté presente en cada una de sus instalaciones. Además, lanzarían su página transaccional a finales de este año o principios del otro.
“Creemos que la producción orgánica será dentro de poco la producción mayoritaria dentro de las compras de las personas y las instituciones”, dijo González.
Britt es otra de las compañías que quiere abrir mayor espacio al café orgánico, y es uno de los más vendidos por la marca.
Pablo Vargas, presidente ejecutivo de Grupo Britt, explicó que en 1990 pensaban que la gran mayoría del café que venderían sería orgánico; sin embargo, la compañía se percató que el consumidor no estaba preparado para pagar un poco más.
LEA: Cooperativas cafetaleras construyen planta de industrialización de café tostado
“Aún se insistió, y hoy día resulta positivo por la buena aceptación de esta bebida. La producción del café Britt Orgánico Bajo Sombra supera los 200.000 paquetes anuales; el 80% de la producción se vende en Costa Rica y es parte de la conciencia ambiental que la población ha alcanzado”, agregó el presidente ejecutivo.
Britt espera continuar el crecimiento en esta categoría que actualmente ronda el 10% anual.