El 2025 es un año en el que los trabajadores tendrán muchas oportunidades para extender sus vacaciones y generar descansos extendidos. El calendario será un aliado para multiplicar y planificar las vacaciones tomando en cuenta los feriados y los días de ley que le corresponde a cada empleado.
Una de las ventajas que tendrá este año es que habrá seis fines de semana largos, pues en 2025 no se trasladará el disfrute de los feriados —la mayoría serán viernes o lunes— como se hizo del 2020 al 2024, cuando se cambiaban al lunes más cercano. De momento, la Asamblea Legislativa no ha aprobado ningún proyecto al respecto aunque han habido varias propuestas.
Durante este año, 10 de los 12 feriados serán entre semana. Solamente el Día de la Virgen de los Ángeles y el Día de la Persona Negra y la Cultura Afrocostarricense corresponden a sábado y domingo: los días 2 y 31 de agosto, respectivamente. Estos dos son, junto al Día de la Abolición del Ejército, los únicos feriados de pago no obligatorio para los trabajadores.
Según el Código de Trabajo, en su artículo 153, todo empleado asalariado dispone de 12 días libres por cada 50 semanas laboradas para un mismo empleador. Por otro lado, los feriados suman una cantidad igual de días, para llegar a 24 al año de descanso sin contar fines de semana.
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Además, otro aspecto clave para sacarle el máximo provecho a los días de vacaciones es negociar con el patrono para tomar los días libres a discreción del trabajador, aunque actualmente los esquemas de trabajo de muchas compañías han mostrado más flexibilidad para combinar los deseos de la fuerza laboral con los objetivos empresariales.
Con calendario en mano, El Financiero le presenta dos ejercicios para rendir al máximo las vacaciones. En estos ejemplos se toma como referencia a los trabajadores que tienen un rol de lunes a viernes, con fines de semana libres.
Descansos prolongados
El primer caso incluye tomar periodos cortos de vacaciones seis veces al año para alcanzar los 38 días libres. Eso sí, el trabajador deberá mantenerse en funciones en las últimas semanas de diciembre, que es cuando comúnmente la mayoría de empleados toman su descanso. Veamos a detalle.
En abril llegará la primera oportunidad de sacarle provecho al calendario, aprovechando el feriado de la Batalla de Rivas y la Semana Santa. Si el trabajador toma vacaciones el 14, 15 y 16 de ese mes, tendrá 10 días libres (desde el viernes 11 hasta el domingo 20), contando dos fines de semana.
La segunda opción es tomar libre el último día de abril y el 2 de mayo, para pegarlos con el feriado del Día del Trabajador (cae jueves) y el fin de semana del 3 y 4. De esta forma, se creará un puente de cinco días libres consecutivos.
En julio habrá otra ventana similar: se puede tomar vacaciones el jueves 24 y lunes 28 para juntarlos con el feriado de la Anexión del Partido de Nicoya (viernes 25 de julio) y el fin de semana. Aquí también está la opción de cinco libres seguidos.
Un poco más adelante, a mediados de agosto, llega el feriado del Día de la Madre y si el trabajador decide sacar vacaciones el jueves 14 y lunes 18, volverá a tener un puente de cinco días libres.
De igual forma, el próximo 15 de septiembre (Día de la Independencia) será lunes y existe la opción de tomar vacaciones el viernes 12 o el martes 16. En ambos casos, con solo un día solicitado, y al sumarse el fin de semana, se logran cuatro días libres.
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El último escenario del año consiste en sacar vacaciones el jueves 27 y viernes 28 de noviembre, para unirlos con el fin de semana y el feriado del 1.° de diciembre (Día de la Abolición del Ejército) y completar cinco jornadas libres.
Igualmente, el empleado puede cambiar alguna de estas alternativas para tener más días en Navidad y fin de año, e incluso viendo más allá en el horizonte, aprovechar el feriado de Año Nuevo de 2026, que será jueves.
Segundo escenario
Este segundo escenario toma en cuenta dividir las vacaciones en menos periodos, incluido uno en la semana de Navidad y sacándole provecho a los feriados.
Al igual que en el ejemplo anterior, la primera ventana será en abril, del viernes 11 al domingo 20, en el que se toman solo tres días de vacaciones y se conectan con el feriado, Semana Santa y dos fines de semana.
Otra opción sería tomar los días 21, 22, 23 y 24 de julio para unirlos con el feriado del 25 y los fines de semana, y alcanzar nueve días libres.
Finalmente, el trabajador puede optar por solicitar vacaciones el 22, 23, 24 y 26 de diciembre para unirlos con el feriado de Navidad y dos fines de semana, y lograr nueve días seguidos de descanso.
En este caso, el trabajador todavía tendría un día libre por solicitar que puede aprovechar para juntarlo con alguno de los feriados restantes como el 1.° de mayo, 15 de agosto, 15 de septiembre o 1.° de diciembre.
Ya sea que esté planificando uno o varios viajes fuera de Costa Rica, paseos a lo interno del país, tener tiempo para diligencias personales o simplemente tomarse el tiempo para descansar, la planificación de las vacaciones es clave y lo ideal es hacerlo lo más pronto posible para que luego no tenga contratiempos con su patrono.
Feriados de pago obligatorio
La legislación costarricense establece que ningún trabajador está obligado a laborar en un día feriado, salvo que llegue a un acuerdo con su patrono y también señala que cualquier compañía que opere en suelo nacional debe respetar este derecho. En Costa Rica, el 75% de los feriados son de pago obligatorio.
Hay que recordar que si un empleado acuerda laborar en un día feriado obligatorio, su patrono debe pagarle el doble por su jornada y eso incluye también las horas extras.