Hace 5 años, el 2 de diciembre del 2008, Carlos Hernández y su esposa taiwanesa, Yu Yun Chang, abrieron la primera tienda de Cosechas en Heredia. Su familia les prestó los primeros ¢5 millones como capital inicial.
Cinco años después, justo el 2 de diciembre pasado, Hernández recibió la mención por expansión que otorga EF ante los logros alcanzados por esta franquicia: 120 locales en todo el país, 50 en Colombia, 5 en Panamá y marcas hermanas en Nicaragua y Honduras; además, altas posibilidades de tener presencia en Asia, México y República Dominicana.
En el 2001, Hernández, ingeniero agrónomo, viajó a Taiwán a cursar una maestría y un doctorado en ingeniería de alimentos. Tras siete años, regresó con su título, con Chang –especialista en administración de hoteles y restaurantes– y una idea con mucho potencial que empezó a diseñar desde un año antes: una marca, un logo, un sitio web y las recetas. Su meta: ser experto en la venta de batidos de frutas y vegetales.
Lo inspiró la cultura emprendedora de Asia. Allá no importa la escala del negocio. Toda idea es respetable. “Es gente muy trabajadora que tiende a emprender cosas pequeñas”. Diseñó la idea y se regresó a ejecutarla.
Ese periodo previo a la apertura fue difícil. No tenía fondos, trabajo ni capital propio para abrir un negocio, excepto los ¢5 millones que le prestó su hermano. Tampoco referencias que les respaldaran el alquiler de un local.
Finalmente, lograron conseguir uno, aunque en una ubicación poco comercial, 75 metros al norte del parque de Los Ángeles, Heredia. Hoy es un punto de referencia y hasta los llaman para ofrecerles locales.
Hernández siempre tuvo la estrategia clara: manejar un local sencillo con identidad de marca definida. No sería una soda improvisada. Solo batidos. Un ambiente tipo bar, que permitiera conocer los gustos del cliente y hasta personalizar sus bebidas. Eso también lo aprendió en Asia. “Los negocios de comida se especializan en un producto y la persona debe convertirse en un maestro. Por eso nuestro eslogan: ‘Somos expertos en bebidas’”.
A partir de entonces, comenzó el modelo de franquicia. Cada derecho de marca lo vendía entre $1.000 y $2.000. Desde su otra empresa, Autoempaques, les proporciona las máquinas, empaques, know how y precios, y pide que los franquiciados adquieran la materia prima de sus propias comunidades: las frutas, las verduras y los lácteos, para dar valor agregado social a su emprendimiento.
El contrato permite revender el derecho de marca, que en promedio es de $5.000, aunque hay casos en que el valor ha ascendido a $60.000.
Su próximo gran proyecto catapultará su capacidad de innovación: venderá los batidos congelados, como escarcha, en envases especiales, para ser disueltos en agua. Así quiere expandir su espectro a gimnasios y restaurantes y llegar hasta Asia.
Edad: 35 años
Currículum: Ingeniero agrónomo de la UNA. Ph.D. en Ingeniería de Alimentos en la National Pingtung University of Science and Technology, Taiwán.
Puesto: Fundador y gerente general de las empresas Cosechas y Autoempaque. Profesor e investigador en la Escuela de Ciencias Agrarias de la UNA.