Chiquita Brands Costa Rica habría cerrado su departamento de operaciones portuarias este 4 de marzo, de acuerdo con un comunicado interno que circuló en redes sociales el domingo 3 de marzo.
Geovanny Díaz, del Ministerio de Trabajo, informó que el viernes 1 de marzo recibieron una solicitud de proceso de conciliación por un conflicto económico social de parte del sindicato.
“Esto se da antes de la carta despido por parte de la empresa. Posterior a esto se ha tenido contacto con las partes buscando todas las posibilidades de diálogo social para una posible resolución del conflicto”, afirmó.
Díaz especificó que alrededor de 175 personas fueron despedidas.
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La carta que se atribuye a Chiquita Brands Costa Rica está a nombre de Esteban Otárola, gerente de logística y señala el 4 de marzo como el día de cierre del departamento y el 19 de marzo como el último día que pagarán a los empleados, aunque se les solicitaba no asistir a trabajar a partir del lunes 4.
“El pasado 01 de marzo, entró en operación la Terminal de Contenedores de Moín (TCM); bajo concesión otorgada por el Gobierno de Costa Rica a la Empresa APM Terminals. Dicha concesión obliga a operar exclusivamente los buques de contenedores en esta terminal; misma que brindará un servicio integral a los contenedores”, explica la comunicación, para luego calificar el cierre como una consecuencia de la apertura de la TCM.
Sin embargo, ya en enero de 2018 Chiquita había terminado contratos con personal de ese mismo departamento. En esa coyuntura, el juzgado laboral de Limón frenó el despido de 110 de los 260 empleados de la empresa en el puerto, al acoger un recurso también por conflicto colectivo económico social.
Díaz explicó que se trata de procesos independientes y el Ministerio de Trabajo solamente acogerá el proceso de conciliación por los despidos hechos el 3 de marzo. El otro caso deberá seguir el curso legal en Limón.
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El Financiero contactó a Raúl Gigena, director de recursos humanos de Chiquita, y a Carolina Ortega, quien figura en el documento difundido en redes sociales como encargada de relaciones del trabajo de la empresa. Ortega comentó que en este momento los voceros no pueden dar declaraciones.
Como parte de su funcionamiento, esta terminal ofrece servicios portuarios complementarios que no ofrecía la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica de Costa Rica (Japdeva), sino que los tercerizaba mediante empresas de estiba (carga y descarga de barcos) y patios (acondicionamiento y reparación de contenedores), entre otros. Al centralizar la operación para los buques de carga, la TCM cerraría el mercado para las empresas que brindaban ese soporte a Japdeva.
Al caso de Chiquita lo precede el de Dole, que el 24 de enero despidió a 240 personas como resultado del cierre de su centro de trabajo terminal y taller de contenedores en Limón.