Los cines en Costa Rica enfrentaron una época con más butacas vacías como resultado de la desaceleración económica que atraviesa el país y otros factores como la falta de producciones atractivas o que involucren al público familiar.
Vale aclarar que hay pequeños episodios en los que sus ventas se disparan, como recientemente ocurrió con el lanzamiento de la película Avengers Endgame.
No obstante; el balance general de Cinemark, CCM Cinemas, Nova Cinemas y Magaly es que la venta de boletos se mantuvo, pero en algunos casos disminuyó durante el 2018 en comparación al 2017. Incluso, para ciertas compañías la mala racha se extendió hasta lo primeros meses del 2019.
Si de desaceleración económica hablamos, en el último año la variación interanual del Índice Mensual de Actividad Económica pasó de 3,1% a 1,8%, lo que significa una reducción de más de un punto porcentual.
Gustavo Sáenz, gerente general de Nova Cinemas, explicó que el mercado en general sufre de una contracción importante desde el 2016 a causa de diversas circunstancias, entre la que destaca el deterioro del presupuesto de las familias.
Los consumidores optan por adquirir otros productos audiovisuales como Netflix, que no sustituyen la experiencia de visitar un cine, pero que son una buena alternativa en tiempos de dificultades económicas.
Si una familia de cuatro personas (dos adultos y dos niños) desea ver una película en una sala de cine debe desembolsar desde ȼ10.600 (solo entradas). Mientras que, suscribirse actualmente al servicio de streaming tiene un precio mensual que va de los $8,99 (alrededor de los ȼ5.328) hasta $15,99 (ȼ9.476) con la posibilidad de ver películas y series.
“El público está siendo más selectivo y creo que tiene que ver por la alta tasa de desempleo (…). Además, hay una preocupación por los temas económicos del país que hace que el consumidor sea más conservador”, destacó Luis Carcheri, gerente general de Distribuidora Romaly y Cine Magaly.
Otro elemento que juega en contra de los cines es que dependen de la producción de películas de gran calidad o taquilleras –producidas principalmente por firmas de Estados Unidos– para la atracción de visitantes a sus salas.
Por ejemplo, Cinemark alega que el año pasado hubo poco producto infantil o familiar, por lo que estimaron un decrecimiento de hasta un 12% en sus ventas. Sin embargo, al final la caída fue de 9,4% (sin considerar los ingresos de Cinemark Oxígeno que abrió a finales del 2019).
Venus Magaña, gerente de mercadeo de esa cadena de cines para Centroamérica y el Caribe, destacó que en este 2019 tuvieron un 50% más de asistencia durante los primeros cuatro meses del año versus el año pasado.
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“Esto se debe principalmente a los títulos que mostramos como Avengers Endgame, que ha roto todos los récords, y a un cine tan exitoso como Cinemark Oxígeno que es el único y primer cine de Latinoamérica con el concepto de Self Service en el área de dulcería”, agregó la representante.
Otro factor que puede jugar en contra de las cadenas de cines es que las personas no visitan los centros comerciales donde se ubican porque consideran que no tienen una oferta atractiva que incluya otras actividades de entretenimiento o conveniencia.
¿Piensan expandirse?
Bajo esas circunstancias, es comprensible que la mayoría de esas empresas consideren que la oferta actual es la adecuada y no tengan previsto ampliar su cobertura dentro y fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) en un corto plazo.
Cinemark, CCM Cinemas, Nova Cinemas y Magaly poseen, en conjunto, 14 ubicaciones con 84 salas para una capacidad de 14.232 personas. No obstante, para todo el país esos números son mayores debido a que existen otras firmas como Cinépolis, Citicinemas, Multicines y Studio Cinema.
Al existir una oferta adecuada dentro de la GAM algunas de las empresas ven potencial en zonas de Puntarenas y Limón, pero parecen no ser lo suficientemente tentadoras como para invertir próximamente e incluso algunas cadenas descartan esa idea.
Otras compañías tenían planes concretos de expansión que al final desecharon. Ese es el caso de Citicinemas que canceló su plan de abrir en Nicoya, Guanacaste; pese a que ya tenía un contrato para abrir salas de cine en la futura Plaza Amara.
Alejandro Kooper, gerente de la cadena de cines, le explicó a La Voz de Guanacaste que no cuestionaba el potencial del mercado, pero que pensaron en las capacidades de la empresa y no era un momento adecuado.
Recordemos que la presencia de Citicinemas en Costa Rica cayó en los últimos años pues actualmente solo maneja salas en Plaza Grecia. Anteriormente llegó a tener complejos en el Mall Internacional en Alajuela, Real Cariari en Heredia y Plaza Coral en Jacó.
EF intentó hablar con algún representante de la compañía y de Cinépolis, pero al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.