Este lunes 11 de enero —por medio de un comunicado dirigido a importadores— la compañía de logística, Evergreen Line informó que los contenedores pendientes de arribar en el vapor Caribbean Express 21016S, fueron desembarcados en el Puerto de Acajutla, en El Salvador para ser transbordados a un nuevo vapor Melbourne Strait y continuar su trayecto a Costa Rica.
“Con lo anterior logramos que continúen su tránsito (los contenedores) y que arriben lo más pronto posible a nuestro país; dicha operación se está realizando el día de hoy (10 de enero)”, indicó Maykol Torres, supervisor de operaciones de Marina Intercontinental S.A y agente general en Costa Rica de Evergreen Line.
Torres precisó que, la fecha estimada para que la mercadería arribe en Puerto Caldera sería aproximadamente el 22 de enero, específicamente en el viaje 421S del buque Melbourne Strait. “Una vez contemos con el nuevo número de manifiesto y detalles finales del arribo, estaremos enviando las respectivas notificaciones de llegada”, agregó.
El barco Caribbean Express se encuentra detenido desde el 14 de setiembre en El Salvador, tras perder 21 contenedores en costas salvadoreñas en un incidente relacionado con el mal tiempo.
La Cámara de Comercio de Costa Rica le había confirmado a EF el 26 de octubre, que la carga varada incluía desde ítemes de primera necesidad, como materias primas para la industria, hasta productos de época navideña.
Por ejemplo, entre las empresas afectadas figuran LLISA Llantas Importadas, Automanía Importadora de llantas y neumáticos, la cadena Tire Kingdom y la multinacional Bridgestone. También habría un contenedor dirigido a Almacenes El Rey, con jarras navideñas y al menos dos corresponden a Pequeño Mundo.
Asimismo, Mainor Montero Salazar y su empresa familiar Zorollo S. A. tiene cuatro contenedores en el Caribbean Express, con láminas de metales expandidos que ya deberían haber llegado a Caldera, Puntarenas.
La situación llevó a Zorollo a un punto de casi no poder pagar el alquiler de la bodega donde tiene los materiales y productos en venta, aseguró su propietario.
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Montero, representante legal de Zorollo, expresó por correo electrónico a EF que se sentía “emocionado” por la noticia, ya que las pérdidas que ha tenido la empresa han sido “exageradas” tanto en ventas, como en credibilidad ante los clientes.
Sin embargo, manifestó su disconformidad ante el tema de la recuperación de los impuestos que habían cancelado por adelantado por los contenedores, ya que el proceso de devolución del pago tardaría más de seis meses.
“Nos indican que el proceso para que nos devuelvan los impuestos tarda más de seis meses. Ya es suficiente lo que estamos sufriendo y el dinero que hemos perdido para que al menos nos ayuden con este tema”, dijo el representante.
EF también consultó a otras empresas afectadas como Tire Kingdom y Pequeño Mundo para conocer su posición respecto a la solución, no obstante al cierre de esta publicación no se obtuvo respuesta.
Los comerciantes costarricenses afectados por la retención de los contenedores acumulan más de tres meses sin recuperar su mercadería. Y en total, según datos del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) cifran la carga del naviero en un aproximado de 339 contenedores.
— El Financiero.
Mónica Segnini, directora de la Cámara de Comercio de Costa Rica y co-coordinadora de la Comisión de Comercio Exterior, expresó que han realizado un esfuerzo a la par de la mayoría de importadores y en coordinación con las autoridades del Puerto de Acajutla, para que el barco pudiera atracar y descargar los contenedores que estuviesen en buen estado, y así los importadores puedan tenerlos lo más pronto en el país.
“Si algún importador quisiera traer su mercadería antes de esa fecha (22 de enero), tiene la opción de traerla por tierra. Únicamente tendría que coordinar con su consolidador el tema de costos, para ver quién asumiría esos costos extra, que también dependen del seguro de cada importador”, explicó Segnini.
Adrián Mora, de AML Consultoría, indicó a este medio el 17 de diciembre que, las ventajas del transbordo serían el tiempo y la seguridad de tener la mercadería. Sin embargo, implica costos adicionales que deben ser cubiertos directamente por las empresas, pues resulta complicado cobrarlos a las navieras, a sus agentes o a los seguros ya que son “agentes externos” a la situación y a la mercadería.
“Ejecutar la maniobra costaría cerca de $3.000 adicionales con todos los gastos por contenedor”, había precisado Mora.
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El 25 de noviembre, la Autoridad Marítima Portuaria del El Salvador (AMP) indicó en una carta, enviada a la Embajada de Costa Rica en ese país y que fue compartida por un empresario afectado a EF, que el buque Caribbean Express se encontraba en la zona de fondeo en aguas territoriales.
Se le impuso, además, la medida cautelar de no autorizar el zarpe hasta que el corresponsal “P&I Maritime Claims Administration LLC” (dueño del buque) depositara una fianza de $5 millones para “la localización de los contenedores, extracción, disposición final y resarcir los daños ocasionados al medio ambiente”, precisa el documento.
La multa había sido confirmada en una reunión “de urgencia” celebrada el 27 de octubre, en la cual participaron las autoridades salvadoreñas; Julio Castilla, el presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR); Juan Ramón Rivera, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop); y Mónica Segnini, miembro de la junta directiva de la CCCR y co-coordinadora de la Comisión de Comercio Internacional de esa entidad.
En ese espacio los intermediarios discutieron posibles opciones para el transporte de la carga, que incluye el envío en otro barco o su movilización por tierra. Sin embargo, es hasta este momento, que se brinda una solución a la problemática.
La AMP aclaró en la carta que la no autorización del zarpe es exclusiva para este buque y que no se incluían en ningún momento restricciones a la carga o mercadería.
“Se reafirma que los agentes navieros son libres de realizar los movimientos de descarga de los contenedores en el Puerto de Acajutla para su transbordo ya sea a otro buque o para ser transportada por vía terrestre, previo procesos aduanales y pago de servicios portuarios requeridos para tal operación, según pliego tarifario vigente del Puerto de Acajutla”, precisó la autoridad salvadoreña.