Cuando se habla de herencias y distribución de bienes es normal pensar en procesos tediosos y complejos, pero lo cierto es que si el proceso se planifica adecuadamente y con tiempo, se pueden ahorrar muchos dolores de cabeza, máxime cuando se habla de heredar un negocio.
La herencia de un negocio en Costa Rica es un proceso legal que involucra una serie de pasos y consideraciones importantes. Entender las particularidades de este proceso es fundamental para garantizar una transición ordenada y justa de los bienes y responsabilidades empresariales a los herederos.
¿Cuáles son los puntos clave al momento de heredar un negocio? El Financiero, con ayuda de dos especialistas en el tema, le explica detalles clave sobre este tema.
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Hay que dejar en claro que los procesos sucesorios, que es como se le conoce a los trámites relacionados con las herencias, solo aplican para personas físicas y no se pueden hacer con las jurídicas. Claramente este camino inicia cuando la persona propietaria del bien fallece y queda el negocio.
Lo que sí puede suceder es que una persona física sea la propietaria total o parcial de una persona jurídica, y al morir, sea necesario decidir sobre quiénes heredarán las acciones de esa empresa, así como sus activos, incluyendo desde la maquinaria, bienes inmuebles, depósitos, marcas, patentes registradas, entre otros.
Ante el fallecimiento de una persona física, es imperativo determinar si el negocio se gestionaba a través de una persona jurídica (como una sociedad mercantil) o directamente, ya que en el primer caso, la herencia recae sobre las acciones o cuotas de la sociedad, mientras que, en el segundo, se heredan los activos que el fallecido utilizaba en forma personal para realizar la actividad económica.
Un actor clave en este asunto es el testamento. Si la persona dejó por escrito a quién se deben entregar los bienes, su patrimonio debe repartirse conforme la última voluntad de quien hereda.
Por otro lado, en caso de que no exista este documento se aplicará una sucesión intestada que se establece en el Código Civil. Allí se establece un orden de prioridad para determinar quiénes son los herederos legítimos y en qué proporción les corresponden los bienes.
En primer lugar están hijos, padres, cónyuge o consorte del causante, mientras que en segundo grado van a ser los abuelos, bisabuelos o cualquier ascendiente del testador que esté con vida. En el tercer grupo están los hermanos, en el cuarto los sobrinos y en el quinto los tíos de la persona propietaria de los bienes.
“Heredar un negocio implica mucho más que recibir acciones, cuotas o activos productivos. Es asumir el control de una actividad económica en funcionamiento, junto con todas sus responsabilidades, riesgos y oportunidades. Por ello, además de la adjudicación mortis causa de los bienes relacionados con el negocio, es crucial implementar un proceso de sucesión planificado que garantice su continuidad y permita la trascendencia del negocio a lo largo del tiempo”, explicó Natalia Ramírez, Gerente Legal de Grant Thornton.
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El proceso puede ser notarial, que se tramita ante un notario público independientemente de que haya un testamento, cuando no haya menores de edad ni personas incapacitadas que sean posibles herederos, y siempre que no existan desacuerdos sobre la distribución de los bienes entre los herederos. Si no se cumplen estas condiciones se procederá con un proceso ante un juez, que podría llegar a ser más lento que la vía notarial, pero con menos gastos económicos para los herederos.
Una vez finalizado este camino, se procederá a la adjudicación de los bienes.
El papel del albacea
Otra figura importante en este proceso es la persona que sea designada como albacea, pues fungirá como administrador y el representante legal de la sucesión.
“Cuando dentro de los bienes de una persona física hay sociedades con negocios en marcha, la diferencia principal es la importancia que reviste el albacea, como administrador de la sucesión, para la continuidad del negocio mientras que se adjudican las acciones o la propiedad del negocio a sus herederos. La empresa no puede detenerse mientras se tramita la sucesión, que, en caso de disputas entre herederos, puede tomar muchos años, por eso, el rol del albacea se vuelve fundamental”, explicó Mauricio París, socio de Ecija Legal Costa Rica.
Según el abogado, esta persona pudo haber sido designada por la persona fallecida en su testamento, nombrada por los herederos, o, a falta de acuerdo, designada por un juez.
Cambio de mando en vida
Otra posibilidad es traspasar el mando del negocio mientras el propietario aún esté en vida. Un ejemplo de esto es la transición que están haciendo los fundadores del grupo funerario Valle de Paz. La preparación para esta transición de una generación a otra (la parte tecnológica, legal y de recursos humanos), a lo largo de los años, implicó una inversión cercana a los $500.000.
En Valle de Paz, se espera que las bases del proceso de transición estén completamente asentadas para 2025, con una implementación total concluida para 2026.
“(Para que el proceso sea exitoso) Primero se debe de dejar en claro los objetivos de los socios fundadores, el tener clara un visión del negocio, hacia dónde va y cómo conseguirlo (misión) es clave para que la segunda generación pueda seguir esta visión o inclusive la pueda superar y llevar a otros niveles. Lo segundo, muy importante, es que los hijos estén preparados para asumir el reto”, explicó Jacksenia Lamugue, gerente general del Grupo Valle de Paz.
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Por otro lado, es posible traspasar el bien mediante la figura de donación, la cual implica que el propietario ceda el control a favor del beneficiario, pero se puede realizar una donación “con reserva de usufructo”, lo que significa que el bien pasa a ser del beneficiario de la donación, pero su dueño se reserva el derecho de percibir los beneficios y tomar las decisiones con respecto a ese bien mientras esté en vida.
Al igual que las herencias, las donaciones se encuentran exentas del pago de ganancias de capital, no así del impuesto de traspaso de bienes inmuebles o muebles si existe este tipo de activos dentro del inventario a considerar. Además, la donación es un procedimiento más rápido y directo, ya que evita la necesidad de un proceso judicial o notarial.