“Quienes se suscribieron a servicios de streaming, a medida que la regularidad en los cines ya sea total, asumimos que van a dejar de gastar en streaming para volver a cine”, así resumió Luis Carcheri, presidente de la Cámara de Distribuidores y Exhibidores Cinematográficos de Costa Rica (Cadec), la percepción que tiene este sector sobre su reactivación económica.
A un año de su reapertura parcial, la operación de las salas en el país apenas alcanza un 35% del volumen de negocio que tenía en el último periodo prepandemia, es decir, durante el 2019. Las empresas atribuyen esta caída a la incertidumbre creada por los cambios en las restricciones sanitarias, especialmente la prohibición para circular en auto durante las noches.
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El protocolo sanitario para la operación de las salas de cine se actualizó por última vez en marzo de 2021, e incluye la posibilidad de comer dentro de las salas y de usar las reservas virtuales como elemento para evitar la restricción vehicular diaria, sin embargo, el sector afirmó que el cambio constante en horas de salida y en disposiciones complementarias genera desconfianza en el consumidor.
Además, las variaciones de una hora en el arranque de la restricción nocturna tienen poco efecto en la posibilidad de abrir más tandas nocturnas, pues el protocolo vigente incluye la obligación para las empresas de: “Establecer un nuevo procedimiento de salida de las salas, donde se salga por fila y con distanciamiento de 1.8 metros, de manera más ordenada, evitando así, la aglomeración de personas en los pasillos de salida”.
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“Para poder añadir una tanda más tendríamos que contar con bloques adicionales de dos horas y media a tres horas de tiempo de operación”, enfatizó Carcheri.
Datos de la cámara reflejan el impacto de la pandemia por COVID-19 en el sector: en 2019 había en Costa Rica 166 pantallas de cine activas, mientras en octubre de 2021 la cifra se redujo a 158. El cambio se evidencia también en la cantidad de butacas, o capacidad disponible: pasó de 26.499 a 25.414: 1.085 puestos menos.
La Cámara no ofreció datos oficiales sobre cuáles cadenas u operaciones concentran esos cierres, sin embargo, se supo que algunos podrían obedecer a reducciones temporales, mientras se logran mejores condiciones para operar.
A pesar de la coyuntura, el ambiente entre empresarios del sector es positivo: apuestan por la resiliencia del cine ante múltiples crisis históricas de competencia, como la que se presentó con el televisor, los VHS y clubes de video o los formatos HD para consumo en casa. La consigna del sector es que la experiencia del cine es insustituible.
Nuestro funcionamiento y nuestro crecimiento está en función directa de la restricción vehicular”
— Luis Carcheri, presidente de Cadec
¿Volverá el público?
El sector confía en que el consumidor fiel al cine volverá en cuanto la actividad se normalice, dentro de los nuevos parámetros y protocolos relacionados con la pandemia.
Luis Monestel Vega, director de Cinépolis Costa Rica, dijo a EF que la diferencia entre el streaming y el cine es similar a la experiencia de hacer un picnic en el jardín de la casa frente a la posibilidad de ir a la playa o la montaña.
“Podemos tener un rato bonito, pero es el jardín. Hay actividades similares pero la experiencia es distinta”, puntualizó Monestel.
El streaming funciona como forma de gastar el tiempo o ver otros contenidos que no se presentan en cine”
— Luis Monestel Vega, director de Cinépolis Costa Rica
Los empresarios consultados señalan que el impacto de las plataformas de streaming se concentra en otros contenidos, como las series, cuya producción es independiente del tipo de pantalla o ambiente en el que se consuma.
“El cine magnifica los efectos y presenta la visión del director. Los otros equipos permiten ver los contenidos, pero limitadas en efectos, tamaño y comodidad. Y a esto agréguele el elemento social, la posibilidad de conectar con otra gente en la sala, con todo y el distanciamiento: eso el streaming no lo puede hacer”, enfatizó Monestel.
La experiencia de Cinépolis incluye usuarios que hacen visitas de “inspección” a los puntos de operación, para asegurarse de que sí están operando, en cuáles tandas y con cuáles beneficios complementarios, pues el ambiente de comunicación confusa salpica también a las empresas.
“Tenemos páginas web actualizadas y un app, pero mucha gente viene a ver si todo está bien. Cuando sea conocido que estamos reactivados sin duda la visitación aumentará”, aseguró Monestel.
Para Cadec las experiencias de los estudios con los lanzamientos de grandes títulos directo en plataformas pasó de largo en el desempeño del sector local, e incluso afirman que la tendencia a detener y demorar unos estrenos, o pasar directamente a streaming otros ya se está reduciendo, y se ve en las carteleras.
Apuesta global
La reactivación de las salas cinematográficas parece un movimiento internacional, pues los estudios ya programaron algunos de sus títulos más importantes de la temporada de pandemia, como muestra de confianza en los distribuidores y las salas regionales.
Carcheri adelantó que el trimestre de temporada alta dio inicio con Bond: Sin tiempo para morir y Los Locos Adams 2, una producción clave para el sector, donde los productos dirigidos a las familias aumentan las ventas en todos los campos: tiquetes y alimentación.
Además, las diferentes cadenas exhibirán Dunas y nuevas entregas de títulos como Venom, Ghost Busters, Spiderman, Matrix o la animada Sing, con lo cual aspiran a convocar público de todas las edades antes de que termine el año.