Las 36 carreras que dejará de financiar la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación (Conape) representan desde un 7% hasta un 100% de la oferta académica en el grado de bachillerato de 39 universidades privadas.
Así se desprende de un ejercicio realizado por EF en el que se consideró la información de las 53 casas de enseñanzas autorizadas por el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada.
La medida de Conape involucra carreras con altos niveles de desempleo en Ciencias Sociales, Ciencias de la Salud, Ciencias Económicas, Educación, Artes y Letras, Recursos Naturales y Ciencias Básicas.
Para escoger cuáles profesiones serían excluidas de los servicios brindados por Conape, se usó un informe publicado por el Observatorio Laboral de Profesionales (OLAP) en el 2018, en el que se estudiaron las condiciones laborales de los graduados entre el 2011 y el 2013.
El cierre del crédito en las 36 carreras se debe a un aumento en las solicitudes de nuevos préstamos y la reducción de los ingresos de Conape (estos proceden del cobro de los préstamos y de las utilidades del sistema bancario).
Al proceder de esta forma, una gran parte de las universidades privadas se ven afectadas ya que, aunque algunas disponen de otras vías de financiamiento para sus estudiantes, el servicio de la Comisión resultaba una opción atractiva.
Según el ejercicio desarrollado por EF, universidades como la Centroamericana de Ciencias Sociales imparte únicamente dos carreras en el grado de bachillerato y ambas quedarían fuera de las posibilidades de crédito. Se trata de educación preescolar y psicología.
Otras instituciones educativas que también podrían recibir un fuerte golpe son la Unibe, porque un 75% de su oferta no estaría sujeta al préstamo con Conape, así como la Universidad Santa Paula (67%), Ucimed (60%), y Federada de Costa Rica (50%).
Algunas de esas universidades han sido claras en que la medida no debería prosperar y descartan tener que replantear su oferta académica ante las críticas de que algunas de las carreras que imparten tienen altos índices de desempleo.
“Basados en el tema de desempleo, no es necesario (hacer un análisis de su propuesta educativa). De todos los mercados se ha dicho lo mismo, que las carreras como administración, derecho o publicidad están sobresaturadas y ahora los medios indican que son las carreras de salud”, indicó Nelson Rojas, coordinador de mercadeo de Unibe.
Esa universidad –en la que un 30% de sus estudiantes se financian con Conape– espera que la carrera de medicina sea la más afectada debido a que en las otras opciones ponen a disposición sistemas propios de financiamiento o becas.
Para quienes están al frente de Ulacit, Conape restringe sus créditos a razón de la crisis fiscal que atraviesa el país y no por una supuesta saturación del mercado.
“El mismo estudio que citan indica que una gran parte de esas carreras todavía reportan índices de desempleo inferiores a la tasa de desempleo abierta, lo que quiere decir que estas profesiones han permitido a los egresados colocarse con mayor éxito en el mercado laboral, en comparación con las personas que no han estudiado”, argumentó Silvia Castro, rectora de la Ulacit.
Esa universidad –en la que un 15% de la población se financia con Conape– no cree que deba modificar su oferta pues la tasa de empleabilidad de sus egresados es del 98%.
Con el criterio de la Ulacit, coinciden las autoridades de la Universidad Santa Paula, quienes alegan que el tema de la empleabilidad no es como lo señalaron los directivos de Conape, basándose en estadísticas “desactualizadas” de la OLAP.
“La tarea de actualización del portafolio académico de Santa Paula se realiza de forma continua y en concordancia con lo que el país necesita. Los egresados de nuestras carreras atienden poblaciones vulnerables en crecimiento como las personas adultas mayores”, destacó Raúl Campos, vocero de ese centro de enseñanza.
EF intentó conocer el criterio de la Federada de Costa Rica, Universidad Latina y la Hispanoamérica. No obstante, al cierre de edición no hubo respuesta.
Otras casas de enseñanza no sufrirían ninguna afectación, por ejemplo; Libre de Derecho, Empresarial de Costa Rica, Evangélica de las Américas, Isaac Newton, UTAC, Cristiana Internacional, Juan Pablo II y Cenfotec.
Las universidades privadas esperam aminorar una posible afectación por medio de sus programas de financiamientos internos (que dicen funcionar con bajas tasas de interés y sin requerir garantías o fiador) así como con descuentos y asesoramiento financiero personalizado.