La compañía aeronáutica Boeing anunció que su nave espacial Starliner estará lista en marzo para realizar su primer vuelo tripulado.
El programa ha sufrido numerosos aplazamientos, pero finalmente estaba previsto que la nave trasportara astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) el 21 de julio.
Sin embargo, los ingenieros de Boeing detectaron nuevos problemas relacionados con un sistema de paracaídas defectuoso y una cinta de arnés de cables que, en determinadas condiciones, sería inflamable.
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“Ahora, según los planes actuales, prevemos estar listos con la nave espacial a principios de marzo”, dijo Mark Nappi, vicepresidente de Boeing y director del programa Starliner.
Añadió que la fecha exacta del lanzamiento depende del calendario espacial y se decidirá junto con la NASA y United Launch Alliance, que proporcionará el cohete Atlas V para Starliner.
Steve Stich, director del programa Commercial Crew de la NASA, defendió los retrasos por motivos de seguridad y reiteró el compromiso de la agencia espacial con Boeing pese a las críticas de los observadores.
"Volaremos cuando estemos preparados", dijo Stich, quien consideró importante tener un segundo servicio de transporte a la ISS.
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La NASA espera habilitar a Starliner como otro “taxi” para sus astronautas rumbo a la estación espacial, un servicio que SpaceX, del magnate Elon Musk, ha proporcionado desde la exitosa misión de prueba de su cápsula Dragon en 2020.
La agencia espacial adjudicó contratos de $4.200 millones a Boeing y de $2.600 millones a SpaceX en 2014, poco después del fin del programa de transbordadores espaciales en una época en la que Estados Unidos dependía de los cohetes rusos Soyuz para los viajes a la ISS.