El conocimiento se ha convertido es uno de los recursos más importantes para la competitividad de las empresas y países. Uno de los aspectos más relevantes de considerar para mejorar la gestión del conocimiento en las empresas es su capacidad de absorción (CAB).
Una buena CAB ha sido asociada en la literatura científica con mejores desempeños financieros, con pequeñas y medianas empresas (pymes) orientadas al crecimiento, ciertos tipos de estrategia empresarial, así como el aprovechamiento de los derrames de conocimiento, por ejemplo, de empresas multinacionales presentes en una nación.
Esta CAB se puede definir como aquel conjunto de rutinas y procesos por medio de las cuales las organizaciones adquieren, asimilan, transforman y explotan el conocimiento para producir una capacidad dinámica organizacional (es decir, implica cambio y evolución).
A partir de lo anterior, cabe preguntarse cómo puede una empresa incrementar su CAB.
¿Cómo puede aplicarse?
La primera dimensión es la adquisición de conocimiento externo a la organización. En ese sentido, es importante evaluar qué tanto se relacionan las personas de nuestra empresa con el entorno (clientes, proveedores, aliados, universidades, etc.) y las formas de recolectar información de dicho entorno por diversos medios, tanto formales como informales.
Medios formales son las investigaciones (de mercado por ejemplo), los sistemas de información, los medios de comunicación y las publicaciones científicas, entre otros. En los medios informales podemos citar la costumbre de conversar con clientes, proveedores, aliados para saber qué está sucediendo en el mercado, es decir, administrar caminando, conociendo de primera mano qué sucede.
Es muy importante que existan los incentivos y facilidades para que lo hagan tanto el empresario y sus gerentes como todos los colaboradores de la empresa.
La segunda dimensión es asimilar todo ese conocimiento que se adquiere o al menos el más relevante. Para ello es fundamental la educación y formación del recurso humano. La empresa debería invertir en capacitar su recurso humano, en la medida de lo posible ofrecer incentivos o al menos no obstaculizar que sus colaboradores estudien y se formen.
La tercera dimensión es transformar el conocimiento asimilado combinándolo con el que ya posee la empresa. Acá entran en juego aspectos como reuniones de personal para analizar nuevas tendencias, problemas u oportunidades de innovación detectadas. Además, como se almacena el conocimiento, ya sea por medios tecnológicos o no, y de qué forma ese conocimiento está disponible para ser utilizado.
También cómo se entrena al personal en la empresa, si se fomenta el trabajo en equipo y entre personas de diferentes posiciones, formaciones y perspectivas.
Finalmente, la cuarta dimensión es la explotación de todo el conocimiento de la empresa, el nuevo transformado y el preexistente. En este elemento es importante evaluar si existen divisiones claras de las funciones y responsabilidades, tecnología que permita ser más eficiente, incentivos para generar nuevas ideas y aplicarlas así como cierta tolerancia a los riesgos y los errores.
Visto de forma general, existen decisiones que la empresa puede tomar que impactarán de forma positiva en su accionar en este campo. Algunas son de escaso o nulo costo, como promover reuniones de personal donde se analicen oportunidades de mejora, aprendizajes compartidos, se integre al personal y se promueva el trabajo en equipo. Otras sí requieren cierto grado de inversión en formación o tecnología, pero con su debida planificación pueden ejecutarse en beneficio de la empresa y sus colaboradores.
Lo que implica la capacidad de absorción
Estas son las dimensiones y definiciones de la CAB:
Dimensión
Definición
Adquisición
Capacidad de identificar y adquirir conocimiento generado externamente que es vital para sus operaciones.
Asimilación
Las rutinas y procesos organizacionales que les permiten analizar, procesar, interpretar y comprender la información obtenida de fuentes externas.
Transformación
Capacidad de combinar el conocimiento existente en su organización con el nuevo adquirido y asimilado.
Explotación
Capacidad para refinar, extender y aprovechar las habilidades existentes o crear nuevas que incorporen el conocimiento adquirido, asimilado y transformado.