La incertidumbre global que viven los mercados y las economías por la propagación del nuevo coronavirus tiene efectos negativos sobre uno de los sectores más importantes de la economía de Costa Rica: el turismo.
Los hoteleros reportaron la cancelación de 8.000 noches hasta el momento, algunas para el mes de marzo, pero la mayoría para abril, mayo y junio. La Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) proyecta una caída en sus ventas futuras que oscilan entre el 5% y el 50% dependiendo de la zona del país.
Las agencias de viajes también cancelaron cerca del 90% de las reservaciones hacia Europa y Oriente, mientras que las reservas a futuro reportan una contracción del 50%. Así se desprende del reporte inicial de la Asociación Costarricense de Agencias de Viajes (ACAV).
Sin embargo, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) detalló que las cifras de febrero no evidencian en Costa Rica aún el impacto negativo que la enfermedad COVID-19 ha tenido ya en otras latitudes, aunque prevén un impacto particular en los próximos tres meses. “Habrá afectación, pero estimarla en este momento es precipitado”, declaró la ministra de Turismo, María Amalia Revelo.
A nivel de turismo de convenciones ya se registró la cancelación de 50 eventos internacionales que se desarrollarían San José, el Pacífico Central y Pacífico Norte.
Tatiana Orozco, directora ejecutiva del Buró de Convenciones de Costa Rica, explicó que las empresas afiliadas a esta entidad están en negociaciones con sus clientes para tratar de reagendar las actividades para el segundo semestre del año.
Otro subsector que empieza a resentir el impacto del coronavirus son los touroperadores locales. La Asociación Costarricense de Operadores de Turismo (ACOT) indicó que ya se registran cancelaciones importantes de grupos de turistas japoneses, estudiantes internacionales y estadounidenses.
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) ve con preocupación el panorama y los datos de contracción del sector por lo que pidió al Gobierno implementar medidas de apoyo para evitar despidos e incapacidad de las compañías para hacerle frente a sus obligaciones.
El lunes 9 de marzo el Gobierno anunció la suspensión eventos masivos como parte de las medidas para cortar las cadenas de contagio de la COVID-19.
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Estas acciones repercuten directamente sobre la industria de producción de conciertos, competiciones deportivas y otras actividades, al mismo tiempo que afecta a los negocios que tradicionalmente se encadenan para vender sus productos o servicios.
Airbnb y las reservas “flexibles”
La empresa Airbnb anunció una serie de políticas para “reservas flexibles” que le permitirán a los huéspedes y anfitriones cancelar o posponer sus planes ante la situación provocada por el coronavirus en el mundo.
Estas medidas aplicarán para más del 60% de los hospedajes anunciados en la plataforma digital.
“Cuando una crisis como el coronavirus sucede, sabemos que tanto anfitriones como huéspedes se ven afectados. Los anfitriones pierden ingresos en los que confían para llegar a fin de mes. Los huéspedes pierden ahorros de vacaciones que hicieron con mucho esfuerzo. Apuntamos a apoyar a ambas partes y tomamos una serie de acciones”, indicó la compañía.
La empresa ofrecerá recompensas a los anfitriones que ofrezcan flexibilidad a los clientes. Esto aplicará cuando el propietario del lugar de hospedaje reembolse o cancele el dinero pagado por la reserva.
“Los anfitriones tendrán nuevas herramientas para autorizar directamente reembolsos extra a través de la plataforma. También implementaremos promociones que aumenten la visibilidad en las listas para estimular nuevas reservas. Finalmente, no cobraremos nuestra comisión estándar del 3% para anfitriones en nuevas reservas para estos avisos hasta el 1.° de junio de 2020”, apuntó la empresa.
Además creará filtros de búsqueda sencillos para los viajeros con el fin de facilitar la ubicación de hospedajes que tengan estas políticas de cancelación en categorías como “flexible”, “moderada” y “estricta”.
Como última acción, Airbnb reembolsará el 10% de la comisión de servicio para los huéspedes, en todas las reservas hechas desde ahora y hasta el 1.° de junio del 2020. Si las personas necesitan cancelar y no les corresponde la devolución del dinero por servicio, la empresa les dará un cupón por ese monto para que lo apliquen a viajes en el futuro.
El ICT trabaja en una encuesta del sector para cuantificar el impacto en los próximos meses. Los resultados preliminares, con base en las respuestas de 30 operadores, apuntan a que la industria podría registrar una caída de entre el 2% y el 4% en el volumen de negocio en el próximo trimestre. Sobre las medidas para contrarrestar la situación actual, la ministra declaró que se “tomarán en coordinación con el Consejo Económico del Gobierno y se anunciarán oportunamente”.
Crédito para afectados
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) monitorea los eventos relacionados con el coronavirus que puedan impactar la economía nacional.
En el caso de Costa Rica su principal exposición a lo efectos económicos globales provocados por el virus se relacionan con la interrupción de las cadenas de producción, sobre todo de las importaciones y exportaciones de bienes manufacturados, la desaceleración de la demanda externa, el impacto sobre el turismo y potenciales reducciones en la demanda interna.
El Central advirtió en un comunicado, la tarde de este miércoles, que estos impactos se darán en la economía nacional independientemente de la magnitud con la que se manifieste el virus en el país.
Alberto Dent, presidente del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), comentó que están considerando medidas para mejorar las condiciones de acceso a crédito, en particular para los sectores más afectados, como es el caso del turismo.
“El propósito es afianzar la estabilidad financiera y mitigar el impacto económico que pudiera tener el coronavirus. Estas medidas serán anunciadas en los próximos días”, agregó el jerarca.
Para Rodrigo Cubero, presidente del BCCR, la implementación de una política monetaria expansiva ya generó condiciones de amplia liquidez en el sistema financiero con el objetivo de apoyar la reactivación económica en un contexto de baja inflación.
“Esto ofrece una base propicia para evitar tensiones de liquidez y para que el crédito al sector privado se mantenga y fortalezca. En la próxima reunión de política monetaria, el 16 de marzo, el Central evaluará si corresponde introducir un estímulo monetario adicional”, agregó Cubero.
Mientras la entidad valora los escenarios que podrían presentarse en la economía doméstica, los diferentes sectores empiezan a contabilizar sus pérdidas o ganancias a raíz de la incertidumbre que inyectó la pandemia del coronavirus.