La ciencia acompaña desde pequeño a Carlos Santamaría, microbiólogo y director de la división de Diagnóstico Molecular del Hospital Nacional de Niños.
La pasión por investigar lo puso frente a un microscopio durante la carrera de Microbiología en la Universidad de Costa Rica, y lo impulsó a buscar conocimiento en la Universidad de Salamanca, España.
Junto con su título de doctor en Ciencias Médicas, Santamaría se trajo de tierras ibéricas una serie de técnicas que conjugan el estudio de la información genética en la realización de pruebas para diagnosticar enfermedades como el cáncer en la sangre.
“Ayudamos a tener un diagnóstico rápido y certero. Nos permite dar un tratamiento llamado terapia personalizada. Incluso podemos establecer un pronóstico para ese paciente”, comentó Santamaría.
Más de 2.200 pacientes han sido diagnosticados por el laboratorio que dirige Santamaría.
También de España, Santamaría se trajo la investigación que habría de hacerle acreedor del Premio Nacional de Ciencia Clorito Picado 2011.
Rastreando en la médula ósea de varios pacientes, el científico y su equipo lograron dar con proteínas claves en la formación de un trastorno considerado como precursor de la leucemia mieloblástica aguda (LMA). Este es el tipo de cáncer en la sangre más común en los adultos.
Para Santamaría, el reconocimiento es un paso para darle peso social a los esfuerzos en la investigación científica o tecnológica que se desarrollan en el país.
“Aquí ser científico es asumir casi un apostolado. Se gana poco, se trabaja mucho, se reconoce poco la labor. En países desarrollados se trabaja mucho, se gana medianamente bien, pero se tiene mucho reconocimiento”, comentó el científico.
Considera que para reivindicar el trabajo del investigador, es necesario el cambio de mentalidad en las autoridades.
“Los países que invierten en investigación y desarrollo tienen una mejor calidad de vida. La inversión que se hizo en mis estudios, nos permite tener un mejor diagnóstico, un mejor tratamiento para los pacientes”, aseguró Santamaría.
Formación: Microbiólogo y doctor en Ciencias Médicas, Universidad de Salamanca, España.
Estado civil: Casado.
Trayectoria profesional: Jefe de Diagnóstico Molecular, Hospital Nacional de Niños.
Edad: 34 años