Elegir un hogar de larga estancia para un adulto mayor es una tarea sumamente compleja. Este servicio tiene que ser integral y ofrecerle la tranquilidad y seguridad a la familia del cuido que le darán a la persona.
EF le consultó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) acerca de cuáles son los hogares de larga estancia que tienen registrados y sus respectivos aforos, los cuales fueron revisados para sus campañas de vacunación contra la Covid-19. Se trata de una lista de 129 hogares que están activos en todo el país.
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Se debe tomar en cuenta que no todos los hogares operan de la misma forma. Algunos de ellos son fundaciones que se alimentan de recursos públicos y, por ende, se debe enviar una solicitud de ingreso, hacer un análisis previo por parte de un trabajador social y un médico, y según la disponibilidad de espacio en el hogar se admite a la persona o no.
Otros hogares, en cambio, sí trabajan de manera privada y con pagar la mensualidad que fijan se elige el tipo de habitación y se firma la documentación correspondiente.
Los hogares de larga estancia con mayor aforo actualmente son el Santiago Crespo, ubicado en Alajuela y el Carlos María Ulloa en Goicochea, San José.
Los precios de los hogares de larga estancia oscilan entre los ₡450.000 y ₡1 millón, según el tipo de habitación, ya sea individual o compartida.
En la siguiente tabla puede consultar los 11 hogares más grandes, sus respectivos precios y servicios:
Requisitos de ingreso
La admisión de un adulto mayor en un hogar de larga estancia dependerá del establecimiento y la misión que tengan, pero a modo general, siempre será necesario realizar una entrevista social con los familiares y si es posible con el adulto mayor.
También es necesario que un médico y un psicólogo realicen un diagnóstico previo del adulto mayor para que exista total claridad acerca de su estado físico, mental y emocional.
Posteriormente, el departamento de trabajo social podrá realizar una visita al domicilio del adulto mayor con la finalidad de observar y conocer la dinámica familiar de su día a día.
En el caso del hogar Carlos María Ulloa los requisitos de admisión son:
- Ser una persona mayor de 60 años.
- El ingreso sea por propia voluntad del adulto mayor.
- Entrevista del profesional en Trabajo Social en todos los casos, para la valoración social inicial.
- Fotocopia de cédula de identidad de la persona adulta mayor.
- Fotocopia de cédula de identidad de la persona responsable ante el hogar del adulto mayor.
- Dos fotografías tamaño pasaporte del adulto.
- Certificación de pensión u otros ingresos de la persona adulta mayor.
- Constancia de salario, o declaración jurada ingresos propios, certificación de ingresos de un contador autorizado, de la persona contraparte responsable del adulto mayor.
- Pago de los aranceles o costo mensual residencial y depósito de garantía (únicamente si el ingreso del adulto se realiza).
- Certificación de seguro voluntario en caso de tenerlo.
- Dictamen médico que incluya aspecto físico y mental del adulto mayor.
- Epicrisis en caso de que la persona haya estado hospitalizada o bien se encuentre recibiendo tratamiento médico o psiquiátrico en un centro hospitalario.
- En caso de que la persona requiera algún tratamiento nutricional, aportar indicación médica o del profesional en nutrición.
- Otros requisitos médicos como certificado de vacunación contra la Covid-19 y otras pruebas como radiografías y electrocardiograma.
Otro gasto asociado a tomar en cuenta es el pago de depósito de garantía, el cual equivale al mismo monto de la mensualidad. Este se devuelve a la persona encargada en caso de un egreso o por fallecimiento del residente.
En la lista de ofertas también está el servicio de horario diurno, que le permite al adulto mayor disfrutar de actividades recreativas y en las noches regresar a su hogar. Puede consultar en los diferentes hogares por esta opción.
Un ejemplo es el Centro Diurno de la comunidad Colonia La Libertad en Corredores de Puntarenas. Este espacio comenzó operaciones el 17 de febrero pasado y le ofrece a los adultos mayores el servicio de transporte que los traslada desde sus hogares hasta este centro.
Esta empresa comunal se creó luego de recibir capital semilla no reembolsable de ₡30 millones, por parte del programa Transformando Comunidades del Banco Nacional. Esta iniciativa beneficiará a este grupo de adultos mayores de 16 diferentes comunidades rurales del distrito de Laurel.
Acompañamiento integral
Una de las preguntas más difíciles de contestar es: ¿cuándo es el momento ideal para saber si el adulto mayor de mi familia requiere de los servicios de un hogar de larga estancia?
La razón más común por la que un adulto mayor es llevado a un establecimiento de este tipo es porque sufre de un deterioro cognitivo o físico importante y requiere atención las 24 horas. El ingreso de esta persona a un hogar de larga estancia toma mayor sentido cuando la atención domiciliaria privada no es posible o si no existe alguna persona que pueda ofrecerles este cuido.
El Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), explicó que no existe un momento para ingresar a una persona adulta mayor a un hogar, pero lo primordial es que la familia se organice y le brinde la atención requerida, ya que lo mejor es que la persona adulta mayor permanezca en su entorno y con sus personas cercanas.
“Si no hay otra opción más que la institucionalización, la familia debe estar pendiente de la persona adulta mayor, visitarlo y no dejarlo en abandono”
— Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam).
El Conapam transfiere recursos económicos a 73 hogares de larga estancia que cumplen con requisitos de permiso de funcionamiento o habilitación dada por el Ministerio de Salud, calificación de idoneidad de que puede manejar recursos públicos, calificación de organización de bienestar social dada por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), estar al día con la obligaciones de la CCSS, entre otras.
El acompañamiento integral durante las estancias en estos recintos es primordial para apoyar al adulto mayor durante su estancia.
Según datos del Conapam durante el 2022, más de 117 adultos mayores fueron abandonados por sus familiares.
Se considera abandono cuando ningún familiar ni allegado apoya económicamente a la persona adulta mayor y es el Estado quien debe hacerse cargo por su manutención.
Muchos de estos casos suceden en centros diurnos o dentro de las mismas comunidades. En este tipo de situaciones entran los profesionales en trabajo social y a través del Conapam refieren a estos adultos a otros centros de cuido, pero son los fondos públicos los que corren a rescatar a estas personas.
Envejecimiento de la población
La población costarricense está envejeciendo. Gracias a los avances en el campo de la salud pública y la atención preventiva, la esperanza de vida se disparó. No obstante, junto con este avance del desarrollo se avecinan retos importantes para el país.
El crecimiento de este grupo poblacional es el más acelerado y constante, además, las tasas de natalidad no responden al reemplazo generacional que se necesita.
Datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) muestran que la tasa de natalidad de Costa Rica cayó en una tercera parte en los últimos 10 años, ya que el país pasó de registrar 16 nacimientos por cada 1.000 habitantes en 2011 a tener una tasa de solo 10,51 en 2021.
Esta tasa de natalidad no es suficiente para cubrir el reemplazo generacional. En 2011, cada mujer tenía 1,86 hijos en promedio, pero en 2021 esta tasa cayó a 1,31. Es decir, no alcanza para sustituir eventualmente a ambos padres.
De acuerdo con información del último Censo Nacional de Población, en el 2011 el 7,2% de los habitantes correspondía a personas de 65 años o más de edad. Actualmente esta proporción ronda el 9,6%, aproximadamente 501.155 habitantes; pero para el 2050 es cifra ascendería al 20% de la población total de Costa Rica.
Además del acelerado crecimiento de la población adulta mayor, se suma que tanto hombres como mujeres tengan hoy una esperanza de vida de 78 y 83 años, respectivamente.
Todos estos factores meten presión al sistema de cuido de la población adulta mayor y se hace cada vez más necesario tener a la mano información acerca de los servicios, instalaciones y recursos que se le destinan a los hogares de larga estancia para así garantizar un cuido adecuado para todas estas personas.