Encuentros sin público, costos fijos y patrocinios pendientes: la crisis financiera global derivada de las restricciones para contener la pandemia de COVID-19 también se vive en el fútbol de Costa Rica. Sin embargo, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) parece inmune a las crisis financieras globales y se convierte en una esperanza a mediano plazo: clasificar a la fase final de la Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022 es una meta deportiva y financiera, como pocas veces en la historia reciente.
La situación de crisis es global: la firma de consultoría e investigación Deloitte reveló que los 20 equipos con mayores ingresos en todo el mundo, generaron 8.200 millones de euros en la temporada 2019/20, un 12% menos que la temporada anterior y proyectó una caída de 2.000 millones de euros en los ingresos al final de esta temporada, 2020/21, por efecto de la pandemia.
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La Federación Costarricense de Fútbol ha reconocido que sus finanzas recibieron el golpe de la crisis, en particular debido a la cancelación de partidos amistosos y competencias de las representaciones nacionales en categoría Preolímpica (sub 23), disciplinas como Fútbol Sala y compensaciones relacionadas con contratos de patrocinio. (Vea: Patrocinadores)
Para los clubes la situación es más complicada. La suspensión temporal del campeonato en marzo anterior y la reanudación de las competencias a puerta cerrada provocó un corte repentino de los ingresos por venta de entradas, además de cambiar la relación con los patrocinadores, mientras los costos de planilla y operación permanencen altos.
De las situación financiera de los equipos locales se conoce poco, pero es razonable considerar que recibieron un impacto negativo fuerte. Aunque EF consultó al Deportivo Saprissa, Liga Deportiva Alajuelense (LDA), Club Sport Herediano y Club Sport Cartaginés, mediante sus encargados de prensa o por las vías oficiales de contacto de las instituciones, solamente Saprissa brindó información.
Alajuelense y Cartaginés confirmaron la recepción de las consultas, pero al cierre de esta publicación no enviaron sus respuestas. En Herediano rebotó el correo oficial del sitio web, no hubo respuesta en la central telefónica y se enviaron las consultas vía formulario de página en Internet, sin éxito.
Patricio Altamirano, periodista del Deportivo Saprissa, comentó que los principales efectos de la pandemia sobre las finanzas de Saprissa se dieron por la reducción en los ingresos, que obligó a la organización a suspender o reducir jornadas a todos los colaboradores.
“También hubo costos incrementados en ciertos rubros directamente relacionados con el cumplimiento de los protocolos para que el fútbol reiniciara su actividad a puerta cerrada”, afirmó.
Altamirano declinó responder en cuánto se habían contraído los ingresos del club entre 2019 y 2020, alegando que esa información es confidencial.
¿Y qué tienen que ver FIFA y el mundial de Qatar con todo esto? Pues que desde 2010 la organización global destina un porcentaje de sus ganancias al programa Club Benefits, creado para compensar a los clubes cuyos jugadores participan en la fase final de la Copa del Mundo.
Esto se debe a que los clubes son los encargados de pagar los salarios de los futbolistas, durante las eliminatorias y la fase final. Además, se reconoce el aporte de los equipos para el mantenimiento de la condición física y técnica de los deportistas. Es posible que los clubes vean estos costos como una inversión, en los casos en que sus jugadores tengan potencial mundialista.
Patrocinadores |
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Fedefútbol reportó que existen 22 patrocinadores oficiales activos para todas las selecciones nacionales de fútbol. La organización también reconoció que está trabajando con planes de compensación para las empresas, aunque no precisó en qué consistían. Los patrocinadores son: New Balance, Scotiabank, Dos Pinos, Pioneer, Transportes Marvi, Rahso, EPA, Monge, La Extra, Clínica Santa Fe, Trumix, INS, Agua Well, Cinépolis, JAAM, Emergencias Médicas, Euromobilia, Interfrut, Conrelax, Hotel Intercontinental, Arroz y Frijoles Don Pedro, Plycem. |
Fuente: Fedefútbol |
Deporte y miles de dólares
Gustavo Araya, secretario general; Diego Brenes, director administrativo de selecciones nacionales, y Karla Cordero, directora comercial, todos de Fedefútbol, explicaron que el premio para los clubes se paga “algunos meses después” de la final del mundial y el monto total se reparte de acuerdo con variables como el tiempo que los jugadores estuvieron con su selección en el mundial y lo que llevaban inscritos en cada club, durante los dos años previos a la cita deportiva.
Veamos un ejemplo: si la Selección Mayor de Costa Rica clasifica a Qatar 2022 y el delantero de Alajuelense Johan Venegas es convocado y asiste a la competencia mundial, tanto LDA como Saprissa recibirían una porción del premio, pues Venegas estuvo inscrito en las planillas de ambas instituciones en los dos años previos a la Copa Mundial (entre diciembre de 2020 y diciembre 2022). Si el jugador opta por otro club en los próximos 22 meses, este también sería recompensado.
Según documentos oficiales poporcionados a EF por Fedefutbol, durante el mundial de Rusia 2018, la compensación se calculó para los clubes donde los jugadores estuvieron inscritos entre julio de 2016 y julio de 2018, mes de cierre del Mundial. El monto se fijó en unos $8.540 por día de competencia activa, por cada jugador.
Con este monto como base, en el escenario hipotético de que la Sele, repitiera su mejor actuación histórica, y llegara a cuartos de final (como ocurrió en Brasil 2014), los jugadores locales estarían al menos 39 días en competencia, es decir, los equipos en los que jugó Venegas se repartirían unos $332.670. El monto se desprende de un cálculo similar, incluido en el documento de FIFA.
A un tipo de cambio de ¢620, la cifra superaría los ¢206 millones. Los montos varían al alza para cada Copa del Mundo y los clubes deben inscribirse para solicitar la compensación, una vez que concluya el periodo de entrega de convocatorias definitivas a FIFA.
El pago aplica para clubes que tengan inscritos a jugadores de cualquier selección nacional, más allá del país al que pertenezcan. En el campeonato de Costa Rica, por ejemplo, participan jugadores que han sido seleccionados nacionales de naciones que han clasificado a mundiales recientes, como Honduras, Panamá y Trinidad y Tobago.
En 2018, la compensación a clubes de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) fue superior a los $13 millones, la tercera en volumen entre las cinco regiones operativas de FIFA. (Vea: Mayoría en Europa)
De este total, Costa Rica alcanzó $1.937.135, por debajo de Estados Unidos ($3.737.722) y México ($5.534.065)
Beneficios extra
Además de los equipos que aportan jugadores a una Selección Nacional, otros afiliados a la Fedefútbol reciben un porcentaje del premio por la clasificación a la Copa del Mundo de la FIFA, según lo establezca la Asamblea General de la Federación. Este premio es distinto a la compensación de clubes.
Actualmente, Fedefutbol está conformada por seis ligas: Unafut (Liga Profesional de Primera División), Liasce (Liga Profesional de Ascenso a la Primera División), Linafa (Liga Profesional de Futbol Aficionado), Lifutsal (Liga de Fútbol Sala), Lifupla (Liga de Fútbol Playa) y Uniffut (Unión Nacional Fútbol Femenino). Todas recibirían fondos de FIFA.
Además, la Federación resalta una serie de beneficios directos e indirectos que se derivan de la clasificación a una Copa del Mundo:
-La experiencia adquirida por los futbolistas locales al competir en el evento de fútbol de selecciones más importante del mundo.
-Vitrina para los futbolistas, que pueda generar nuevas oportunidades laborales para ellos y comerciales para sus clubes por su venta.
-Exposición de Costa Rica como uno de los países con un alto desarrollo en fútbol.
-Posibilidad de generar nuevas alianzas deportivas y comerciales a partir del interés que genera la participación en el mundial.
-Posicionamiento de la Selección Nacional en la generación de una atmósfera cultural y comercial positiva para en el país.
-Proyección de Costa Rica como país en un evento de alto alcance mediático.
Los efectos que ejerce la “fiebre mundialista” sobre la economía son transversales a todas las regiones del planeta. En Costa Rica, para el mundial de Rusia 2018, la Cámara de Comercio había calculado que el incremento de ventas se comporta de esta manera: en restaurantes y bares, entre 15% y 20%; supermercados, hasta un 20%; camisetas oficiales, un 60%, y en ropa y calzado deportivo, entre 70% y 80%. A esto se debe sumar el impulso previo a adquisición de tecnología (pantallas, sistemas de audio, suscripciones a paquetes de cable) y bienes similares.
A prueba de crisis
A partir de 2016, y tras la crisis de reputación que vivió FIFA por acusaciones de soborno y corrupción durante el año anterior, la organización entrega estados financieros cuatrienales auditados y promueve una conversación estratégica sobre sus finanzas.
En el sitio oficial es.fifa.com/what-we-do/governance/finances explican que su principal ingreso es la final de la Copa Mundial (entradas, patrocinios) y la venta de derechos de transmisión. Esto desliga sus resultados de las crisis económicas globales, pues la única forma de afectar su operación sería cancelar la competencia.
La pandemia pudo cambiar el panorama, como pasó con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, reprogramados para 2021 y aún en duda; pero su desarrollo más de dos años antes de Qatar 2022, y el avance de las jornadas de vacunación, permite mantener las expectativas de que el mundial sí se realizaría, así sea con ajustes.